Por Nelson Lombana Silva
Causa escozor la frialdad como la prensa adicta al imperialismo norteamericano, desinforma a la opinión pública. Las más elementales normas éticas del periodismo, son violadas permanentemente y de qué manera.
La intervención de Vladimir Putin, presidente de Rusia, sobre la lucha que libra contra el régimen fascista, homófono y racista de Ucrania, fue totalmente tergiversada por estos medios sin sonrojarse.
Colocaron a Putin una vez más como el villano y a Joe Biden, el héroe, el padre putativo de la democracia. La intervención del gobierno ruso fue burdamente manipulada para dar la sensación que es el malo que no quiere dialogar sino impulsar la guerra en todas sus formas y manifestaciones.
La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), como la salvadora de la humanidad, cuando en realidad es una recua belicista que estimula a diario la tercera guerra mundial al precio que sea, en forma totalmente irresponsable. No se puede jugar con candela sobre un polvorín nuclear como lo vienen haciendo Estados Unidos y la OTAN.
La visita del presidente estadounidense a Ucrania, es una verdadera bofetada a la paz mundial, un intento de intensificar la confrontación militar y una clara intervención directa en favor del fascismo que encarna el mandatario ucraniano.
En su reciente intervención Putin fue claro al decir que reaccionaría a la acción que haga Estados Unidos. Los medios de incomunicación del gran capital, señalaron lo contrario, lo cual es una infamia de aquí a Pekín.
Rusia tiene claro que esta lucha no se debe perder porque está de por medio la soberanía nacional, la seguridad de la patria de Lenin y del pueblo ruso.
Anunció la suspensión, no el retiro por ahora, del tratado sobre la producción armamentista nuclear. Hay muchas razones: Una de ellas, es que obliga a la contraparte a revisar el cumplimiento del mismo y resulta que Estados Unidos quiere que Rusia se abra de patas para que los gringos entren a inspeccionar, pero en cambio, éstos no están dispuestos a permitir que los rusos entren a su territorio a hacer idéntica labor. La ley del embudo.
Es más: Rusia tiene pleno conocimiento que Estados Unidos están silenciosamente creando nuevo armamento nuclear para reemplazar las ojivas nucleares que de alguna manera han caído en desuso.
Claramente ha dicho Rusia que no comenzará una conflagración mundial, pero sí reaccionará a cualquier tipo de agresión. En esas condiciones, ¿Quién es el bueno, ¿quién es el malo?
Aunque parezca una utopía, hay que insistir en el desarme orbital del armamentismo nuclear, hay que aclimatar la paz mundial y garantizar el futuro de la humanidad.
De igual manera, desactivar la desinformación mediática y construir medios alternativos que estén dispuestos a presentar las dos caras de la moneda con argumentación y objetividad.
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