Por Nelson Lombana Silva
No hay gobierno más criminal y desalmado que el de los Estados Unidos. Su poderío histórico se ha inspirado en la demencial violencia. Seguramente, sabemos poco y nada de lo que ha hecho este gobierno para sostenerse en el poder.
Prácticamente, ha llevado sangre, lágrimas, destrucción y muerte a todo el planeta desde su fundación. Su prontuario causa escozor. Sin embargo, no se puede hablar en pasado, por cuanto la sangrienta política imperialista continúa en muchas regiones del globo terráqueo quizás con más criminalidad y salvajismo.
En América, a excepción de los gobiernos lacayos, la agresividad de Estados Unidos fue y es con extremo salvajismo. De Cuba se sabe algo, pero no todo; de Chile, Nicaragua, Bolivia, Ecuador, etc. Lo mismo: Se sabe muy poco.
Lo mismo viene sucediendo con la hermana República Bolivariana de Venezuela. Ha enfilado todas sus baterías contra este país hermano, utilizando las medidas más inhumanas y criminales. El bloqueo económico y comercial, el robo de las reservas internacionales, los distintos saboteos y la amenaza latente de una invasión militar, son entre otros, los métodos innobles que viene utilizando el denominado coloso del norte.
El destacado periodista, Alberto Acevedo, ha publicado un artículo en el semanario VOZ La verdad del pueblo que causa suprema indignación y repudio. Devela los crudos efectos de esta postura intervencionista del Tío Sam, sin el más elemental rastro de humanismo.
Señala – por ejemplo – que alrededor de 40.000 venezolanos han muerto en los últimos dos años “como consecuencia directa e indirecta de las criminales sanciones económicas y financieras que Estados Unidos ha impuesto al gobierno bolivariano de ese país, en tanto que las pérdidas por la misma causa ascienden a 114 mil millones de dólares, y una cifra considerable de recursos financieros permanecen congelados en los bancos de diferentes países, por exigencia de Washington”.[i]
Según Acevedo, estos datos aparecen en el informe: “Sanciones económicas como castigo colectivo: El caso de Venezuela”. Dichas cifras dramáticas fueron presentadas en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), por el canciller Jorge Arreaza.
Lo poco que podría decir uno sobre el caso, es que esta es una política cruel e imperialista de Estados Unidos, que ante su incapacidad para convencer acude a la fuerza bruta, a la violencia sin escatimar esfuerzo alguno.
Recuerda el articulista: “El banco de Inglaterra congeló 1.359 millones de dólares; el City Bank congeló 199 millones; el banco de Londres 453 millones de Euros; Novo Bank 1.453 millones de Euros, y Sumitomos 415 millones de Euros. Por presiones de Estados Unidos, la petrolera española Repsol suspendió el intercambio de productos refinados por crudo venezolano con Pdvsa”.
Estas sanciones han contribuido a una fuerte disminución en la producción de petróleo en este país sudamericano en algo más del 90 por ciento. También ha afectado gravemente la salud y la atención en enfermedades de alta complejidad.
Conciencia, resistencia y solidaridad
Armado de todo cinismo, Estados Unidos, ordena a todos sus medios de comunicación desinformar con gran precisión y eficacia. Hace referencia a las consecuencias, pero no dice una sola palabra sobre las causas. Las cotorras mediáticas al unísono señalan irresponsablemente como culpables, al proyecto revolucionario en desarrollo y a su leal presidente Nicolás Maduro Moros. Las víctimas terminan siendo victimarios en dichos medios de comunicación.
El precio de la libertad es bastante elevado. Hay que tener conciencia de clase para sobreponerse a esta demencial política de Estados Unidos, con sus lacayos, entre ellos el presidente colombiano Iván Duque Márquez.
Afortunadamente, este pueblo tiene el inmaculado ejemplo de Simón Bolívar, José Antonio Anzoátegui, Sucre, Hugo Chávez Frías y tantos otros; tiene coraje y amor por su patria. Está dispuesto a inmolarse antes de hacer una sola concesión a los gringos. Como dijera el comandante Fidel Castro Ruz: “¡Patria o Muerte, venceremos!”
Este pueblo vencerá. En esa gran batalla, la comunidad internacional no puede asumir una postura contemplativa, debe rechazar y denunciar con toda energía la política criminal de Estados Unidos contra este país bolivariano. El imperio romano también fue criminal y finalmente fue derrotado. Los pueblos son eternos, los dictadores como Donald Trump, efímeros. Venezuela con la espada desenvainada del Libertador Bolívar, tumbará a este rancio imperialismo y a esta burguesía mantuana, fortaleciendo el sistema de la vida, el sistema socialista.
[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición 2930. Semana del 15 al 21 de mayo de 2019. Página consultada 17.
[i] Semanario VOZ La verdad del pueblo. Edición 2930. Semana del 15 al 21 de mayo de 2019. Página consultada 17.
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