martes, 27 de febrero de 2018

Las propuestas concretas están en la Decencia, en la izquierda

Gonzalo Parra, candidato a la cámara por la decencia. Foto Nelosi.
Por Nelson Lombana Silva

Entrevista con Gonzalo Parra

Avanza la campaña electoral en Colombia para presidente y congreso de la república. Se desarrolla entre la decencia y la indecencia. Es decir, entre la izquierda y la derecha.


Mientras la izquierda presenta un discurso renovado, real, con propuestas creíbles en gran cantidad, la derecha se mueve en la post verdad, o sea, en la mentira, alimentando solo el odio, el sectarismo, la violencia y el terrorismo de Estado.

No hay que ser politólogo profesional para advertir esta dinámica. Una izquierda que se robustece poco a poco y una derecha que agoniza en su propio estiércol estimulando los viejos macartismos que tanto dolor le han generado históricamente al pueblo colombiano.

No deja de ser una infamia decir por ejemplo que si gana la presidencia Gustavo Petro le va a quitar a las personas sus bienes. No hay desfachatez más grande, ni desespero de impotencia armar una mentira así y ponerla a circular en los medios pagando sumas exageradas.

La lista de la decencia que aspira a la cámara de representantes por el Tolima, un puñado de hombres y mujeres soñadores convencidos que el país debe pasar la página de la violencia y abrir con esperanza la página de la paz con una actitud y aptitud distinta, basada en la reconciliación, en la unidad y en la participación activa de la comunidad construyendo su propio destino con libertad y en armonía, ha intensificado su gira por todo el departamento, es decir, los 47 municipios.

Acudiendo a la creatividad y utilizando los medios alternativos de comunicación, esta lista viene socializando sus propuestas a un pueblo atemorizado, engañado y hambriento, que lucha diariamente para conseguir a duras penas el medio sustento, pero que en el fondo demuestra honradez, humanismo, deseos de romper con ese embrujo autoritario que carcome a diario la seudodemocracia en este país.

Para la muestra un botón. Hablamos con Gonzalo Parra brevemente, acerca de sus propuestas que viene agitando en todo el departamento. En un par de preguntas el dirigente expone con absoluta convicción y claridad algunas de sus iniciativas. En su discurso no hay odio, hay propuestas para sacar a este país del laberinto de la corrupción en que lo ha sumergido unas pocas familias, como dice Gonzalo Parra.

Esto le dijo a la página web: www.pacocol.org:   

-         ¿Qué balance hace usted de la campaña a la cámara de representantes por el departamento de Tolima?

La organización política a la cual pertenezco se ha denominado Decentes. Debo manifestar que a la fecha estoy gratamente sorprendido por el apoyo de las comunidades en los diferentes sectores de la ciudad de Ibagué y en el departamento de Tolima. Hemos hecho un recorrido por la mayoría de municipios encontrado eco y receptividad a nuestras propuestas.

Esperamos que el 11 de marzo los tolimenses comprendamos que esta es una elección supremamente importante para nuestro país, particularmente para el departamento de Tolima. La paz es uno de los elementos más importantes que iremos a debatir en el congreso de la república. Paz no va a existir en Colombia si hay injusticia social, paz no va a existir en Colombia si falta educación, si falta salud. Hay que llegar al congreso de la república a derogar de una vez por todas la ley 100 de 1993, a crear una nueva ley que nos permita llegar la salud a todos.

La mayoría de personas en Colombia se están muriendo no por las enfermedades agresivas, sino porque no hay una salud oportuna, las enfermedades en esas condiciones se crecen y cuando el médico lo atiende es demasiado tarde.

Colombia ha sido dominada por unas castas sociales, unas pocas familias. Nos han dominado por la ignorancia que por la fuerza. Necesitamos educar a este país. Necesitamos que la educación sea gratuita de cero a nivel universitario.

En Ibagué estamos trabajando en las instituciones que hoy funciona la quinta división, donde anteriormente funcionaba la sexta brigada, en estas instalaciones ya estamos trabajando para que nos las entreguen, vamos a construir una sede de la UPI, que es la universidad pública de Ibagué, en donde todos los jóvenes de los estratos Cero, uno, dos y tres, puedan estudiar allí totalmente gratis.

El sector rural para nosotros es caro a nuestros principios, toda vez que el campo es fundamentalmente la economía de este país. Es el sector agropecuario al que hay que apoyar e impulsar. Presentaré un proyecto de ley al congreso de la república creándose una línea de crédito para el campesino sin intereses y con seguro de cosecha, para evitar que, si el invierno o el verano hace estragos en la cosecha, los bancos no persigan las cuatro o cinco hectáreas que tenemos los campesinos.

