jueves, 9 de enero de 2014

Pardo Leal está preso en el sótano del palacio de justicia

Busto del camarada Jaime Pardo Leal prisionero en el sótano del palacio de justicia. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva

El candidato presidencial por la Unión Patriótica, UP, Jaime Pardo Leal se encuentra prisionero en el cuarto de san alejo del palacio de Justicia de la ciudad de Ibagué, Tolima, sin resolvérsele su situación jurídica. Es víctima de la justicia lerda y paquidérmica cuando se trata actuar a favor del pueblo.



Metido en el cuarto oscuro y sucio, herido y despreciado por el régimen capitalista, se yergue imponente como lo suele hacer un revolucionario consecuente el ex magistrado y eximio camarada Jaime Pardo Leal.


Recorrimos el palacio de Justicia en busca de información. No fue tarea fácil, pero lo logramos, gracias a compañeros de Asonal Judicial. Con  la ayuda del secretario de esta oficina sindical pudimos llegar al cuarto y comprobar la presencia allí del candidato presidencial por la Unión Patriótica, vilmente asesinado por el Estado en el marco del terrible genocidio contra la Unión Patriótica.


Indagamos por el autor del busto, lo ubicamos y lo entrevistamos. Se trata del escultor y periodista, Miguel Ángel Merchán Santos. Es un artista de derecha, que se atrevió a hacer el rostro del dirigente político de izquierda por encargo de un gobernador también de derecha “curiosamente”.


La obra está hecha en mortero, es decir, concreto y duró en su elaboración, según el artista, aproximadamente tres meses. La tarea que se le plantea a la izquierda es la de rescatar o liberar al camarada Pardo Leal  de allí para que esté y permanezca por siempre en contacto directo con el pueblo tolimense.


La entrevista con el cultor es la siguiente:


-         ¿Cuál es la historia de la escultura del ex candidato presidencial por la Unión Patriótica, Jaime Pardo Leal?


Lo cierto es que el señor gobernador Fernando Espinosa, me mandó a hacer a Jaime Pardo Leal porque quería rendir tributo no solamente a un gran personaje de Colombia, sino como un detalle de gratitud a los profesionales del derecho del Palacio de justicia para congratularse con ellos que deberían tenerlo porque entiendo que Jaime Pardo Leal les ayudó mucho en materia de garantías, de trabajo y de tantas cosas que a mí se me escapan a los trabajadores del derecho.


El señor gobernador me pagó la obra que mandó a hacer e hizo un acta haciéndole entrega al poder judicial la escultura de Jaime Pardo Leal que yo haya hecho. Lo cierto es que estoy extrañado que han pasado muchos años y la escultura se mantiene en un sótano, en forma deteriorada, no vista al público.


-         ¿De qué está hecha esta escultura?


Es un concreto. Cuando dice que es escultor le dicen en qué material y uno la hace en el material, puede ser en una aleación de metales, bronce, mármol, piedra, de lo que le digan.


-         En el caso particular de esta escultura del camarada Jaime Pardo Leal, ¿De qué está hecha?    


Esa está hecha en un mortero. Mortero es un concreto.


-         ¿Cuánto tiempo para hacer esta obra?



Generalmente me gasto haciendo un rostro tres meses.


-         ¿Qué aspectos hay que tener en cuenta para que un rostro sea bastante parecido al personaje?


Muy buena su pregunta. Yo terminé de hacer a Emeterio y Felipe, los tolimenses, y un ingeniero me preguntó y usted cómo hace, Miguel Ángel. Yo le dije: Dios. Entonces, la respuesta para usted sería la misma: solamente con Dios porque en la vuelta de la esquina no hay un folleto que me diga cómo debo hacer un rostro de un personaje.


-         ¿Cuánto tiempo le lleva observando el rostro para plasmarlo en la obra de arte?


Eso es un laberinto porque a uno se le pierde de tanto verlo y la mejor técnica es dejar de verlo para poderlo ver. Por eso el tiempo que me gasto son tres meses para lograr ver lo que no he podido ver y alcanzar el talento y la inspiración que Dios le ha dado en una inmensa emoción que es cuando se logra.


-         ¿Cuánto tiempo lleva en el terreno mágico de la escultura?


