Sergio Fajardo: La fuerza oculta del uribismo

Sergio Fajardo. Foto: Kien y Ke.

Por Nelson Lombana Silva

Lo que se rumoraba ayer, hoy se confirma: Sergio Fajardo, constituye la fuerza oculta del uribismo. Sus nexos y ambiciones personales, impidieron el triunfo de Gustavo Petro y condenaron a Colombia a la cruda violencia que hoy está viviendo con Iván Duque Márquez.

El seudo sofista profesor autor del libro: “El poder de la decencia”, deja ver su verdadero rostro que algunos ya advertían con claridad pero que prefirieron guardar silencio con la esperanza de que la unidad fuera una realidad y así poder quitar del gobierno la narco mafia que encarna el senador por el Centro Democrático, Álvaro Uribe Vélez.

https://wikileaks.org/plusd/cables/09BOGOTA1969_a.html

Es evidente: Hasta el momento no ha habido un solo pronunciamiento del sofista Fajardo contra este verdadero terrorista que abnegó de sangre humilde a Colombia durante sus dos mandatos presidenciales consecutivos y antes al departamento de Antioquia en su condición de gobernador.

Tiene también seria responsabilidad en la hecatombe monstruosa de Hidroituango, por cuanto puso todo su poder al servicio del gran capital internacional, haciendo caso omiso a los llamados dramáticos de los líderes ambientalistas y de derechos humanos.

Este personaje que trata de posar de intelectual, democrático y amigo del pueblo es puesto al descubierto por Wikileaks. Cae estrepitosamente la máscara, presentándose tal cual es: Neoliberal, uribista y seguramente partidario de la mafia.

A cuánta gente buena engañó y sigue engañando con su discurso rebuscado y adornado de términos “izquierdosos”. Su falsa neutralidad la expresa al decir: “Ni soy uribista, ni antiuribista”. (¡Qué sofisma!)

Un pensamiento vacío carente de contenido y sobre todo, compromiso con el pueblo. ¿Quién dijo que en política cabe la neutralidad? Es una frase para engañar analfabetas políticos. Es casi como decir: Ni soy de izquierda, ni soy de derecha, entonces, ¿Qué diablos es? Derecha, uribista pura sangre “camuflado”.

Incluso, es cínico. En su momento dijo que no estaba dispuesto a hacer alianza con nadie que estuviera en contra del entonces presidente Álvaro Uribe Vélez. Más claro no canta un gallo.

Además, se declaró públicamente amigo íntimo del neofascista primo de Pablo Escobar Gaviria, José Obdulio Gaviria. “Dime con quién andas y te diré quién eres”, dice el adagio popular.

Un personaje de esta naturaleza le hace más daño al país y a la izquierda que el mismo confeso criminal de ultraderecha, por cuanto engaña a mucha gente buena y demora los cambios urgentes que necesita Colombia, pues confunde y en algunos casos desamina.

https://wikileaks.org/plusd/cables/09BOGOTA1969_a.html

Mire usted la postura de Sergio Fajardo en relación con el actual presidente colombiano. Su mutismo raya en la pusilanimidad. Ni una palabra para condenar las nueve bases gringas en el territorio nacional, ni un rechazo a la política entreguista de Duque de ceder el territorio para que se agreda a la hermana República Bolivariana de Venezuela. Su silencio cómplice es elocuente.

¿Podría usted imaginar un presidente así disfrazado de izquierda gobernando a Colombia? ¿Un gobernante reencauchando figuras siniestras como Pablo Escobar, José Obdulio Gaviria y Álvaro Uribe Vélez?

Sería un ataque aleve al pensamiento científico y a la ideología que encarna la izquierda como esperanza para millones y millones de seres humanos explotados brutalmente por este régimen criminal capitalista. El supuesto matemático del cálculo y la simulación perjudica la dinámica unitaria que predica la izquierda, porque significa retroceso.

Se despoja la incógnita sobre por qué los gremios económicos y los denominados “cacaos de Medellín”, se apresuran a financiar  sus publicitadas y costosas campañas.  

El pueblo antioqueño, sobre todo, sabrá desenmascarar a este impostor, retirándole paulatinamente su apoyo. Será señalado por la historia como se merece: Embustero y traidor.