viernes, 20 de marzo de 2015

¿Por qué la persecución de Estados Unidos contra Venezuela?

Por Nelson Lombana Silva


La decisión del presidente de los Estados Unidos de apoyar una resolución declarando a la República Bolivariana de Venezuela peligrosa para su seguridad nacional e internacional, no solo es una infamia, sino también una vieja práctica imperialista y arrogante que merece todo el repudio e indignación de los pueblos del mundo.



Con ese mismo artilugio en 1989 invadió a Panamá para detener al entonces presidente Manuel Antonio Noriega; igualmente, invadió en 1983 a Granada y asesinó  a Maurice Bishop. Es una descarada y burda estrategia encaminada a entrometerse en los asuntos internos de los pueblos, destruyendo la soberanía nacional e imponiendo su criterio imperialista.


Casi todos los pueblos latinoamericanos han sufrido lo mismo de una manera directa e indirecta. En todas las dictaduras militares del cono sur – por ejemplo – siempre ha estado la mano siniestra del imperialismo norteamericano. Son innumerables los crímenes que ha cometido esta potencia supuestamente a nombre de la “libertad y la democracia”.


Hoy se ensaña nuevamente contra la República Bolivariana de Venezuela, la patria del libertador Simón Bolívar y el comandante inolvidable Hugo Chávez Frías. Este país tiene una población de 26 millones de habitantes, aproximadamente, y un área de 910.052 kilómetros cuadrados; tiene importantes reservas de petróleo, gas natural, minerales, recursos forestales, madereros, pesqueros, agua y rica biodiversidad. En esas condiciones, resulta ser un país estratégico en el siglo XXI en cuestiones de energía, agua y biodiversidad.


Antes del ex presidente Hugo Chávez, todos estos recursos tácita e incluso, expresamente eran propiedad del imperialismo norteamericano, los lacayos presidentes estaban a las órdenes expresas del Tío Sam. Se robaba los recursos, la soberanía nacional y la dignidad del pueblo sin la menor resistencia por parte de estos gobernantes.


El presidente Hugo Chávez Frías rompe con ese dominio vergonzoso y exige dignidad y libre autodeterminación de los pueblos. Vende sus productos a precios justos, partiendo del criterio de que dichos recursos no son de Estados Unidos, sino del pueblo patriota venezolano. ¿Quién debe disfrutar las ganancias de estos recursos? Pues el pueblo venezolano. Comienza a hacer justicia social, económica, política, cultural e ideológica. Desenvaina la espada del libertador para exigir respeto en el contexto internacional.


Esa es la rabia de la oligarquía mantuana venezolana y de los Estados Unidos. Ahí está la razón poderosa de la persecución contra el gobierno de Nicolás Maduro Moros y el proceso revolucionario que se viene dando contra viento y marea. Tanto la burguesía como el imperialismo no tienen conciencia social, tienen “conciencia” económica, imperialista; tienen la infeliz convicción de que los pueblos tienen que estar eternamente sometidos al imperio de los poderosos.


He ahí el origen de la monstruosa desinformación que hoy existe contra la verdad de los acontecimientos históricos que se vienen sucediendo allí. Los aparatos ideológicos del imperialismo no cesan de desinformar y un contubernio de 80 medios masivos de comunicación lanza veneno las 24 horas del día contra el proceso revolucionario. Es la lucha de clases en todo su furor, leyes descubiertas por Carlos Marx y Federico Engels.


Dichos medios, perdiendo toda la decencia y la ética periodística, no paran en su pérfida tarea de desinformar, tergiversar y presentar la versión que le interesan a la burguesía y al imperialismo norteamericano. ¡Qué vergüenza!


El mundo debe saber que los Estados Unidos y la burguesía mantuana, estarían acariciando la posibilidad de una invasión militar directa, una vez les fracasó el golpe de Estado de 2002, la huelga petrolera y la intentona reciente. Esa sucia resolución aprobada recientemente es una notificación inexorable.


Es más: No sería raro que los Estados Unidos realizara un auto atentado para justificar lo injustificable. No sería nada nuevo esto, pues en múltiples oportunidades ha sucedido en distintos países del mundo. Estados Unidos con sus criminales aventuras estaría condenando a la humanidad a una tercera guerra mundial, por cuanto este heroico pueblo no está solo y no correrá la misma suerte que corrió el presidente constitucional Salvador Allende en la república de Chile en 1973.


La crisis es compleja. Hay que analizarla detenidamente desde la perspectiva de Antonio Gramsci. Allí en la República Bolivariana de Venezuela está muriendo el sistema capitalista, pero no ha muerto totalmente y está naciendo el sistema socialista, pero tampoco ha nacido totalmente. Hay un proceso revolucionario supremamente interesante, que hay que contribuir decididamente a su desarrollo con la solidaridad, la movilización y la unidad nacional e internacional.