Toda la vida. Yo llevo 68 años de edad, pero desde los 18 años he venido trabajando la escultura, ya soy siete veces galardonado como escultor por la asamblea departamental, por el concejo de Ibagué varias veces, por instituciones democráticas que les han dado un valor artística a mis obras que he hecho. Son varias las que he hecho en el departamento del Tolima: Unas se han ido para el Brasil, el gobernador actual es testigo, otras se han ido para Méjico, Estados Unidos, en una manera muy silenciosa que ni usted siendo periodista colega sabía que yo era escultor.


-         Durante esta dilatada actividad escultural, ¿Qué rostros ha plasmado?


Adriano Tribín Piedrahita, está a la entrada a la gobernación; Jaime Pardo Leal, Tulio Varón que se encuentra en la calle 15 entre las carreras quinta y sexta; Henry Varón, Beatriz Gómez de Pérez en el municipio de Venadillo, que me la pagó el actual gobernador hace mucho tiempo, Gabriel Camargo, el cacique Ibagué, La Tamalera, la campesina, Emeterio y Felipe. Es decir, se me escapan una cantidad de obras, pues estoy en esto desde los 18 años. Quisiera tener un almacén o un muestrario, pero no porque voy saliendo de la obra.


-         Usted se ha especializado en hacer rostros…


Sí, eso se llama género realista. Hay abstracto, impresionismo, modernismo. Hay varios géneros. El más difícil es el realismo. Eso es más difícil que hay.


-         ¿Por qué el género realismo es más complicado?


Porque yo lo dibujo a usted y tenga en cuenta que usted es único en este planeta, entonces no puede ser parecido sino que esa debe ser la escultura. Esa inspiración, ese talento es con el don de Dios, porque además, le cuento: Yo no puedo decir y señalar quién me enseñó a mí la escultura. No he ido a la universidad. Es un don propio. Auténticamente propio.


-         ¿Qué satisfacciones y qué frustraciones le han generado este bello arte de la escultura?


Está bien la pregunta. Las satisfacciones son múltiples, mucho más que un orgasmo. Es una emoción incalculable e indescifrable, inenarrable y las frustraciones pues son los vándalos que se tiran las obras en las partes públicas, que no alcanzan a tener la cultura y no sé por qué se estrellan con una obra para robarse un pedacito de varilla. Esa es la frustración que a veces le causa a uno, pero de resto no. De resto maravillosa todas las complacencias y las felicitaciones de la gente.


-         ¿No le resulta frustrante para usted que una obra como la del ex magistrado Jaime Pardo Leal se encuentre abandonada en el cuarto de san alejo del palacio de justicia?

Pues mire: Allá, hay mucho Derecho, pero de pronto el derecho no es al derecho, sino al revés. Allá, ignoran que existe una propiedad intelectual, un derecho de autor, que existe un derecho patrimonial, que existe un derecho moral y que todos esos, serían negocios que yo podría ganarme en una demanda multitudinaria y me ganaría un gran capital.


-         ¿Seguirá construyendo rostros?


Sí, porque me agrada, me gusta mucho, pero fíjese usted que yo no he replicado contra el poder judicial, pero hombre, usted que está haciendo esta labor y si hacen obediencia evitarían una demanda más adelante que yo adelantaría contra el poder judicial. Me gustaría seguir haciendo muchas esculturas del género del realismo. Eso me permite inmortalizar, perpetuar a las personas, porque primero se trabaja la nobleza que es la arcilla, luego pasa a la perpetuidad que es la rigidez y en la plata aparece el nombre de uno y uno siente cierto orgullo con humildad de que eso se ha hecho con las manos de uno.


-         ¿Siente usted que el gobierno apoya la cultura, el arte en Colombia?


No, no. Eso es una absoluta ignorancia, pero rotunda. Si usted va al viejo mundo encuentra esculturas, es lo que más se encuentra, porque encuentra historia, porque encuentra una leyenda de cosas del pasado a través de las esculturas. Aquí estamos muy miopes. Los señores del gobierno no saben de arte. Mire usted que aquí se hacen y se hacen edificios, pero a ningún concejal le ha dado por decir: Hagamos una reglamentación de que a cada edificio de cinco pisos tenga que existir una escultura del orden histórico, artístico, modernista, lo que sea, pero la ciudad sigue miope.


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