miércoles, 18 de marzo de 2020

Ibagué vibró con el cacerolazo

Captura de pantalla
Por Nelson Lombana Silva

A pesar de la fuerte inmovilidad por las arbitrarias y tardías medidas tomadas por el gobierno nacional con el tema de la pandemia del coronavirus, los ibaguereños se las ingeniaron para protestar desde sus casas haciendo sonar las cacerolas y cuanto objeto hiciera ruido. Este comenzó a las ocho de la noche y rápidamente se hizo más sonoro a lo largo y ancho de la ciudad de 600 mil habitantes. El toque de queda, tampoco fue impedimento para protestar por las medidas arbitrarias y corruptas que viene tomando el presidente Iván Duque Márquez, catalogado internacionalmente como el subpresidente de Colombia.


Aprovechando la pandemia, la oligarquía colombiana arrecia sus políticas reaccionarias contra el pueblo colombiano. El paquetazo se impone a raja tabla, el genocidio contra los líderes populares, sindicales, campesinos e indígenas continúa a lo largo y ancho del país. Los escándalos sobre la compra de las elecciones  del espurio  presidente o subpresidente Iván Duque Márquez, van en aumento. La ex senadora Merlano colocó en la picota pública la clase politiquera de la costa norte, donde se destacan las familias Char y Gerleyn, entre otras. Y, más recientemente, en la Guajira la “Ñeñe política”.

De igual manera, el pueblo rechaza la errática política internacional de este gobierno. Es una vergüenza. Va a las Naciones Unidas a mentir, presentar cifras ficticias y hacer promesas que no cumple. Además, se presenta como perro faldero de Estados Unidos para agredir a los pueblos latinoamericanos, como la hermana República Bolivariana de Venezuela. Se alía públicamente con el paramilitarismo (Los rastrojos), para garantizarle el paso y la seguridad al payaso sirviente del imperio, Juan Guaidó. En la hacienda del embajador colombiano en Uruguay, descubren tres laboratorios para procesar cocaína y el señor Duque ni se inmuta. Álvaro Uribe Vélez recibe todos los días denuncias por nexos con el paramilitarismo, gestor de los falsos positivos (Ejecuciones extrajudiciales), apoderamiento ilícito de miles de hectáreas de tierra y no pasada nada. Por el contrario. Cínicamente sigue por el país dando cátedra de “ética, moral y patriotismo”.

Todas estas son razones acumuladas que el pueblo expresó anoche con este cacerolazo, se van creciendo y las posibilidades de una revuelta total se observa en el horizonte. El pueblo no aguanta más tanta ignominia, tanto desprecio, tanta promesa, tanta mentira y tanta explotación criminal. “Tanto va el cántaro al agua hasta que por fin se rompe”, dice el dicho popular. Con la lucha lo único que tiene el pueblo por perder son sus cadenas, en cambio, tiene un país por ganar, libre del coronavirus que representan el Centro Democrático, el uribismo y la corrompida y descompuesta oligarquía. La protesta de anoche enseñó claramente que el pueblo está indignado y quiere salir a hacer justicia de verdad. Hay que apoyar la iniciativa. ¡Viva el Paro Nacional! ¡Viva la unidad! ¡Viva la movilización!

Jhonatan Varon

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