José Antonino Urquiza, un Comunista insobornable

 

Por Nelson Lombana Silva

¡Qué lástima que un comunista de la talla de José Antonino Urquiza Núñez, muera! En medio del concepto científico y filosófico de la vida que nos señala con claridad el marxismo y el leninismo, el materialismo histórico, la dialéctica, da ganas de llorar. Su lealtad a la ideología comunista, al Partido fundado el 17 de julio de 1.930, es un ejemplo inmaculado y digno de admirar; su amor al pueblo y la firme convicción en el tránsito del capitalismo al socialismo, lo llevó a ser un verdadero apóstol de la Revolución y de los cambios estructurales, un convencido del proceso que encarna el Pacto Histórico en el siglo XXI.

 

Madrugó a partir a la eternidad, como madrugaba a recorrer su pueblo natal Coello (Tolima), en medio de la adversidad y las amenazas levantando en alto la bandera Comunista y los símbolos de la Unión Patriótica. El 18 de marzo cumpliría 86 años de edad. “Soy doblemente marxista, por el mes y por la ideología de Marx”, solía decir jocosamente.

Era una persona sencilla, amable y servicial. Llegamos a distinguirlo y conocer de él, gracias al camarada Raúl Rojas González. Fue muy de mañana. A los cinco minutos de estar conversando tuvimos la sensación que era un conocido de vieja data. Con qué camaradería nos recibió en esa oportunidad, con qué claridad resumió el momento de coyuntura de esa época y con qué reciedumbre planteó ideas y proyectos para avanzar. No retiraba de su lado el semanario VOZ, siempre lo llevaba consigo, al igual que la literatura marxista venida de la Unión Soviética y la República Democrática Alemana (RDA), lo mismo que el semanario cubano Granma. De hecho, según su hijo, tuvo tiempo de ojear la reciente edición del periódico VOZ La verdad del pueblo.

Fue concejal del Partido Comunista y la Up, durante 17 años en este municipio. Con razón dice el hijo menor: “Mi papá es un sobreviviente del genocidio contra el Partido y la Up”.

El camarada Antonino es un comunista de vieja data, verdadero símbolo de lealtad, honradez y compromiso con el comunismo y los cambios estructurales que tanto necesita el pueblo colombiano. “Nos dejó un legado importante para seguir la lucha”, dice el hijo menor. Sí, el camarada tuvo la sapiencia para encarrilar a sus hijos en la dura, pero hermosa lucha revolucionaria. Prueba de ello, es que su hijo mayor, José Antonino Urquiza Arteaga, es el presidente actual en este municipio del Pacto Histórico.

Murió en Ibagué. Sus despojos mortales fueron trasladados a su pueblo y velado anoche en su modesta casa, hoy será traslado al concejo municipal, donde permanecerá en cámara ardiente. Al redactar esta nota no se sabe la hora del funeral, ni la fecha.

Camarada José Antonino Urquiza Núñez, gracias por haber existido y haber dedicado toda su vida a la lucha revolucionaria; gracias por su ejemplo, generosidad y firmeza ideológica. Fue un autodidacta férreo e insobornable. Descanse en paz. Sus hijos seguirán su obra, su Partido seguirá enhiesto y también insobornable y el semanario VOZ La verdad del pueblo y la página www.pacocol.org seguirán orientando con nitidez en medio de la terrible incomunicación mediática. Camarada: “Hasta la victoria siempre”.