“¿Nos vamos a dejar matar de las EPS en Colombia?” Foto: Internet |
Por Nelson Lombana Silva
Acorralada por las bellaquerías que a diario cometen las
Empresas Prestadoras de Salud (EPS), macabro invento del ex presidente y hoy
senador de la república, Álvaro Uribe Vélez, al ser ponente de la ley 100 de
1993, una paciente de la Nueva EPS en la ciudad de Ibagué (Tolima), dijo
durante una larga espera: “¿Nos vamos a dejar matar de las EPS?”
La preocupación
de esta paciente tiene sobradas razones, pues la forma como vienen actuando
estas EPS no para más. Antes de entregar un medicamento cansan al paciente, haciéndolo
ir de una parte para otra. En el caso de la Nueva EPS, por ejemplo: De la calle
45 debe ir el paciente a la 42, de la calle 42 a la 28 y de allí para 23.
Cuando la
persona resiste sube y baja como el yoyo, generalmente no le entregan los
medicamentos completos. En caso de enfermedad como la diabetes que el
especialista da el tratamiento para tres meses, es común que solo entreguen los
medicamentos para uno o máximo dos meses. Envolatan al paciente con miles de
cosas, como que el sistema no lo registró, que hay que hacer el procedimiento
nuevamente, que hay que esperar ocho días, etc, etc, etc.
El neoliberalismo
ha pulverizado el juramento hipocrático de los médicos. No es posible que ahora
para todos los dolores y malestares formulen el mismo medicamento: Acetaminofén.
Duramos como casi tres meses tramitando una cita con un especialista para una
menor de edad. Pague en una ventanilla, pague en otra, espera, carreras, filas,
etc. Al fin se logró la anhelada cita: Medicamentos: 5 pastillas de
acetaminofén y listo. ¡Qué desilusión!
Así como
están las cosas, resulta un verdadero “suicidio” asistir a la cita con un
especialista por parte de las EPS. No es raro encontrar frases muy dudosas como
estas: “Estoy más enfermo yo que usted”, “Ese malestar, ese dolor, es normal”, etc,
etc, etc. Claro, hay profesionales serios y le dicen por debajo de cuerda
muchas veces al paciente: “¿Cuál fórmula quiere: La que me ordena la EPS o la
que usted con ella, sí se va aliviar?” Con eso dice todo el médico. Esta profesión
también fue prostituida por el capitalismo como bien lo profetizaron Carlos
Marx y Federico Engels, en 1848, cuando escribieron el Manifiesto Comunista.
La salud convertida en una vulgar mercancía como lo
explica el profesor Renán Vega Cantor en su libro la Universidad de la
Ignorancia. Un negocio servido a la clase dominante.
El gobierno da un valor percápita a la EPS por cada
colombiano de $689.508 pesos para el régimen contributivo y para el subsidiado
$616.849 pesos. Además, niegan la atención o prestación de servicios para que
el cliente (ya no es paciente), no les haga sombra en las diarias ganancias
astronómicas. ¿O será que una EPS va a devolver el dinero al Estado del
paciente que no utilizó los servicios? “Mamola”, diría Gaitán.
Estas EPS buscan unos terceros para que atiendan esta
prestación de servicios de salud, dígase – por ejemplo – los hospitales y las
clínicas. Son tarifas bajas, al fiado, niegan el pago de los insumos,
medicamentos, evaden aquellos procedimientos de alta complejidad, se la
facturan al cliente (paciente), etc. Hacen miles de marrullerías para que sus
ganancias líquidas sean cada vez más elevadas.
Son malas pagas, pícaras, no pagan. En el caso del Tolima
hay más de 14 hospitales cruzando aguda crisis financiera, precisamente, por no
pagar oportunamente las EPS. Ante eso, el gobierno nacional guarda silencio
cómplice.
Ese es el origen de la crisis de la red hospitalaria en
Colombia. Claro, sumado a ello la criminal corrupción, el manejo politiquero e
infame que el gobierno hace de la salud en Colombia.
Antes de ser intervenido el hospital más importante del
centro del país, el Federico Lleras Acosta, estaba recuperando solo el 50 por
ciento de la cartera morosa; ahora que está intervenido, la recuperación es
apenas del 42 por ciento. Hoy, estas EPS le adeudan a este hospital la
astronómica suma de $152 mil 520 millones 939 mil 293 pesos, distribuidas así:
Régimen contributivo
Cafesalud
|
$1.584.199.433,15
|
Humana vivir
|
$1.348.037.475,oo
|
Nueva EPS
|
$5.817.585.862,42
|
Saludcoop
|
$4.383.311.269,07
|
Unión Temporal Salud Tolima
|
$2.411.761.768,oo
|
Régimen subsidiado
Asmet salud
|
$3.985.577.853,19
|
Café salud
|
$10.333.785.825,oo
|
Comparta Salud
|
$2.936.908.307,95
|
Salud Ecoopsos
|
$1.995.463.856,oo
|
Pijaos Salud
|
$5.289.484.145,09
|
Salud Vida
|
$14.378.011.246,19
|
Solsalud
|
$8.425.958.313,97
|
IPS privadas
|
$2.565.176.214,oo
|
Emcosalud
|
$1.573.116.160,oo
|
Régimen prepagos
Régimen prepagos
|
$70.229.777,oo
|
Subsidio a la oferta
|
$13.564.814.874,56
|
Alcaldía de Ibagué
|
$19.673.368,oo
|
Gobernación del Tolima
|
$11.080.397.463,06
|
Aseguradora Soat
|
$8.406.557.681,84
|
Estas son
las que más le están adeudando al Federico Lleras Acosta, por cuanto hay más
con cuantías menores, pero que de todas formas contribuyen a colocar a este
centro asistencial de tercer nivel en vía de extinción, mejor: Privatización.
Este hospital
contaba con 40 camas en Uci Neonatal, con la fatídica intervención actualmente
están funcionando a duras penas solo 17.
Esa es
la problemática concreta de la salud en Colombia, sobre todo el origen. Sin embargo,
el gobierno nacional guarda cómplice silencio, porque si tuviera voluntad
política para resolver la problemática aguda de la salud y de los hospitales
públicos, obligaría a esas EPS a pagar cumplidamente.
Así las
cosas, el grito dramático de la paciente ibaguereña preguntado a sus mismos
compañeros de filas enormes y esperas eternas que si nos vamos a dejar matar
por estas EPS, pues no es una exageración, es una terrible realidad. A lo cual,
el Partido Comunista propone la unidad del pueblo para derrotar la ley 100 de
1993 e igualmente, derrotar el capitalismo con su modelo neoliberal, abriendo
las posibilidades a construir el socialismo en Colombia. No es una utopía
irrealizable pensar así.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario