El Paro Cívico Nacional en Colombia programado para el 25 de abril debe ser contundente con la activa participación de la Otra Colombia o la Colombia Profunda, que recibe a diario los latigazos de un gobierno carcomido por la corrupción, el entreguismo a los Estados Unidos y la cruda violencia tanto en el campo como en la ciudad.
Podría decirse que, más que tesis ideológicas y políticas, la razón de ser de esta protesta nacional tiene que ver con la defensa de la vida y la defensa de la autonomía. Es decir, la Soberanía Nacional.
El Observatorio de Memoria y Conflicto, del Centro Nacional de Memoria Histórica, nos ofrece unos datos estadísticos realmente impresionantes, los cuales han sido totalmente invisibilizados por los grandes medios de comunicación.
Dice que en los últimos 60 años se ha presentado en Colombia 262.197 muertes violentas, de las cuales 215.005 corresponde a civiles y 46.813 a combatientes. Una cifra elevadísima para un país que presume tener la democracia más antigua del continente.
Es más: 94.754 asesinatos son atribuidos al paramilitarismo, paramilitarismo que constituye una política de Estado en cumplimiento de lo ordenado por Estados Unidos y que se encuentra muy claro en los documentos de la CIA bajo el nombre de Santa Fe. 35.685 a las guerrillas y 9.804 a manos de las autoridades legalmente constituidas como policía, ejército y agentes secretos del Estado Colombiano.
Esta cruda violencia, bien considerada terrorismo de Estado, ha dejado 80.514 desaparecidos, de los cuales 70.587, siguen desaparecidos; 37.094 secuestros, 15.687 víctimas por violencia sexual y 17.804 menores de 18 años reclutados, principalmente por el paramilitarismo.
El Plan Nacional de Desarrollo (PND) del presidente Iván Duque Márquez, constituye un plan para incrementar la violencia contra el pueblo. Restringe el dinero para renglones vitales y desconoce adicionalmente, los acuerdos de paz de la Habana, Cuba. Aumenta los impuestos al pueblo y los disminuye para la burguesía, grandes empresarios y terratenientes.
No presenta hechos concretos encaminados a neutralizar el paramilitarismo. Por el contrario. Este fenómeno se desarrolla en todo el país con entera libertad, sin restricciones de ninguna naturaleza.
A su vez, permite sumisamente que funcione libremente, las nueve bases militares norteamericanas y cede el territorio nacional para agredir política y militarmente a la hermana República Bolivariana de Venezuela.
¿Quién puede estar de acuerdo con un mandatario entreguista, sumiso, pusilánime y mentiroso, como Iván Duque Márquez? Se negó a hablar con la Minga Indígena, prefiriendo marcharse a Chile a reunirse con la escoria latinoamericana para conspirar contra la Patria de Bolívar y Chávez.
Hay pues, mil razones para salir a protestar este 25 de abril en Colombia. ¡Manos a la obra!
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