Por Nelson Lombana Silva
Carlos Enrique Ariza, conocido periodista de mil batallas en la ciudad de Ibagué (Tolima), murió el pasado 10 de julio en el hospital regional Federico Lleras Acosta, al parecer de Covid – 19. Natural del hermano departamento Quindío, durante muchos años batalló en la considerada ciudad musical de Colombia, en la dinámica propia del nefasto modelo neoliberal del rebusque.
Tuvo algunos espacios radiales, trabajó en el periódico Trabajadores en Acción, periódico que orientaba el comunista, Álvaro Martínez. Posteriormente, se dedicó a la fotografía y a la venta de periódicos y libros, entre otros, Desde Abajo y Le Monde Diplomatic. Leía con alguna frecuencia el semanario VOZ La verdad del pueblo. Consideraba que este semanario era de los más importantes que hay en el país y tenía un mercado amplio. “La VOZ se vende solita”, afirmaba.
Durante su juventud fue militante del M-19. También hizo parte activa de la Asociación Nacional de trabajadores de los medios de comunicación (Asoprensa). Participó activamente del Paro Nacional; siempre estaba en las movilizaciones y protestas organizadas por los sindicatos, especialmente, la Central Unitaria de Trabajadores (Cut).
Era frecuente encontrarlo laborando en el parque Manuel Murillo Toro, ofreciendo variada literatura, especialmente de la editorial Desde Abajo. Una persona sencilla, de pocas palabras y de sano comportamiento. Saludó con beneplácito el surgimiento y desarrollo del Pacto Histórico, lo mismo que la candidatura presidencial de Gustavo Petro. Era amigo cercano del Partido Comunista.
Murió abandonado por este estado indolente y criminal, sin una pensión y sin el reconocimiento por su obra importante en el terreno de la comunicación.
Fraternal solidaridad a su familia, a sus amigos y personas que tuvimos la oportunidad de compartir con Carlos Enrique Ariza. Con mucha frecuencia intercambiábamos periódicos: Yo le entregaba VOZ La verdad del pueblo y él me entregaba el periódico Desde Abajo.
¡Paz en su tumba!
Carlos Enrique Ariza, conocido periodista de mil batallas en la ciudad de Ibagué (Tolima), murió el pasado 10 de julio en el hospital regional Federico Lleras Acosta, al parecer de Covid – 19. Natural del hermano departamento Quindío, durante muchos años batalló en la considerada ciudad musical de Colombia, en la dinámica propia del nefasto modelo neoliberal del rebusque.
Tuvo algunos espacios radiales, trabajó en el periódico Trabajadores en Acción, periódico que orientaba el comunista, Álvaro Martínez. Posteriormente, se dedicó a la fotografía y a la venta de periódicos y libros, entre otros, Desde Abajo y Le Monde Diplomatic. Leía con alguna frecuencia el semanario VOZ La verdad del pueblo. Consideraba que este semanario era de los más importantes que hay en el país y tenía un mercado amplio. “La VOZ se vende solita”, afirmaba.
Durante su juventud fue militante del M-19. También hizo parte activa de la Asociación Nacional de trabajadores de los medios de comunicación (Asoprensa). Participó activamente del Paro Nacional; siempre estaba en las movilizaciones y protestas organizadas por los sindicatos, especialmente, la Central Unitaria de Trabajadores (Cut).
Era frecuente encontrarlo laborando en el parque Manuel Murillo Toro, ofreciendo variada literatura, especialmente de la editorial Desde Abajo. Una persona sencilla, de pocas palabras y de sano comportamiento. Saludó con beneplácito el surgimiento y desarrollo del Pacto Histórico, lo mismo que la candidatura presidencial de Gustavo Petro. Era amigo cercano del Partido Comunista.
Murió abandonado por este estado indolente y criminal, sin una pensión y sin el reconocimiento por su obra importante en el terreno de la comunicación.
Fraternal solidaridad a su familia, a sus amigos y personas que tuvimos la oportunidad de compartir con Carlos Enrique Ariza. Con mucha frecuencia intercambiábamos periódicos: Yo le entregaba VOZ La verdad del pueblo y él me entregaba el periódico Desde Abajo.
¡Paz en su tumba!
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