Por Nelson Lombana Silva
La escuela Olaya Herrera de la vereda Llanitos, del cañón del Combeima (Ibagué, Tolima), desarrolló jornada cultural y artística el 27 de abril, para conmemorar tres eventos importantes: El día del niño, el día del idioma y el día del Tolima. A este evento se sumó la biblioteca Cañón del Combeima de Villa Restrepo.
A pesar de estar el firmamento encapotado y amenazar lluvia, ésta no apareció durante el evento y por el contrario, el sol metálico se filtró por entre las espesas nubes para iluminar la jornada.
Después se desarrollaron diversos bailes con sus trajes típicos por parte de los niños y la recreación dirigida por el instructor Nicolás López. Una delegación de padres de familia hizo presencia.
Por espacio de dos horas y media, se mantuvo la exposición de libros al aire libre, exposición orientada por la biblioteca Cañón del Combeima. Niños, niñas y adultos, pasaron por allí, dedicando algunos minutos a la lectura libre y voluntaria. “Quiero leer porque me gusta”, dijo una niña. “Así aprenderé a leer bien”, dijo un niño mirando con interés el texto que reposaba en sus manos.
También hubo coplas alusivas al día del idioma: “Si no fuera por el idioma, no nos podríamos comunicar, seríamos como animalitos sin poder hablar”…
“Sin poder ni hablar causa con Jof, pero con este idioma no tenemos ni una queja”…
“No tenemos ni una queja, nos podemos comunicar, pero para eso aprendamos a escuchar”…
“Aprendamos a escuchar y también a conversar, a escribir con buena letra y ortografía sin igual”…
“Ortografía sin igual, sin decir malas palabras, porque las malas palabras son puras bestialidades”…
“Son puras bestialidades, de lo que digo con afán, emplea bien tu idioma en favor de los demás”…
“En favor de los demás, y tu vida será alegre, pon mucha atención y aprenderemos a escuchar”…
Al frente de esta jornada cultural y artística estuvieron presentes todos los docentes de esta institución humilde pero digna perdida en la frondosidad del imponente cañón del Combeima.
Sin embargo, hay que destacar la tesonera labor de la profesora Alcira Mejía y el profesor Rubén Darío Acevedo. Alcira se prodigó a fondo para el buen éxito de la jornada de principio a fin; estaba en todas partes y a pesar del estrés que implica organizar, en ningún momento perdió la calma y la sencillez para quien acudía a ella a resolver cualquier inquietud. De igual manera, el profesor Acevedo estuvo muy pendiente del sonido y de colocar la mejor página musical del pentagrama nacional.
Felicitaciones y que viva la lectura, ella nos hace seres pensantes, unidos y libres…
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