jueves, 19 de abril de 2018

Medios de comunicación: Máquinas de desinformación y violencia

Por Nelson Lombana Silva

Los medios masivos de comunicación en Colombia, son verdaderas máquinas de desinformación y violencia cada día más al servicio de una clase minoritaria, la clase dominante (La burguesía), en detrimento de la clase dominada, el pueblo (El proletariado).


El mundo intercomunicadísimo no deja de ser una falacia, por cuanto en realidad podría decirse que hoy existe más incomunicación que comunicación. Se impone la virtualidad sobre la realidad.

La guerra genocida que adelanta Donald Trump contra Siria es presentada por estos medios, como simple juego pirotécnico de niños, un espectáculo horroroso que el inocente receptor capta como algo “natural” y “normal” en una sociedad convulsionada por las contradicciones.

Antes disimulaban y daban la impresión de ser neutrales, democráticos y participativos. Hoy se han quitado el antifaz y descaradamente se colocan estos medios con patas y manos a favor de la clase dominante.

Estos medios son verdaderos consorcios, multinacionales y transnacionales exclusividad de los más adinerados del mundo, sostenidos exclusivamente para tener al pueblo aplastado sin el menor remordimiento.

Muchos de estos medios, incluso, están en manos de la mafia y del narcotráfico, por cuanto el poder corruptor de los dineros mal habidos han seducido a seudo periodistas y seudo comunicadores sociales, sobre todo aquellos faltos de ética y analfabetas políticos, que siendo pobres, están dispuesto a defender a la clase dominante y mueren por ella en la absoluta pobreza y miseria.

El capitalismo todo lo corrompe. Hasta las profesiones más nobles han sido corrompidas por el capital, lo dijo Carlos Marx en 1848 en el famoso Manifiesto Comunista.

Hace carrera ahora las noticias falsas en las redes sociales, pero también en la televisión, en la radio y en los impresos de la gran burguesía. Produce millones de dólares dicha práctica como también réditos políticos a favor de esa clase dominante. En el marco de esta infeliz práctica encarcelaron a Lula Da Silva en Brasil, tienen en la mira al presidente constitucional de la hermana república bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, etc.

Se vienen utilizando estos medios para alimentar la guerra y la violencia, se conoce como guerra de cuarta generación, dicho macabro invento liderado por la CIA y el imperialismo norteamericano. Se han convertidos en medios para la muerte y para la mentira, el chantaje y la desinformación.

El periodista es un pobre obrero que vende su fuerza de trabajo por un salario miserable a esas máquinas monstruosas que posan descaradamente de filántropas. No tiene derecho, ni libertad para pensar u opinar, esto  solo es potestad de los dueños del poder.

El mejor oficio del mundo

Sin embargo, el periodismo es el mejor oficio del mundo, lo dice con qué autoridad el nobel colombiano de literatura Gabriel García Márquez, definición que a nuestro parecer está perfectamente ajusta a la realidad.

A esa definición de Gabito, le agregaríamos el poder inmaculado que encarna. La fuerza formidable que lleva consigo y que precisamente ha llevado a la apátrida burguesía a tomar casi que a la fuerza la dirección de los medios masivos. Para muchos es el cuarto poder en Colombia, para nosotros es el primero.

Estamos a merced del periodismo. Dominados. Alienados. Enajenados. Es la palabra única, la imagen única, señala Eduardo Galeano.

Antier (18 de abril), estuvimos en una reunión de la Fundación para la libertad de prensa (Flip), en la universidad de Ibagué, un encuentro que proyectaba hablar sobre la libertad de prensa en la ciudad de Ibagué. Se hacía presente su director, Pedro Vaca, pero también importantes estudiosos de esta bella actividad, Luisa Isaza, investigadora de la Flip; Sinar Alvarado, liga contra el silencio; Andrés Ortiz, docente de esta universidad; y Beatriz Jaime, docente de la universidad del Tolima.

Si bien el evento no fue el ideal que esperábamos, permitió algunas opiniones sueltas sobre la realidad concreta que sufre el periodismo en el capitalismo. Beatriz Jaime, planteó claramente que “las universidades están formando periodistas para unos medios que no existen”.

