Vicente Fox realizó “amenazas directas de muerte” contra el presidente venezolano, Nicolás Maduro, en una conferencia en Barranquilla. |
Por Nelson Lombana Silva
Con su consabida doble moral, los Estados Unidos y los gobiernos falderos a esta dictadura imperialista, levantan todo un escándalo porque el proceso revolucionario que se viene desarrollando en la hermana república bolivariana de Venezuela, se vio precisado a expulsar algunas cadenas de comunicación como Caracol, por la forma miserable de prestarse para encubrir paramilitares golpistas y reaccionarios.
La decisión nada tiene que ver con censura y menos con libertad de expresión como es la cacareada versión que vienen difundiendo los medios que obedecen ciegamente los dictámenes y los libretos de la CIA, en la campaña denodada por desestabilizar este proceso con el fin de tomar posesión nuevamente de las riquezas minero – energéticas que hoy poco a poco vienen pasando a los verdaderos y justos propietarios: El Pueblo.
Así resulta necesario explicar que el motivo de la decisión nada tiene que ver con la misión del periodismo, tiene que ver con la pérfida decisión de prestarse para invadir la patria de Bolívar de bandidos y criminales paramilitares.
En la hermana república bolivariana de Venezuela no hay censura de prensa. Si fueran honestos y tuvieron libertad los periodistas para decirlo, lo dirían. Pero, realmente no lo pueden decir porque son obreros de verdaderos oligopolios informativos, que están al servicio de sus intereses de clase. Sabemos que los medios informativos son máquinas concebidas para agredir la verdad y colocarse al servicio de la clase dominante, este caso de la oligarquía mantuana y el imperialismo norteamericano.
Una de las primeras acciones del presidente argentino Macri, fue censurar el canal Telesur. ¿Qué dijeron los medios adictos al imperialismo estadounidense? Nada. Guardaron silencio cómplice. Eso sí fue censura.
Lo que hay que dimensionar son los métodos criminales que vienen utilizando los Estados Unidos y la burguesía mantuana para tratar de detener la revolución venezolana. Las más viles estrategias vienen implementando sin las más elementales normas éticas.
Porque en la misma guerra hay normas que las partes en conflicto deben respetar por ética. Dichas normas están consagradas en los acuerdos de Ginebra y se sintetizan en el Derecho Internacional Humanitario (DIH). Los Estados Unidos no respetan estas normas, las violan a diario.
Los Estados Unidos, a través de su presidente Donald Trump, persisten en amenazar al pueblo venezolano, irrespetando una vez más la libre autodeterminación del pueblo patriota. Eso hay que rechazarlo, condenarlo y solidarizarnos con Venezuela. Venezuela es América, es Bolívar, es Sucre, es Anzoátegui, es Martí, es esperanza.
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