martes, 21 de enero de 2020

Cacerolazo contra un gobierno criminal

Por Nelson Lombana Silva                       

Diariamente se presenta un asesinato de un líder popular en Colombia. El genocidio contra el pueblo comenzando el 2020, se ha disparado, bajo la completa impunidad y la indiferencia del gobierno nacional que preside el señor Iván Duque Márquez.


Según estadísticas, durante el año anterior, 103 líderes populares y defensores de derechos humanos fueron asesinados, bastante desplazamiento forzado y amenazas selectivas, al parecer por organismos del mismo estado disfrazados de “águilas negras” y grupos paramilitares.

Carolina Tejada, señala que “según los informes que surgen de la sistematización de estos casos a nivel nacional, cada tres días asesinan a un defensor, cada once días se judicializa a uno y cada día cinco defensores son amenazados”.[i]

Durante los primeros doce días del presente año, se han reportado el asesinato de 17 líderes populares. El cuadro resulta dantesco. La criminalidad del Estado alcanza índices dramáticos y desconcertantes comenzando la tercera década del siglo XXI.

El 12 de enero de 2020, fueron halladas dos fosas clandestinas con seis cuerpos al parecer de supuestos desmovilizados de las Farc – Ep en el departamento de Nariño. Igualmente, autoridades forenses señalan que en Colombia hay 200 mil cuerpos sin identificar enterrados en fosas legales y clandestinas.

En el cementerio Las Mercedes del municipio de Dabeiba (Antioquia), existiría por lo menos 75 cuerpos de seres humanos sin identificar, lo denunció la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), debido a la información suministrada por un grupo de militares que daban cuenta que allí enterraban a los campesinos víctimas de los tenebrosos falsos positivos de la brigada XI del ejército nacional de Colombia, ejército dizque destacado para defender la vida y honra de todos los ciudadanos. Se dio la noticia en momentos en que se conocía la circular del entonces comandante del ejército, Nicacio Martínez, llamando a las fuerzas castrenses a presentar resultados de bajas a cualquier precio.

Antioquia es el departamento que lidera el número de desaparecidos en Colombia, al concentrar el 22.66 por ciento de los casos reportados. Igual, ostenta el mayor índice de impunidad con el 99 por ciento. Hay cientos de víctimas desaparecidas de la comuna 13. Se afirma que entre 2002 – 2012, ingresaron 906 cuerpos sin identificar a estos cementerios. En este departamento se ha reportado la cifra de 20 mil seres humanos desaparecidos. En Norte de Santander se habla de 4.500 desaparecidos. En el cementerio de Cúcuta se habla de 300 cuerpos sin identificar. Medicina legal señala que desde 2015 ha rescatado 645 restos óseos. 

La fuerza pública no hace nada para contrarrestar este derramamiento de sangre en este país sudamericano. Por el contrario. Participa activamente en estas oleadas de crímenes horripilantes y desastrosos. En otros casos, actúa en alianza con grupos paramilitares. “Contamos con el apoyo de la fuerza pública”, dijeron los paramilitares adscritos al grupo Sinaloa a la comunidad de Puerto Guzmán (Putumayo).

En octubre de 2019, se realizó un doble crimen en la esquina del parque central de Puerto Guzmán, a diez metros del puesto de policía. Los sicarios escaparon sin ningún inconveniente, la policía ni siquiera reaccionó. Alexander Sánchez, líder de esta comunidad, señala sin ambages: “El problema es que vemos que hay fuerza pública por todos lados, pero los asesinatos continúan”.[ii]

Miedo y terrorismo de Estado

El gobierno nacional de Iván Duque Márquez, manipulado por el Centro Democrático y el narcotraficante número 82, según la CIA, Álvaro Uribe Vélez, al parecer tiene como táctica el terrorismo de Estado y el miedo, dos maneras encaminadas a impedir que el pueblo colombiano se vaya a la calle a protestar y rechazar la política criminal y alcabalera que viene implementando en su gobierno.

Por estos días, nuevamente han sido inundadas las redes sociales con panfletos amenazando líderes del orden nacional y regional, a manos de supuestos paramilitares. Algunas de estas personas que figuran en estos panfletos, coinciden en señalar que los tales grupos paramilitares no existen, no hay estructuras y menos enfrentamientos con la fuerza pública.

Para algunos versados en la materia, se continúa usando los documentos de Santa Fe, ordenados por la CIA, en desarrollo del considerado conflicto de baja intensidad, que considera al ciudadano que protesta potencial enemigo que hay que neutralizar (matar). Colombia continúa dependiendo directamente de Estados Unidos. Nada se decide en Colombia sin el visto bueno de los yanquis. Iván Duque es apenas un perro faldero, hincado de rodillas a las órdenes del Tío Sam.

Esto hace más compleja la situación. Sin embargo, el pueblo sabrá sortear este terrorismo de Estado y se volcará nuevamente a las calles desde este 21 de enero. Seguramente, la protesta será nuevamente contundente y heroica. No hay otro camino ante la debilidad del gobierno y su intransigencia para negociar con el pueblo.  

[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición número 311, semana del 15 al 21 de enero de 2020. Página consultada 10.
[ii] Ibíd.

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