viernes, 24 de noviembre de 2017

Fidel Castro vive en la conciencia de la humanidad

Por Nelson Lombana Silva

“Tu pueblo menguaba en la miseria de la patria hecha un gran casino de Batista, el lenocinio de los yanquis. Tú dijiste “Hasta aquí”. Tú hablaste, tú influiste, tú organizaste, tú echaste el fusil al hombro con los tuyos, tú combatiste, con el Che, Raúl. Abel, Camilo, Haydé, entre muchos, y al lado del pueblo insurgente triunfaste un primero de enero de 1959, el día más joven del año”[i], son las palabras poéticas que salen del corazón del camarada Fernando Rendón, desde Medellín, la ciudad de la eterna primavera, para relievar desde la poesía espléndida la vida y obra del eterno comandante Alejandro Fidel Castro Ruz, un año después de su muerte.


Visitamos a Cuba en el mes de octubre, permanecimos allí quince días y pudimos comprobar que la vida y obra, los ideales del comandante Fidel, están en la conciencia del pueblo. La consigna: “Yo soy Fidel”, no es simple publicidad mediática, es una fuerza moral poderosa que se agiganta en todo momento en este pueblo, sobre todo cuando surge la adversidad, la arremetida demencial de los Estados Unidos con su brutal bloqueo económico, por ejemplo.

Fidel vive. Está presente en los niños, en los jóvenes, en los adultos, en los ancianos, en la práctica permanente del pueblo por desarrollar los postulados de la revolución socialista, el humanismo. El rostro del cubano se ilumina al referirse al comandante. Lo recuerda con gratitud y a su vez, con compromiso de seguir desarrollando su obra. Sabe perfectamente que Fidel ante todo es presente y futuro.

Toda su vida la dedicó a su pueblo con pasión desbordante. Vivió para el pueblo. Perfectamente con Pablo Neruda pudo decir con absoluta autoridad moral y política: “Confieso que he vivido”.

El Partido Comunista de Cuba

La revolución socialista es sin lugar a dudas su principal obra. La lideró con decisión, coraje, inteligencia y dedicación. El motor de semejante trabajo fue sin lugar a dudas el Partido Comunista de Cuba.

Un Partido marxista – leninista, martiano y bolivariano que supo canalizar la indignación popular ante tanta injusticia social y explotación del hombre por el hombre como venía sucediendo en esta isla caribeña.

Un Partido que supo canalizar el sacrificio y el heroísmo colectivo de hombres y mujeres, hasta derrotar a Fulgencio Batista, vocero oficial del imperialismo norteamericano y la burguesía criolla.

Un Partido nacionalista, internacionalista, socialista y humanista que supo concretar la entrada victoriosa a la Habana, el primero de enero de 1959, después de una cruda y heroica lucha librada en todo el país, especialmente en la Sierra Maestra.

Un Partido Comunista que surgió de la fusión orgánica del movimiento 26 de julio, del Partido Socialista Popular y del Directorio Revolucionario, en histórico primer congreso  realizado del 17 al 22 de diciembre de 1975, siendo el comandante Fidel Castro el encargado de presentar el informe central.

Este primer congreso contó con 3.116 delegados y delegadas, de los cuales el 66 por ciento eran obreros y obreras y el 32 por ciento campesinos y campesinas. Invitados especiales de 87 Partidos Comunistas, Partidos Nacionales Democráticos y Movimientos de Liberación Nacional, también observadores de Partidos Socialistas. Fue un evento amplio, democrático y participativo.

El congreso tomó y aprobó iniciativas trascendentales para la vida socialista de este país antillano. Entre otras: La declaración programática, el anteproyecto de constitución nacional, los Estatutos del Partido, el primer plan quinquenal de fomento de la economía socialista y una serie de resoluciones sumamente importantes para el desarrollo del socialismo en este país.

De igual manera, eligió el Comité Central, el cual quedó conformado por 122 miembros principales y 12 suplentes, quedando la representación de todos los entes que conforman esta nacionalidad, como: Las fuerzas armadas revolucionarias, la intelectualidad, los trabajadores de vanguardia, los cuadros veteranos y juveniles, hombres y mujeres.

La clausura del histórico encuentro se realizó en la plaza José Martí con una gigantesca movilización que reunió a más de un millón de personas.

Características del informe central

Este primer informe central fue presentado por el comandante Fidel Castro Ruz. En él, el comandante sintetiza las luchas emancipadoras de su pueblo, los complejos problemas que encarna una revolución de este tipo, la complejidad del desarrollo de la economía que hasta 1959, era prácticamente colonia de los Estados Unidos.

Brillan con fuerza en este informe, el espíritu autocrítico, sacando a flote los errores idealistas, lo mismo que el coraje del pueblo y la fuerza de las ideas que encarna el marxismo – leninismo. Dijo Fidel: “Siempre será mil veces preferible la autocrítica que la autocomplacencia”.[ii]

Se dimensiona también en este informe los logros de la revolución en distintos aspectos, como el social, económico, cultural, ambiental y político, en la dialéctica combinación del trabajo y el estudio, los avances en salud, educación, cultura, deporte y en la especial protección de la niñez. También se relieva la democracia real y la profundización del proyecto socialista.

Se considera en profundidad la política internacionalista de Cuba, las relaciones con los demás pueblos y movimientos que luchan contra el capitalismo y por una libertad social e integral. En este congreso se definió la unidad inquebrantable con la entonces Unión Soviética, las relaciones en condiciones de igualdad con los países No Alineados en términos de solidaridad, amistad, respetando la libre autodeterminación de los pueblos.

Realmente, se ha escrito bastante sobre la revolución cubana, pero este documento es imprescindible en el momento de dimensionar la revolución socialista cubana que lideró este hombre que hace un año falleció en la Habana (Cuba): Fidel Castro Ruz.

“Hay acontecimientos que son históricos en los grandes procesos políticos. Éste, en que iniciamos el primer congreso del Partido, es uno de ellos”, dice y agrega: “Nos ha correspondido por esto el privilegio de vivir un minuto culminante en la vida revolucionaria de nuestra patria”.

Subraya: “Para llegar hasta aquí ha sido necesario el sacrificio de incontables hijos de la nación cubana a lo largo de varias generaciones. Muchos entregaron su vida por la noble causa de la independencia, la justicia, la dignidad y el progreso de nuestro pueblo. A ellos, los que sufrieron, los que lucharon, los que murieron en las guerras de independencia o en el oprobio de la neocolonia, o en los combates contra la última tiranía o en la consolidación y defensa de la Revolución, dedicamos, en primer lugar, nuestro emocionado recuerdo en este instante. Sin sus ideas, sus esfuerzos y su sangre no habría sido jamás posible este Congreso que hoy se inicia”.

Así comenzó el informe del primer congreso del Partido Comunista de Cuba, el comandante Fidel Castro Ruz, hace 42 años. Su imagen, su ejemplo, sus ideas, siguen brillando sin mancha en el amplio firmamento de América, es una formidable fuerza espiritual también para Colombia prodigarse a fondo por su segunda y definitiva independencia.   

[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo edición número 2911. Página 2 Visión.

[ii] Castro RUZ, Fidel. Enseñanzas de la revolución. Informe al primer congreso del Partido Comunista de Cuba. Ediciones Suramérica Ltda. Colombia 1976. Introducción.

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