sábado, 28 de marzo de 2020

EE.UU: Pone precio a la cabeza de los líderes venezolanos

Por Nelson Lombana Silva

Al develarse un nuevo plan terrorista de los Estados Unidos, contra el proceso revolucionario que se viene desarrollando en la hermana República Bolivariana de Venezuela, el presidente Donald Trump, desvergonzada y fríamente como el más vulgar criminal, les colocó precio a los principales dirigentes de la Revolución Bolivariana. Ofrece por la cabeza del presidente, Nicolás Maduro Moros, la suma de quince millones de dólares.


El siniestro plan se implementó en Colombia con el beneplácito del inepto presidente, Iván Duque Márquez, seguramente asesorado por el narcotraficante número 82, según la CIA, Álvaro Uribe Vélez. Todo un complot encaminado a aniquilar el proceso revolucionario que se viene desarrollando en la Gran Patria de Simón Bolívar y Hugo Rafael Chávez Frías.

El plan se ejecutaría durante los días 23 y 25 de marzo, aprovechando que el gobierno bolivariano había enfilado todas sus baterías a hacerle frente a la pandemia Covid – 19. Mientras todos los países del mundo deponían las diferencias ideológicas y políticas, para conjurar la apocalíptica pandemia, Donald Trump y sus cuarenta ladrones, por la espalda y a mansalva querían eliminar al presidente venezolano y otros altos dirigentes como Diosdado Cabello, Jorge Arreaza, Jorge Rodríguez, etc.

Sin embargo, el criminal atentado chocó nuevamente con la gigantesca muralla que constituye el pueblo organizado, politizado y consecuente, al lado de unas fuerzas militares leales al pueblo y al proceso revolucionario.

Sin lugar a dudas, son acciones desesperadas del imperialismo, ante el galope inexorable de su ocaso. No tiene Donald Trump la suficiente disponibilidad presupuestal para conjurar la pandemia en su país, pues el déficit de camas, medicamentos y médicos, son notables a pesar de su campaña publicitaria, pero sí para ofrecer quince millones de dólares para asesinar a dirigentes comprometidos con los más sagrados derechos del pueblo venezolano.

Además, resulta más vergonzoso saber que el “presidentico” colombiano y lo más conspicuo de la mafia criolla, están comprometidos hasta los tuétanos en todos estos criminales y fallidos planes desestabilizadores. El desertor militar venezolano, Rubén Darío Figuera, develó con pelos y señales la trapisonda monstruosa que se venía desarrollando en la oscuridad de la noche. Salieron a flote nombres claves como Clíver Alcalá Cordones y Robert Colina Ibarra, alias “Pantera”, quienes al parecer se mueven libremente en la Guajira, seguramente escoltados por el binomio militar-paramilitar.

Una agresión contra el hermano pueblo patriota de la República Bolivariana de Venezuela y sus principales líderes, es una agresión contra el continente y contra la humanidad. Así las cosas, ningún ser humano cuerdo puede ser indiferente y neutral. Por el contrario. Tiene el deber moral y político de asumir una postura consecuente de solidaridad y acción en defensa de este proceso revolucionario. Si se hunde Venezuela, se hunde el continente. Así de sencillo. Como dice el presidente Maduro: “Máxima alerta, ojo pelado”.

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