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| Estudiantes de licenciatura en ciencias naturales de la universidad del Tolima en la biblioteca. Foto Nelosi |
Por Nelson Lombana Silva
Grupo de estudiantes de la universidad del Tolima, facultad de ciencias naturales, estuvo ayer en la biblioteca Cañón del Combeima, con el fin de asistir a un taller sobre las funciones actuales de las bibliotecas públicas rurales y de literatura popular, grupo dirigido por la destaca docente Marcela Flórez Espinosa. Durante dos horas largas, el bibliotecario explicó la nueva concepción de las bibliotecas públicas rurales como punto de encuentro de la comunidad del corregimiento ocho de Villa Restrepo. Explicó sus principales funciones y actividades que cotidianamente se desarrollan en este centro cultural y artístico.
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| La docente directora del grupo Marcela Flores Espinosa participa de las actividades programadas. Foto Nelosi |
El encuentro se desarrolló en un cálido ambiente de conversación de doble vía, siempre con la activa participación pedagógica de la docente y de los estudiantes, quienes desarrollaron con entusiasmo la actividad programada. Incluso, la profesora Flórez Espinosa desarrolló con entusiasmo dichas actividades, enseñando más con el ejemplo que con la palabra, recordando la célebre frase del pensador José Martí, quien afirmó que “las palabras conmueven, pero los ejemplos arrastran”.
Desarrollo del taller

El bibliotecario de la biblioteca Cañón del Combeima explica las funciones de ésta. Foto Jcp
Dicho taller tenía varios ítems que fueron aprobados por la docente: La bienvenida, en la cual se hizo énfasis del valor del encuentro y la presencia de los jóvenes deseosos de escrutar nuevos espacios de conocimientos. Al respecto, una de las asistentes afirmó: “Somos estudiantes de ciencias naturales que queremos adquirir otros conocimientos en nuestra formación”.
El concepto de biblioteca ha evolucionado. No es ese lugar frío acompañado de un silencio tétrico que otrora caracterizaba este espacio. Hoy, es punto de encuentro, de estudio, de análisis y de reflexión sobre la problemática socioeconómica propia de la región. La comunicad se acerca a leer un texto o un estudiante en busca de bibliografía, pero también llega a plantear temas y a buscar soluciones. La actividad en el espacio resulta dinámica. A través de la consulta en sala, biblioteca al aula, el servicio de internet, el espacio democrático, se genera discusión, opinión y coincidencias que ayudan en sumo grado a la paz y la sana convivencia con el entorno, la madre naturaleza. Se colocó como ejemplo, el desarrollo de la Asociación Agroecoturística, proceso de organización y unidad, en defensa del medio ambiente y el uso racional de los recursos naturales propios del imponente cañón del Combeima. Iniciativa en desarrollo de hombres y mujeres, algunos también estudiantes de la primera universidad en este departamento, deseosos y deseosas de llevar a la práctica los conocimientos, seguramente conscientes que hay que teorizar y practicar, porque de nada sirve arar y arar, pero nunca sembrar, como diría el filósofo Platón.
El acercamiento del lector al libro es un proceso complejo que exige creatividad, constancia y planeación. Dicho proceso no se da fácilmente y más en la era contemporánea caracterizada por la era mediática. Es un desafío y una necesidad en el proceso hermoso de la humanización. Recuperar la capacidad de asombro es entender que somos humanos demasiado humanos como diría Federico Nietzsche. La construcción del hombre nuevo, la sociedad humana, tiene mucho que ver con el proceso que adelantan silenciosamente las bibliotecas públicas del país.
Ejercicio pedagógico de lectura

Lectura dirigida de textos de literatura popular propias del bibliotecario. Foto MF
El ejercicio pedagógico de lectura consistió en ubicar en cada puesto un texto. Ordenadamente, el estudiante pasaba lo observaba y se sentaba en el texto que le había llamado la atención. Todos textos del mismo autor. Por espacio de quince minutos, el estudiante leyó el texto. La socialización consistió en hacer uso de dos opciones: Una, graficar, hacer un dibujo relacionado naturalmente con la lectura y la otra opción, consistió en reinventar el texto leído. Es decir, escribirlo con sus propias palabras. La experiencia fue fantástica. Mientras el estudiante, la estudiante, explica su dibujo, iba relatando el contenido del texto. Igual, quien se atrevió a reinventar la historia, lo hizo con mucha propiedad.
Durante el balance, tímidamente uno a uno, expuso su punto de vista. Todos y todas, coincidieron en destacar la importancia de la biblioteca pública, la necesidad de fomentar la lectura y el análisis crítico en la construcción de una nueva sociedad fundamentada en valores y principios. “Confieso que no me gusta leer, dijo una estudiante, pero de estos talleres sale uno como entusiasmada”.
El grupo no llegó con las manos vacías
Clausurado el taller y el compartir, cuán fue nuestra sorpresa cuando la profesora Marcela entregó material didáctico para la biblioteca, juguetes en muy buen estado. No me reponía de la grata sorpresa, cuando los estudiantes también lo hicieron en un gesto hermoso de desprendimiento. Un detalle hermosísimo que merece destacarse con letras de oro macizo y que estimula a la biblioteca Cañón del Combeima a seguir adelante en esta larga y compleja travesía.


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