Por su parte, Andrés Ortiz, sostuvo que la información es un proceso, una producción, una fábrica moderna para fabricar información como lo denunció en su momento Carlos Marx.

También se ventiló en este foro la proliferación de “noticias falsas” en las redes sociales y en los demás medios de comunicación, con la gravedad de que el receptor las acepta y opina sobre ellas como si fueran ciertas. Las falsas noticias se han convertido en un virus o una verdadera pandemia en el siglo XXI.

Sin embargo, consideramos que fue una discusión gaseosa, pero sobre todo, descontextualizada de la realidad histórica que vive la humanidad. Una discusión academicista para un escenario atiborrado de estudiantes de periodismo.

Después de insistir y persistir para que nos permitieran opinar lo logramos por espacio de cuatro minutos. ¿Qué dijimos?

1.      El foro giró en la dinámica de cuestionar la labor del periodista, como si tuviera la formación académica, ética y económica para asumir libremente lo que dice y escribe diariamente.

2.     De acuerdo con la profesora Beatriz Jaime cuando dice que estamos buscando el problema en las sábanas y no donde realmente deberíamos buscarlo.

3.     El periodismo es la mejor profesión del mundo, es la profesión más hermosa, no lo digo yo, lo dijo Gabriel García Márquez.

4.    El periodismo hay que mirarlo (estudiarlo) en contexto y no por abstracción. Si miramos esta actividad por abstracción, terminamos en las nubes divagando y en círculo vicioso.

5.     El periodismo como cualquier otra profesión, hay que mirarla en contexto.

6.    Con base en ello hay que decir que el modelo neoliberal arrasó con todas las profesiones. No es nada nuevo. Lo dijo en 1848, Carlos Marx en el Manifiesto Comunista, cuando dijo que hasta las profesiones más nobles serían permeadas por el modelo capitalista.

7.     Hoy, en el marco del modelo neoliberal, la reportería, que era la búsqueda de la noticia, su esencia, sus contradicciones, su veracidad, ha sido reemplazada por la publicidad. Como reportero no salgo a buscar la noticia, sino a buscar publicidad para que me paguen. La sala de redacción, que era el escenario donde se cualificaba la noticia, se dimensionaba, se discutía su veracidad, etc, para ser emitida, ha sido convertida en sala de censura. Esta noticia hay que pasarla así o hay que eliminarla porque esa noticia afecta el consorcio X y ese consorcio es el que nos está financiando.

8.    Llamo la atención a este escenario que es tan joven, que está estudiando, para que miren que toda noticia tiene dos caras y que es nuestro deber presentar las dos para que el receptor tenga elementos de juicio suficientes.

9.    Nuestros medios masivos solo presentan una versión, la versión del más fuerte, la versión de la clase dominante.

Por eso decimos que estos medios son más para oscurecer que para clarificar, son más para alienar que para informar, son verdaderas máquinas represivas y violentas puestas al servicio de la clase dominante.

Hoy, vemos, por ejemplo, cómo están estos medios unidos para colocar presidente de la clase dominante y en contra de Gustavo Petro que encarna la Colombia humana, la Colombia humilde, la Colombia secularmente engañada y explotada.

Petro vino a Ibagué y llenó de extremo a extremo el parque Manuel Murillo Toro, fenómeno que solo se presentaba en la mejor época de Santofimio o el mismo Alfonso López Miquelsen. ¿Qué dijeron la mayoría de
medios de comunicación? Nada. En cambio, viene el narcoparamilitar número 82 Álvaro Uribe Vélez con su payaso Duque y se reúne con 50 personas y estos medios duran hablando del tema dos y hasta tres días.

Es duro, pero es la cruda realidad que hay cambiar, democratizando estos medios y permitiendo que los periodistas estén bien alimentados, bien preparados, bien remunerados, con casa, salud y educación y libertad plena para decir la verdad y nada más que la verdad sin adjetivos. Esa es la apuesta de fondo. Lo demás, son especulaciones baladíes.

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