miércoles, 15 de enero de 2020

En Ibagué: Multado animalista por darle de comer a las palomas


Por Nelson Lombana Silva

Insólito. Animalista ibaguereño fue multado por darle de comer a las palomas. El inspector de policía indicó que el animalista se podía hacer acreedor a una multa de $800 mil pesos, si persiste en la tarea de darle de comer a estos animales que adornan las plazas y calles de la ciudad musical de Colombia, Ibagué.


La acción fue anunciada por este servidor público gracias a la demanda interpuesta por la presidenta de la junta de acción comunal del barrio La Pola de esta ciudad de 600 mil habitantes.

El afectado es el doctor Henry Acosta Franco, veterinario egresado de la universidad del Tolima, quien viene desarrollando esta noble actividad desde la década de los 60s cuando era profesor de secundaria.

Acosta Franco es un defensor a ultranza de los animales, la naturaleza y el medio ambiente. Su apostolado lo ha venido desarrollando ininterrumpidamente contraviento y marea, pero ahora la autoridad se atraviesa y ordena condenar a estos animales a la muerte por inanición.

Considera que si estos animales son portadores de enfermedades la respuesta del municipio debe ser la asistencia médica y no condenarlo a la muerte por hambre. Espera que el municipio tome cartas en el asunto.

La página web: www.pacocol.org habló con el ambientalista y animalista, Henry Acosta Franco sobre el particular y esto dijo: 

-         Doctor Henry Acosta Franco, cursa en su contra una demanda por alimentar palomas en la ciudad de Ibagué (Tolima) ¿Cómo es la situación?

Sí, efectivamente, tengo una demanda contra mí, sencillamente porque le doy de comer a los animales en el sector del barrio La Pola. Son animales sedentarios: Comen se van y después vuelven. A las doce del día no hay animales de ninguna naturaleza en la vía, pero la señora quejosa, Luz Marina Parra Martínez, la presidenta de la junta de acción comunal de  este barrio, exige que no deba darle comida ni en la Pola, ni en ninguna parte de la ciudad.

Esta señora al parecer no tiene en cuenta la ley, la ley que resulta muy clara: El artículo 3º  de la ley 1774 de 2016, literal a, dice: “Protección al animal, no faltarle comida, respeto, solidaridad, comprensión, justicia. En el literal b dice que hay un bienestar del animal, cuidado que le corresponde al tenedor, pero yo no soy tenedor, yo soy simplemente un amante de la naturaleza. En el literal c dice: “Solidaridad Social”. Es decir, el Estado debe sostenerlas con la sociedad y sus miembros. Esta subrayado: Tiene la obligación de asistir, proteger a los animales con acciones diligentes ante situaciones que pongan en peligro su vida, salud e integridad física.

Yo le dejo de dar de comer, ellos buscarán en otras partes, pero siguen llegando al mismo sitio donde ellos se han desarrollado, en este caso en el barrio La Pola, donde cree la presidenta que estas palomas dañan todas las instalaciones. Eso es mentira. Dañarían el sitio donde normalmente está residenciadas al ser sedentarias y no como dice el documento de la alcaldía que las palomas son migratorias. Es más: La alcaldía presenta toda la problemática de las palomas, pero nunca dice cómo hacer el control biológico, cuando este se puede hacer con agua y un producto biológico para quitarles las pulgas, las garrapatas, todo lo que la alcaldía en ese boletín. La presidenta quiere es que estos animales se vayan o se mueran de física hambre y eso tampoco es así. Son animales con derechos también.

-         ¿Cuánto tiempo lleva usted alimentando las palomas en Ibagué?

Soy solidario con las palomas desde la década del 60, cuando era maestro de escuela de la Francia; tenía un programa con los niños para darles comida a las palomas. Cuando me tocaba el turno de profesor de disciplina, solicitaba una cucharadita de arroz, maíz, sorgo y los niños que se manejaban mal les colocaban como castigo partir el maíz.

En la Pola llevo 30 años viviendo y durante este tiempo les he venido dando comida normalmente. Claro, al principio no lo hacía con frecuencia porque estaba saliendo y llegando con motivo del trabajo, ahora que ya estoy pensionado tengo la posibilidad de darles comida todos los días. Ese es el pecado.