Se hace necesario que el gobierno nacional, particularmente el congreso, legisle en favor de los campesinos. No será posible competir con los mercados internacionales si no se subsidia al campo. Colombia podría ser la despensa agrícola de Latinoamérica y del mundo.

Nosotros tenemos los climas, las tierras, las gentes, para poder producir el alimento que queramos. Por eso, necesitamos en el congreso hombres y mujeres que tengamos sensibilidad social.

Colombia es un país eminentemente agrícola, no es un país minero. Por eso, no estamos de acuerdo con la minería a cielo abierto y contaminante. Presentaré también un proyecto de ley mediante el cual se cree el ministerio del agua. Es necesario que se recoja las corporaciones autónomas regionales, que se han vuelto nicho de simple burocracia y de favores politiqueros.

La reserva turística también va a ser motivo de debate en el congreso con mi presencia. Será la oportunidad para invitar a todo el mundo que admire nuestras bellezas naturales. Para hacer realidad esto es necesario cambiar a esos que hoy están en el congreso, pues lo único que han hecho es satisfacer sus intereses personales.

-         Cajamarca, su pueblo, se ha considerado la despensa agrícola del Tolima. ¿Qué propuestas en concreto tiene para que este municipio siga conservando este apelativo?

Cajamarca es un pueblo donde yo tuve la fortuna de haber nacido. Conozco la problemática de mi pueblo. En primer lugar, en Cajamarca se debe ir en la jornada única para que puedan los jóvenes estudiar allí todo el día y evitar las tardes de ocio se dediquen a hacer lo que no tienen que hacer, a aprender lo que no tienen que aprender o a fumar lo que no tienen que fumar.

Esos jóvenes deben estudiar que al mediodía reciban del municipio alimentación y en horas de la tarde hagan actividades deportivas, lúdica, música, pintura, arte, cultura, etc. Eso nos permitirá una educación integral y así rescatar a nuestros jóvenes.

En segundo lugar, Cajamarca no tiene hospital, tiene un puesto de salud, que lo único que hace es demorar a los pacientes para que lleguen tardíamente a los centros de salud. Necesitamos pedirle al gobierno nacional y gestionar recursos para que este municipio tengo hospital de segundo nivel, máxime ahora con esto de la construcción de la calzada y el túnel. Dios no lo quiera se presenta una situación con el volcán y otras tantas cosas que se pueden presentar de riesgo y no tenemos cómo atender a nuestros paisanos.

En tercer lugar, necesitamos hacer realidad el acueducto que tanto hemos querido los cajamarcunos, acueducto que sale de la vereda El Cajón. Es importante, recalco e insisto, el campesino colombiano. Hay que exigirle al Estado vías de comunicación. Hay que conseguir recursos para hace placas huellas y poder mejorar las vías de comunicación.

Lo otro en relación con Cajamarca es comprender y entender que nosotros somos un municipio eminentemente agropecuario. Por eso es necesario establecer allí una sede de una universidad, cualquiera que esta sea, para que los hijos de Cajamarca puedan educarse allí y no tengan que venir a Ibagué, o ir a Cali, Armenia o Bogotá.

-         Esta campaña política se ha venido desarrollando entre la decencia e indecencia. ¿Usted la ve así?

No. Es una campaña donde desafortunadamente, tradicionalmente, por tradición en Colombia nos han sembrado odios. En 1492, el odio era entre los llegados de España, que vinieron no a descubrir sino a invadir y los nativos de nuestra América. En 1810, el odio fue entre Centralistas y Federalistas; en 1886, fue entre liberales y conservadores; ahora quieren implantar el odio entre la izquierda y la derecha.

Aquí, no puede existir paz en Colombia si nosotros no invitamos al pueblo colombiano a desarmar los corazones. Debemos desarmarlos y armarnos de valor para construir una mejor sociedad. No debe existir en Colombia ni categorías, ni estratos sociales y mucho menos separados por el dinero, en Colombia debe existir un solo estrato social donde todos seamos de primera categoría. Debemos tener gobiernos incluyentes en donde todos quepamos. Colombia tiene la riqueza necesaria, lo que no tiene son dirigentes capaces con el mandato que el pueblo les ha dado. Por eso queremos llegar al parlamento a legislar a favor de todos y no a favor de unos pocos. 

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