miércoles, 21 de julio de 2021

Como rata huye presidente para no escuchar la oposición

 

Foto: Internet

Por Nelson Lombana Silva

Como una verdadera rata de alcantarilla, al estilo Álvaro Uribe Vélez, el presidente colombiano Iván Duque Márquez huyó despavorido del congreso una vez la instalación de las sesiones ordinarias de éste y su consabido concierto de mentiras. Temeroso de la verdad escapó por el desecho como cualquier bandido en medio de la nube de escoltas y lamebotas. Una burla más para el país, una cruda afrenta a la democracia y al debate civilizado y argumentado. Duque no tiene discurso, porque no tiene argumento, no lo respalda la verdad, lo asedia la mentira, el engaño y la corrupción mafiosa.

La oposición intervino con toda la limitación del caso, pero fue suficiente para cantarle la verdad a este pobre engendro que actúa idéntico al matarife narcotraficante número 82 y a su vez, un mensaje claro y contundente al pueblo colombiano de la necesidad de cambiar a esta sucia y criminal clase dirigente por una humana dispuesta a construir la paz con justicia social y a depurar de escorias, corrupción y narcotráfico la caricatura de democracia colombiana.

El senador Antonio Sanguino fue claro y contundente. Dijo que Colombia asiste a una crisis sin precedentes con un gobierno desconectado de la realidad y del pueblo: “Colombia vive la trágica coyuntura de tener que enfrentar la crisis social, sanitaria y económica más grave de nuestra historia reciente, con un presidente desconectado de la realidad”.

Agregó: “La pésima gestión de la pandemia ha conducido a que 22 millones de colombianos se encuentren en la pobreza y 7.5 millones en pobreza extrema, a que el 37 por ciento de los jóvenes desertaran de la educación superior y 280 mil niños y adolescentes abandonaran las aulas, mientras 500 mil pequeños negocios y 140 mil empresas naufragaban en la quiebra, aumentando el desempleo y la informalidad”.

Subrayó: “Un drama que se hizo aún más doloroso en el archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina, cuya reconstrucción prometida en cien días, después del paso del huracán Iota, sus habitantes siguen esperando. La situación del campo es caótica. Insumos costosos. Dos millones de pequeños propietarios sin título, difícil acceso al crédito y pobreza del más del 80 por ciento”.

Mientras esto sucede con la mirada ida del presidente, los parlamentarios del Centro Democrático y demás alimañas de la derecha, hunden proyectos favorables al pueblo, indicó Antonio Sanguino. “Hunden iniciativas de alto impacto social presentadas por la oposición, como la renta básica que beneficiaría a 7.5 millones de hogares, o la propuesta de matrícula cero, para garantizar el acceso a la educación a 1.2 millones de estudiantes de las instituciones superiores del país, o la ampliación a las microempresas de programas al apoyo al empleo formal”.

Criticó la contestación violenta del gobierno a las sentidas necesidades del pueblo, pues es un gobierno que se niega a dialogar y concertar, solo acierta a la violencia de Estado, indicó el parlamentario de oposición.

La congresista María José Pizano criticó duramente la postura del presidente de irse y no escuchar a la oposición: “Millones pensamos que el presidente vive en un país que no es Colombia. Se va justo cuando va a hablar la oposición, entonces hemos tomado la decisión de no hablarle a un presidente que delega sus orejas, sino de hablarle a Colombia”.

“Duque definitivamente no priorizó la vida, sino los negocios de los 31 billones emitidos por el banco de la república, 17 billones fueron destinados a la banca que generaron 14 billones de utilidades, precisamente, a ese sector”, señaló.

También criticó duramente la política exterior del presidente Duque: “Estamos ante los ojos del mundo, el mundo tiene la mirada puesta en Colombia, porque 84 jóvenes fueron asesinados, porque 82 jóvenes fueron mutilados y porque 28 mujeres fueron abusadas, la mayoría menores de edad, en un gobierno que dice que no hay abusos contra los menores. Es una vergüenza. Estamos en la mirada del mundo, porque no somos un país de libertades y un país democrático”.

Finalmente, la dirigenta política instó a la unidad y a la acción para cambiar esta cruda realidad: “Desde el amor, desde el respeto, desde el reconocimiento y desde el compromiso de una parte de esta nación que también les habla, invitamos a todos y a todas, sin distinción alguna, invitamos a aquellos que votaron por el uribismo, a toda la sociedad colombiana a un gran diálogo social sin precedentes en la historia de Colombia, que debe comenzar por la juventud”.

También el parlamentario Pablo Catatumbo del Partido Comunes, intervino para decir citando cifras del DANE: “La pobreza está situada en el 50 por ciento del pueblo colombiano y el 30 por ciento sobrevive con una sola comida al día. Esa es nuestra realidad”, enfatizó.

Agregó: “El desempleo se duplicó en el último año, hoy es del 15.6 por ciento. La cifra más alta de los últimos años. Las muertes de niños por desnutrición en el año anterior, superó los doscientos. Las limitaciones para el acceso a la salud, conjuntamente con el mal manejo de la pandemia, demostraron la fragilidad de nuestro sistema de salud. La deserción escolar aumenta en crecimiento exponencial y para completar, la disminución y dificultad de acceso de los jóvenes a la educación, es francamente desoladora”.

¿Quién podría desconocer estos análisis tan certeros, reales y objetivos, de una patria carcomida por estas ratas del poder? Habría que tener dificultades de percepción, rastros de masoquismo o sencillamente, sectarismo extremo, a ultranza.

Por eso, el llamado que formula la oposición es a asumir una postura crítica y analítica, romper la quietud, el miedo y la alienación y actuar en unidad para transformar esta cruda realidad. No hay tiempo que perder. Hay que derrotar la indiferencia y la pasividad. Ni un voto más por la derecha. Argumentos hay a granel.

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