martes, 16 de septiembre de 2014

Partió el primer alcalde Comunista que tuvo Colombia

Así fue despedido el primer alcalde Comunista que tuvo Colombia, José Nelson Tovar Rojas. Foto Nelosi
 Por Nelson Lombana Silva

En una ceremonia fúnebre sencilla pero emotiva fue despedido el camarada José Nelson Tovar Rojas ayer en Ibagué. “Se fue el militante, partió el camarada”, dijo un familiar al decirle adiós al primer alcalde comunista que tuvo Colombia, natural del municipio de Coyaima, Tolima, nacido el 9 de mayo de 1945.  



Durante la ceremonia exequial, a la cual asistieron personalidades entre otros, el ex senador liberal Guillermo Santos Marín, la esposa del ex gobernador Guillermo Alfonso Jaramillo Martínez, el alcalde de Coyaima Jesús Moncaleano, varios ex alcaldes de esta municipalidad, lo mismo que una nutrida delegación coyaimuna encabezada por los miembros del comité local de Coyaima del Partido Comunista, también de Ibagué, de la dirección regional, lo mismo que una delegación nacional de la Up en cabeza del compañero Matiz, artistas, intelectuales, campesinos, indígenas, Miguel Gordillo dirigente del Moir y del Polo Democrático Alternativo, entre otros.


Mediante decreto el alcalde municipal de Coyaima deploró la muerte del compañero Tovar, exaltó su obra y decretó tres días de duelo en su jurisdicción ordenando izar la bandera a media asta; también el concejo municipal de esta localidad deploró la muerte del líder comunista, destacó su obra y lo colocó como paradigma para las presentes y futuras generaciones.


Intervenciones


Con voz entre cortada por la emoción un sobrino del compañero Tovar destacó la personalidad íntegra de José Nelson, afirmando que desde niño abrazó con donaire la causa de los humildes. Expuso una anécdota durante su administración como alcalde cuando los indígenas se tomaron unos terrenos en la inspección de Castilla y el gobernador Jaramillo ordena desalojar dichos terrenos con la policía, pero el secretario de gobierno quien fue el recibió la llamada le contesta que es imposible porque quien está liderando esa toma es precisamente el alcalde José Nelson Tovar Rojas.


En representación de la dirección regional, del comité central del Partido Comunista Colombiano y del regional de la Up, intervino la profesora Lucy Astrid Arciniegas.


La intervención textual y completa es la siguiente: “En nombre de la dirección departamental del Partido Comunista, del comité central del Partido Comunista, de la dirección departamental de la Unión Patriótica, en especial a doña Teresa y Adriana, queremos agradecerles a todos ustedes la solidaridad en el día de hoy al acompañar por última vez a nuestro compañero, camarada, Nelson Tovar”.


“A doña Teresa y Adriana por haber entregado parte de sus vidas tendiéndoles la mano a este compañero y camarada que dio su vida y que colocó los principios políticos ideológicos al servicio de la causa. Al servicio de mujeres y hombres, niños y jóvenes de Coyaima, que como se dijo antes: Llegó pobre a la alcaldía y pobre salió. Esos son nuestros compañeros y camaradas. Un minuto de aplausos para despedir a este gran hombre, a este gran comunista, a este gran luchador”…


En representación del Partido Comunista Colombiano, Local de Ibagué, intervino el secretario General (Nelson Lombana Silva). La intervención fue la siguiente:


“Compañeros y compañeras: A nombre del Partido Comunista Colombiano – Local de Ibagué – queremos expresar un saludo fraternal a toda la familia de nuestro entrañable compañero José Nelson Tovar Rojas, muy especialmente a María Teresa, su hermana, que tuvo la inmensa satisfacción de acompañarlo como dicen los orientales: “De corazón, palabra y pensamiento”, durante sus 69 años de existencia”.


“José Nelson Tovar Rojas, nació el 9 de mayo de 1945, en la ardiente y polvorienta población de Coyaima y desde muy niño demostró su rebeldía contra la injusticia y la necesidad de organizar a los indígenas”.


“Por eso, a medida que iba creciendo, iba también desarrollando el interés por la comunidad, por los campesinos, por los desvalidos e ignorados y decidió consagrar su vida a esta noble causa, desde distintos escenarios que la vida le dio la posibilidad”.


“Fue concejal por más de 20 años. Pasa a la historia como el primer alcalde comunista durante la administración de Guillermo Alfonso Jaramillo, lo cual generó en el país una reacción supremamente importante y contradictoria que sirvió para conocer a Coyaima en el contexto nacional”.


