miércoles, 22 de febrero de 2023

Los devaneos de la política internacional del presidente Petro

 

Leyva, el expresidente Juan Manuel Santos y el exmandatario español Felipe González se reunieron con Ramírez en Madrid, donde reside desde 2021. Foto: Ministerio de Relaciones Exteriores

Por Nelson Lombana Silva

No hay felicidad completa, dijo el laureado escritor colombiano Gabriel García Márquez. La política internacional del presidente colombiano Gustavo Petro, unas veces sí otras veces no. Se le ocurrió decir en su momento – por ejemplo – que estaba de acuerdo con que la Amazonía fuera custodiada con marines gringos, ha permitido la construcción de una nueva base militar gringa en territorio nacional, en la isla Gorgona del Pacífico Colombiano, no ha dicho nada sobre las numerosas bases norteamericanas en territorio nacional y ahora, se le ocurre ofrecerle nacionalidad a Sergio Ramírez Mercado, un comprobado gusano contrarrevolucionario nicaragüense. ¿Una forma de congraciarse con el imperialismo norteamericano? Es muy posible.


En un momento tan crucial para Colombia, pretender prender una vela a Dios y otra al Diablo, no es correcto, genera confusión e incluso, dudas; dudas que aprovecha muy bien el enemigo de clase.

Pero, ¿Quién es Sergio Ramírez Mercado? Inicialmente, fue un gran revolucionario, llegando a la vicepresidencia de la república de Nicaragua con el movimiento Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Hizo parte de la Junta de gobierno de reconstrucción nacional, al triunfo de la histórica Revolución Sandinista el 19 de julio de 1979. El pueblo alzado en armas había derrotado la sangrienta dictadura de Anastasio Somoza.

El gobierno constituido el 10 de enero de 1985, surgido de las elecciones del 4 de noviembre de 1984, como se dijo, Ramírez Mercado se consagró como vicepresidente nacional hasta el 25 de abril de 1990, cuando la derecha y extrema derecha se unieron y retornaron al gobierno, con Violeta Barrios de Chamorro.

Cooptado por la derecha y la extrema derecha, Sergio Ramírez Mercado, da una voltereta de 360 grados deslizándose vergonzosamente a la derecha, colocándose a la orden del imperialismo norteamericano, quien lo compromete con la división del frente sandinista. En 1996, fue candidato presidencial por el movimiento “Renovador Sandinista”, dividiendo el FSLN. Se va lanza en ristre contra el proceso revolucionario liderado por Daniel Ortega, sin sonrojarse. Su malévola acción de la primavera de 2018 contra la Revolución Sandinista, se dio en septiembre de 2021, lo que originó orden de detención contra este desteñido y traidor personaje, que en ese momento viajaba con destino a España, donde se quedó como buen cobarde en condición de “exiliado”.

El juicio revolucionario contra Ramírez Mercado continuó su curso, observando el procedimiento constitucional y democrático. En Febrero de 2023, el Tribunal de Apelaciones de la Circunscripción Managua, sentenció la retirada de la nacionalidad nicaragüense, al igual que a otros 93 traidores contrarrevolucionarios, por sus actividades contra la Revolución Sandinista y contra el Gobierno Socialista del FSLN que preside el compañero Daniel Ortega.

Esa “piltrafa política” la recicla la diplomacia colombiana ofreciéndole la nacionalidad colombiana. Es lamentable la postura asumida por el canciller Álvaro Leyva. Un personaje que traiciona una Revolución, una heroica patria y un proyecto socialista no merece la nacionalidad colombiana. Ojo, presidente Petro, el dicho es muy diciente: “Cría cuervos y te sacarán los ojos”.

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