La administración municipal de la ciudad de Ibagué (Tolima), en cabeza del médico Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, conmemoró el día del bibliotecario, ayer, en la biblioteca Soledad Rengifo de esta ciudad de 600 mil habitantes
El agasajo fue encabezado por la secretaria encargada de Cultura, Turismo y Comercio, doctora Cristina Prada Quiroga y la supervisora Luz Marina Sierra.
Fue un evento sencillo, pero bastante emotivo en el cual se compartió la torta y la copa dentro de un ambiente de camaradería y alegría.
Luz Marina Sierra, destacó la labor del bibliotecario afirmando que la ciudad de Ibagué, según encuesta reciente, ocupa el cuarto lugar a nivel nacional en lectura, lo que tiene que ver en grado sumo las bibliotecas públicas de la ciudad musical de Colombia. “El señor alcalde se ha preocupado – dijo – de la actividad encaminada a fomentar la lectura y en eso lo han venido haciendo ustedes en grado sumo”.
Pidió la funcionaria pública no desfallecer en este empeño de fomentar la lectura en chicos y grandes y, por el contrario, asumir la tarea cada vez con más entusiasmo y responsabilidad.
Por su parte, la doctora Cristina Prada Quiroga, no ahorró adjetivos para destacar la labor del bibliotecario. “Me siento contenta de estar aquí con ustedes compartiendo en la conmemoración del día del bibliotecario que oficialmente es el 23 de abril, pero que la administración municipal tuvo a bien celebrarlo hoy”, dijo.
Agregó: “Realmente la labor que vienen desarrollando ustedes es muy bonita y muy importante, vale la pena destacar y reconocer en estos momentos. Estoy muy feliz con las actividades que vienen desarrollando todos los bibliotecarios y bibliotecarias de la ciudad de Ibagué. El alcalde reconoce y está muy pendiente de esta actividad con todo el corazón. Felicitaciones a todos y a todas”.
Todo proceso democrático serio y humano parte de la salud y la educación. Un pueblo saludable e instruido, es un pueblo libre y soberano. Un pueblo que lea es un pueblo que tiene capacidad de discernir crítica y autocríticamente. Tiene capacidad de pensar por sí mismo. Es dueño de su propio destino.
Porque un pueblo que no lee es un pueblo que no tiene ni pasado, ni presente, ni mucho menos futuro. Está condenado a la oscuridad, a la ceguera y a ser esclavo de una inmensa minoría.
La tarea utópica del alcalde Jaramillo de reconciliar el lector y el libro, parece una quijotada intrascendente, pero en realidad es la base fundamental para un cambio profundo socio económico que tanto necesita la sociedad colombiana en su conjunto.
Alguien escribió: “Temedle a un hombre de un solo libro”. Una persona que no lee no tiene claridad para comprender la situación sociológica y antropológica del ser humano en función social, es amargado e intrascendente. No se atreve a opinar y siempre está dispuesto a ser fácilmente conducido por los demás que no pertenecen a su clase social.
La mejor compañía en el siglo XXI es el libro. Una lectura transforma, sobre todo humaniza y hace crítica a la persona. El bibliotecario aporta su granito de arena en la utopía de fomentar la lectura y los frutos, en el caso de Ibagué, se vienen dando como lo ha destacado la administración municipal a través de la secretaria y la supervisora.
De igual manera, es un estímulo para mejorar y trabajar con más ahínco. En el marco de la crítica y la autocrítica constructiva y humana, seguramente podemos avanzar con más precisión en esta silenciosa, pero fundamental empresa de desintoxicar a los ibaguereños, atrapados en los tentáculos de los medios de incomunicación y el analfabetismo, colocando a su alcanza el libro.
Felicitaciones a todos y todas, los bibliotecarios y bibliotecarias, no solamente de Ibagué, sino del Tolima, Colombia y el mundo. Adelante, el futuro nos pertenece a todos.
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