“Pero también, y posteriormente, fue alcalde por elección popular. Dejó obras materiales supremamente importantes, pero sobre todo, interpretó el pensamiento de los pueblos y la lucha revolucionaria hacia la búsqueda de un sistema humano, un sistema que no permita  que los niños se mueran de hambre, ni los jóvenes no puedan ingresar a las universidades, ni los profesionales no puedan desarrollar sus capacidades”.


“Luchó incansablemente. Fue precisamente, secretario departamental de agricultura, también en el gobierno de Guillermo Alfonso Jaramillo, candidato a la asamblea del Tolima, candidato a la cámara de representantes y también candidato a la gobernación de nuestro departamento, siempre bajo las banderas unitarias del Partido Comunista Colombiano”.


“De tal manera, que hoy estamos despidiendo a un hombre inmenso, a un obrero, a un trabajador y a un convencido de que otro país sí es posible. Por eso, él en su largo recorrido fue un exponente diáfano de la paz con justicia social y miraba con mucho entusiasmo los diálogos de paz que hoy se adelantan en la Habana entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo, (FARC – EP) y el Gobierno Nacional”.


“Hace 20 días, estuvimos visitándolo con un dirigente del Partido comunista del departamento de Huila, (Francisco Barreto) que vino a saludarlo y, precisamente, a pesar de tener ya su voz cortada por las dificultades, tuvo valor para decir que Colombia está en un momento estelar por la paz y que la única fortaleza de que esos diálogos de paz fructifiquen es a través de la movilización popular y de las bases”.


“Ese fue nuestro compañero Nelson Tovar Rojas. También fue un gran exponente de la unidad de la izquierda. Por eso, hizo parte de la Unión Patriótica, fue desplazado, amenazado, pero nunca renunció a sus convicciones, siempre se mantuvo firme y gallardo, que es el mejor ejemplo para las generaciones de hoy y de los que todavía tenemos algo que hacer por estas transformaciones que necesita con urgencia nuestro país”.


“Nelson entró a la alcaldía de Coyaima pobre y salió pobre. Mientras algunos alcaldes salen de estas administraciones a comprar casas en el barrio El Vergel, Nelson Tovar salió de la administración a ubicarse en el hogar geriátrico La Casona del barrio Belén donde pasó sus últimos días”.


“Fue un revolucionario convencido y eso, creo que es el mejor monumento que hoy tenemos que reivindicar: La fortaleza para construir, para avanzar, para amar y hacer los cambios que necesita esta república. Compañero Nelson: Usted no ha muerto. Ni un minuto de silencio por nuestros muertos, todo un grito por la vida. Usted sigue. Sus ideas siguen brillando en el firmamento del Tolima y seguramente los indígenas y los tolimenses y los campesinos y los intelectuales, seguiremos su ejemplo de trabajar por un país en paz”.


“Felicitaciones a la compañera hermana de Nelson, María Teresa, que lo acompañó siempre y estuvo presente; un hombre que siempre tuvo en sus labios palabras hermosas de alegría y entusiasmo. Jamás ahorró una frase para dirigirse a sus hijos, siempre los tuvo como sus paradigmas, como lo mejor y fue, indudablemente, su inspiración suprema. Nelson fue y seguirá siendo, una persona importante y cuando se den los cambios estructurales y democráticos en este país, sin lugar a dudas, tendrá que reconocérsele su legado, su labor empecinada”.


“Él, finalmente, fue un abanderado del Triángulo del Tolima, un apóstol. Recibió gases lacrimógenos, recibió golpes de la fuerza pública, recibió estigmatización, etc, pero se mantuvo firme y siempre llamó a los indígenas a estar unidos, porque si no estaban unidos, era su decir, ese Triángulo no terminaría siendo para ellos, sino para otras personas que vienen de otras partes”.


“Gracias Nelson por ese legado. Puede descansar. Seguiremos adelante. Pido para terminar un fuerte aplauso a la obra del camarada José Nelson Tovar Rojas. Muchas gracias”. (Sonoros y prolongados aplausos)


Su cuerpo descendió lentamente al fondo de la cripta para ser cremado entonando los presentes el himno municipal de su patria chica: Dulce Coyaima Indiana. Fue un momento solemne y conmovedor. Cientos de miradas tristes, ahogando el llanto en sus gargantas, vieron cómo se iba el gran líder de izquierda del sur del Tolima, el gran indígena, el gran comunista. Entonces retumbó en la conciencia de algunos la célebre sentencia de Pablo Neruda: “Confieso que he vivido”  y quizás el verso del mismo autor: “Es tan corto el amor y tan largo el olvido”…

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