A pesar de las amenazas del paramilitarismo contra dirigentes populares y políticos de izquierda en el Tolima, la lucha se desarrolla en distintos frentes de masas.
El pasado 3 de junio – por ejemplo – se desarrolló la gigantesca octava Marcha Carnaval en la ciudad de Ibagué. Los casi 50 mil personas que asistieron en un desfile pacífico y multicolor, rechazaron una vez más la política del presidente Juan Manuel Santos de la locomotora minero – energética y la presencia rapaz de las multinacionales y transnacionales en esta sección del país. “Agua sí, mina no”, fue la consigna que la gigantesca marcha coreó durante el recorrido. Además, expresó su voluntad de apoyar la consulta popular ambiental para decir NO a la explotación minera y SÍ a la defensa del recurso hídrico.
Ya el 28 de mayo, el Partido Comunista Local Ibagué había desarrollado el seminario – taller con el objetivo de estudiar fórmulas de afinar la parte orgánica y política del Partido Comunista, con el propósito de interpretar y actuar correctamente en los hechos históricos que se vienen sucediendo en la denominada ciudad musical de Colombia.
El paro nacional agrario e indígena comenzó con fuerza en el Tolima. Hacia el sur los indígenas se encontraron en el municipio de Saldaña y un grupo importante de campesinos en el municipio de Líbano. Han pasado once días y la protesta continúa.
Los campesinos del norte que se congregaron en el Líbano, montaron cambuches en el romboide del perímetro urbano de esta población. Cada hora y por espacio de 15 minutos vienen bloqueando la principal vía de acceso, con la presencia permanente y hostigante de la policía y agentes secretos disfrazados de labriegos, al parecer. Son cerca de doscientos trabajadores del agro que completan doce días en movilización y protesta.
La juventud comunista, Juco, se prepara a celebrar la conferencia local con entusiasmo, compromiso político y revolucionario, colocando todo su talento y juventud al servicio de un cambio real con verdadero rostro humano.
Las más disímiles fuerzas políticas en este departamento se vienen colocando de acuerdo alrededor de dos puntos fundamentales: La defensa del proceso de diálogo entre las guerrillas de las FARC – EP y ELN, lo mismo que la defensa del recurso hídrico hoy amenazado por las multinacionales y transnacionales, en el marco de la política santista de la locomotora minero – energética.
También las organizaciones sociales se vienen reuniendo con propósitos similares, alrededor de iniciativas importantes para el pueblo tolimense. Se trabaja activamente en la reorganización del sindicato nacional de trabajadores de la prensa (ASOPRENSA), único sindicato nacional consecuente con los intereses de los trabajadores de los medios, según su presidente nacional, el compañero Carlos Rojas.
Por estos días, se reunió ASODEMUC, organización que aglutina a las mujeres. Fue un taller amplio, democrático y participativo, taller en el cual se ventiló la problemática, pero también las posibilidades de la mujer en esta ciudad y en este departamento.
En el centro de la discusión en el Tolima hay dos temas fundamentales: La paz, los diálogos de la Habana y el tema ambiental. Crece la resistencia, ante la arremetida de los enemigos de la paz y los amigos de las multinacionales y transnacionales. El Tolima está en pie de lucha.
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