domingo, 27 de agosto de 2017

Mercado persa alrededor de la visita del jefe de estado del Vaticano a Colombia

Por Nelson Lombana Silva

La visita del jefe de estado de El Vaticano, Francisco, a Colombia, en el mes de septiembre, es todo un mercado persa que cada vez se exacerba más en la medida que se acerca su visita. Cada quien a su modo busca sacarle partida. Lo curioso es que no es tanto espiritual como sí económico y político.


Mientras la burguesía criminal y explotadora, es decir, pecadora, se empecina en darle una connotación estrictamente religiosa de dientes para afuera, internamente busca de todas maneras sacarle réditos tanto económicos como políticos, principalmente.

Y como siempre la tendencia sigue siendo la misma: La burguesía se queda con la ganancia y el pueblo con la deuda económica. Juan Manuel Santos – por ejemplo – no va sacar un peso de su bolsillo para financiar la venida del jefe de estado del país más pequeño y más poderoso que hay en el mundo.

Algunos cálculos señalan que diariamente le costaría al pueblo colombiano la astronómica suma de 2 millones de dólares, más que menos. El gobierno nacional hace su agosto con dineros del pueblo aprovechando el analfabetismo político y la credulidad de las masas colombianas.

El padre Camilo Bernal, director financiero de la visita del jefe de estado de la conferencia episcopal de Colombia, ha indicado que se ha lanzado una campaña intitulada: “Demos el primer paso”, que busca recaudar 4 mil millones de pesos para ayudar a pagar los gastos que implica su visita. 

Hay que recordar que históricamente la iglesia católica ha estado en alianza permanente con la clase dominante. Su tarea es “atontar”, para utilizar un término castizo, ya un término mucho más elaborado sería alienar, enajenar, para que el pueblo sumiso no se rebele contra la burguesía.

Recordemos también que los Estados Unidos colocaron a su servicio los oficios del jefe del Vaticano para acabar con la Unión Soviética y provocar la caída del muro de Berlín. Incluso, en la patria del entonces jefe de estado del Vaticano, Polonia. Me refiero a Juan Pablo II.

Este jefe de estado también viajó a Cuba con este mismo fin, pero como solemos decir los colombianos tacó burro, porque halló a un pueblo supremamente educado y formado políticamente que salió, lo escuchó, tomó lo positivo y descartó lo negativo. 

Este fenómeno seguramente no sucederá en Colombia, porque en este, no hay un pueblo libre de analfabetismo, tampoco formado políticamente. Casi el 90 por ciento, aún sigue pensando que el origen del papa es divino.

Quizás la diferencia y la tenue esperanza es que el jefe de estado del Vaticano, Francisco, es latinoamericano y si bien no dijo ni mu, siendo obispo cuando su patria Argentina fue víctima de las crueles dictaduras militares, ahora se presenta como jefe proclive a los más pobres y a la defensa del medio ambiente. Eso es importante, por supuesto.

Claro, dice y hace referencia, pero poco y nada dice sobre la postura que debe asumir el pueblo para salir de ese infierno de pobreza, miseria, violencia y subdesarrollo, que históricamente ha mantenido la clase dominante a los pueblos del mundo en el sistema capitalista.

País más pequeño y más poderoso del mundo

El estado de la ciudad del Vaticano, es un país soberano sin salida al mar, cuyo territorio consta de un enclave dentro de la ciudad de Roma (Italia). Es el país más pequeño que hay en el mundo, pero el más poderoso desde la alteridad religiosa y política.

Incluso, se afirma que es un estado mafioso, por cuanto allí, domina la mafia siciliana con fuerza y amplitud. Un estado conspirador y también un estado asesino, por cuanto se conoce que varios papas han sido asesinados, entre ellos, Juan Pablo I, el más reciente.

Su extensión es de solo 0, 44 kilómetros cuadrados, es decir, 44 hectáreas. Su población es calculada en mil habitantes. La basílica de San Pedro representa el 7 por ciento de su superficie y esta y la plaza de San Pedro ocupan el 20 por ciento.

Comenzó siendo estado el 11 de febrero de 1929, tras la firma de los pactos de Letrán, participando de ellos, Pietro Gasparri, en representación de la Santa Sede y Benito Mussolini, primer ministro del reino italiano. Este había sido adquirido en franca lid en 1870 por los estados pontificios.

¿Qué se espera de la visita de Francisco?

Es interesante que un jefe de estado visite el pueblo colombiano, aunque sea dicho con la mayor honradez, poco y nada le ha representado. Sin embargo, es importante.

En el caso de la visita del jefe de estado del Vaticano hay muchas expectativas, a parte de la religiosidad pues es una iglesia que diariamente viene perdiendo adherentes y Colombia es para esta, un verdadero fortín que seguramente hay que fortalecer.

La expectativa se centra en las posturas democráticas que ha venido expresando el jefe de estado, Francisco. Su postura con el proceso de paz y su llamado a defender la pacha mama.

En sus declaraciones oficiales siempre ha mantenido la posición de la paz y de aclimatar un ambiente de reconciliación entre los pueblos sacudidos por tanta violencia producto del terrorismo de estado que ha sufrido Colombia.

Esperamos que el papa ratifique en su gira el compromiso con la paz y ayude a frenar la violencia que lidera el Centro Democrático con el católico, Álvaro Uribe Vélez, a la cabeza. Ayude a comprender que la paz es producto de la justicia social y que el gobierno nacional debe cumplir cabalmente sus compromisos en el proceso de implementación de los acuerdos con la Farc, como ésta lo viene cumpliendo cabalmente.

Eso sería lo más importante y justificaría en parte la enorme cantidad de dinero que tiene que pagar el pueblo por tener al jefe de estado del Vaticano en Colombia.

Hay que escucharlo y destacar lo positivo para el pueblo y rechazar lo negativo. No hay que tragar entero. Es más: Estar dispuesto a recibirlo más con la razón que con la emoción.

Foto: Ilustración Semana

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