No podré volverles a dar comida a estos animalitos, de lo contrario, me haría acreedor a una sanción por $800 mil pesos, lo que me parece que no es justo. Yo solicito al inspector de medio ambiente del Jordán II etapa, de la calle 70, el doctor Carlos Andrés Mendoza Marroquín, que cite las personas que yo he sugerido para que den su concepto.

-         ¿Quedarían así las palomas  condenadas a morir de física hambre en Ibagué (Tolima)?

Sí. La autoridad cree que las palomas van a comer a otras partes, pero resulta difícil. Podrían conseguir comida en otras partes, pero también podrían morir de física hambre.

-         ¿En qué sitios de la ciudad les da comida a las palomas?

Antes les daba en la Pola, parte alta; ahora que estoy viviendo en la quinta con tercera, les estoy dando a la vuelta de mi casa, en la plaza Simón Bolívar y en el parque Manuel Murillo Toro.

-         ¿Consciente que está haciendo un bien a los animales, en este caso, a las palomas?

Estoy convencido del deber que tenemos de mantener las mejores relaciones con los animalitos, en este caso, con las palomas. A nadie se le puede negar un pedazo de comido y menos a los animales que son inocentes y necesitan de nuestra solidaridad.

Los ecosistemas se están dañando y todo indica que el principal dañino de estos, es el modelo económico integrado por personas inconscientes e inhumanas. Mire usted la tragedia que se viene presentando en Australia. El ser humano se convierte en lobo de la naturaleza, en destructor y contaminador. Ahora, se empecina en matar de física hambre las palomas. ¿En qué país vivimos?

El convenio de Kioto de 1982, donde los 150 presidentes se comprometieron a bajar los niveles de daño a los ecosistemas y no lo han hecho. Siguen produciendo gas carbónico (C02), gas nocivo destructor de los ecosistemas. Yo no estoy destruyendo nada. Por el contrario. Modestamente estoy contribuyendo a la preservación de esta especie con el alimento que le puedo suministrar a diario.

-         Se dice que estas palomas producen ciertas enfermedades. ¿Qué será lo más correcto: Tratarlas o matarlas de física hambre?

La ley lo dice: Hay que hacer la proyección social. Es decir, el deber de asistir y proteger a los animales. Ley 17174 de 2016. El gobierno municipal tiene que decir cómo hacer el control biológico. Este es muy sencillo: Es agua y un medicamento para proteger a estos animales y los desparasite. Eso no tiene ninguna ciencia, si hay voluntad política por defender la naturaleza, los animales que adornan la ciudad musical.

-         ¿Sigue usted con esta campaña del buen samaritano con las palomas de Ibagué?

No. El Estado me está prohibiendo. Incluso, me está amenazando la autoridad con una sanción que rodea los $800 mil pesos. El inspector de policía me está maniatando para que no alimente más a estos animalitos. Me duele mucho esta medida, pero tengo que someterme a ella, desafortunadamente.

Espero que las autoridades municipales, los animalistas y defensores del medio ambiente, asuman una posición consecuente con la defensa de los animales de la ciudad que tanto brillo y belleza le dan. Voy a hablar con los concejales y personas pudientes de la ciudad. No quiere que las palomas de la ciudad mueran de física hambre.

-         ¿Dispuesto a seguir luchando por el derecho de los animales a ser alimentados y a vivir en la ciudad de Ibagué?

Claro. Seguiré en la lucha apoyándome en las leyes y en los códigos que defienden los derechos de los animales. Si algunos creen que las palomas hacen mucho daño, hagamos que el municipio les brinde protección. Jamás será alternativa matarlas de física hambre.

-         ¿Cuántas palomas hay en Ibagué?

Las que llegan a la Pola, son 90; en la plaza Simón Bolívar, 180; parque Manuel Murillo Toro, 200. Claro, en otros sitios de la ciudad hay. Resulta difícil tener un censo completo. Ellas, están allí, porque, generalmente, el turista les brinda comida. En los barrios también hay.

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