viernes, 27 de diciembre de 2019

Salario mínimo indignante y vergonzoso

Por Nelson Lombana Silva

Complaciente con su clase dominante, el presidente Iván Duque Márquez decretó el pírrico aumento salarial en 6.0 por ciento, lo cual significa que el obrero colombiano ganará el año entrante la suma de $980.657, oo. Es un aumento indignante y vergonzoso.


Mientras el empresariado proponía un aumento del 5.8 por ciento, los trabajadores un 8.0 por ciento y la Federación Colombiana de Educadores (FECODE), se inclinaba por un millón, Iván Duque Márquez, a puerta cerrada, cumpliendo las ordenes de organismos internacionales como el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional y la OCDE, decreta este insignificante aumento que se convierte en una bofetada a la clase trabajadora colombiana.

Este presidente irracional firma el decreto 1625 del 16 de julio de 2019, mediante el cual autoriza aumento salarial a los congresistas a partir del 10 de enero, lo que le representa a cada congresista un aumento automático de $1.400.000 pesos. Así, el salario de cada congresista en Colombia actualmente, es de $32 millones 741 mil pesos.  Salario equivalente a 39,5 salarios mínimos.

Los padres de la patria, entonces ganan diariamente un millón nueve mil pesos; $7 millones 639 mil semanales. Es más: $45.473 cada hora, sin trabajar los siete días de la semana.

Este desproporcionado salario también lo reciben: Los Magistrados de las Altas Cortes, el Procurador General de la Nación, el Fiscal Generación de la Nación, el Contralor General de la República, entre otros. Colombia, Chile y Brasil, encabezan el listado de los países donde los congresistas devengan los salarios más costosos.

Hay otro contraste bueno tenerlo en cuenta para el análisis: Méjico aumenta el salario en un 20 por ciento y la República Bolivariana de Venezuela en un 60 por ciento. Son dos países atacados inmisericordemente por Estados Unidos y las burguesías de estas naciones utilizando los medios masivos de comunicación.

Duque, perro faldero de los gringos, todos los días habla pestilencias contra esta hermana república bolivariana, conspira contra ella y está decidido a prestar el territorio para invadirla. Dice que el presidente Nicolás Maduro es un “dictador” y sobre esa infame calumnia levanta todo un discurso hostil. Ese supuesto “dictador” aumenta el salario en un 60 por ciento y durante este año cumple la cifra record de entregar 3 millones de viviendas perfectamente amobladas al pueblo venezolano.

Profundizar la lucha en 2020

Este débil aumento del salario mínimo se convierte en una afrenta a la clase obrera, por cuanto no consulta la realidad concreta del pueblo colombiano. La canasta familiar está por las nubes. Podría decirse que mientras ésta sube por ascensor, el aumento lo hace por escalera en precarias condiciones.

El gobierno nacional, prisionero de las multinacionales y transnacionales, determina un pírrico aumento de esta naturaleza para congraciarse con todas ellas, en detrimento de la inmensa mayoría.

Esta burla le costará muy caro. Sobre todo si entendemos que el salario mínimo no solo afecta directamente a los que los reciben, sino a mucho pueblo: Al tendero, al transportador, al vendedor ambulante, etc.

Es una razón más para luchar en la calle durante el año entrante. Hay que profundizar la lucha sindical y política durante el 2020. Este es un gobierno fiera con el pueblo y dócil oveja con el imperialismo y la gran burguesía. Ante el pueblo se yergue arrogante y ante Estados Unidos con rodilleras, con pusilanimidad. Esa es la cruda verdad que hay que controvertir con la movilización callejera y la unidad del pueblo colombiano.

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