En la siguiente gráfica se podrá dimensionar los procesos que se están dando en Venezuela y que los medios guardan absoluto silencio. Solo a manera de ejemplo, entre 1999 y 2007, según el cubano José Ángel Pérez García, licenciado en Historia y Economía Política, con maestría en relaciones políticas internacionales:







Hecho
1999
2007
Crecimiento del PIB
-6.0%
8,4% (El promedio de crecimiento económico entre 2003 y 2007 fue del 11.8%
Crecimiento del PIB per Cápita
-7.8%
6.7%
Desempleo abierto urbano
15.0%
6.3% (Cepal reporte 8.7%
Inflación promedio
59.4%
19.6%
Salario mínima
154 Dólares
286 Dólares
Reservas internacionales
14.8 miles de millones de dólares
34.3 miles de millones de dólares
Pobreza
80.0%
30.2%




Cifras del embajador


El embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Colombia, Iván Rincón Urdaneta, fue entrevistado por Alberto Acevedo, destacado periodista del semanario VOZ La verdad del pueblo, reportaje que aparece en la edición número 2778 de este semanario. Es un verdadero reportaje que vale la pena ser socializado y analizado detenidamente para poder entender una vez más por qué la rabia de los Estados Unidos y la oligarquía mantuana contra el presidente Nicolás Maduro Moros y el proceso revolucionario.


Sobre la guerra mediática, el diplomático señala: “A nadie se le ha dicho en Latinoamérica que Venezuela es el país que cumplió las metas del milenio, reconocido por la FAO. Que se bajó la pobreza del 46 al 5 por ciento. Que bajó el desempleo de 13 a 5.5 por ciento. Es el único país en Latinoamérica, después de Cuba, que tiene el acceso a la educación en 83 por ciento. El 83 por ciento de los estudiantes que en Venezuela egresan de la secundaria tienen acceso a la universidad superior. Somos el quinto en el mundo en acceso universitario. No se dice que tenemos cuatro millones de niños  que tienen acceso a la educación, pero que además se les dan dos comidas fuertes y una merienda en el colegio”.


Continúa el embajador Rincón Urdaneta: “No se dice que en el sistema de orquestas tenemos 800 mil niños y vamos para el millón y esos niños son, 56 por ciento de extrema pobreza, cosa que va como prevención a la delincuencia y otros elementos. Nadie dice de los grandes logros en Venezuela porque lo que les interesa es desprestigiar el país. Por eso decimos que hay un cerco mediático internacional”.


“Hemos incorporado a la educación superior a dos millones setecientos mil estudiantes, una cifra que por lo demás asombra. Está reconocido en la ONU, pero no se quiere decir ni repetir porque eso sería como hacerle campaña al gobierno venezolano”.


“Cuando Chávez asume el poder en Venezuela tenían que estar los viejitos en la calle recibiendo gases lacrimógenos para reclamar sus pensiones. Y Antonio Ledezma que era entonces gobernador, fue el que mandó gases lacrimógenos y palos a esos viejitos en la calle y fue también gobernador cuando le cayeron a palos con el Caracazo cuando hubo la mortandad que causó la policía en la calle. Pero eso no era violación de los derechos humanos, eso era mantener el orden”.


“Había 230 mil jubilados, la cifra hoy en día es tres millones de jubilados. Y el presidente Maduro acaba de aprobar dinero para 300 mil más. En Venezuela no solamente se le da la jubilación a aquel que cotizó, sino que esos pescadores que son ancianos, desgastados y que nunca cotizaron, los taxistas, esas personas están pensionadas”.


“Los 5 millones 600 mil colombianos que están en el país, nosotros los queremos, los protegemos y los ayudamos igual, e incluso tienen acceso a esas pensiones”.


“Tenemos problemas, sí lo tenemos, pero no somos un país en quiebra”.


Son estos, pues, apartes del extenso reportaje logrado por el periodista Alberto Acevedo y que arroja luces sobre la realidad concreta que se viene desarrollando en la República Bolivariana de Venezuela y que los medios masivos adictos al imperialismo callan deliberadamente.


Conocer esa realidad es un deber revolucionario para salirle al paso a esa infame incomunicación y cerrar filas de solidaridad con este hermoso proceso revolucionario que se viene sucediendo en la patria de Bolívar y Chávez. Hay que rechazar la incomunicación que a diario ofrecen los canales de televisión en Colombia como RCN, CARACOL, El Tiempo, El Espectador, la Revista Semana, etc, etc. Hay que apoyar la prensa alternativa y hacer el esfuerzo por escuchar más canales como Telesur, Radio Habana Cuba, leer cada ocho días el semanario VOZ La verdad del pueblo, las páginas web: www.pacocol.org y www.semanariovoz.com


Ni Estados Unidos ni la oligarquía venezolana pasarán, el futuro de la humanidad es el socialismo.




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