Las ratas se unen para conspirar contra el pueblo

Foto: Totus Noticias 

Por Agamenón

De qué otra manera se puede uno dirigir a los expresidentes Álvaro Uribe Vélez y Cesar Gaviria Trujillo, dos ratas que tanto daño y dolor le han causado al pueblo colombiano. En su ocaso melancólico e inexorable pretenden seguir esquilmando no solo el presupuesto nacional, sino la dignidad del pueblo, entregando la soberanía nacional a Estados Unidos, el país imperialista por excelencia, por simples dádivas para satisfacer sus respectivos egos.

El reciente encuentro de estos dos rufianes en Llano Grande, Rionegro (Antioquia), demuestra una vez más el interés de recuperar el gobierno el año entrante para sus intereses mezquinos y oligárquicos. A Gaviria Trujillo, se le olvidó lo que le solía decir al narcotraficante número 82: “Uribe mentiroso, Uribe Mentiroso, Uribe Mentiroso…”. Según el decrépito expresidente liberal, al parecer ya no es mentiroso, es un aliado para conspirar contra el pueblo.

Muchas lecciones se pueden deducir de este mafioso encuentro. Uribe es del Centro Democrático y Gaviria Trujillo del Partido Liberal. En el desespero estos criminales hacen hasta lo imposible por marchitar el proceso democrático que lidera el Pacto Histórico con el presidente del cambio, Gustavo Petro Urrego. “El fin justifica los medios”, diría Nicolás Maquiavelo.

Son ridículos al decir que se trata de salvar el país del “comunismo”, dice Uribe Vélez, la cantaleta de siempre venida a menos porque ya el pueblo no come nada de esto. Recordemos el cuentico para generar miedo del “castrochavismo”, posiblemente les funcionó en su momento aprovechando el miedo y el analfabetismo político de las masas. Dicha estratagema vergonzosa el pueblo la ha superado y de qué manera.

Estos decrépitos criminales, a los que muy seguramente se les sumará personajillos de la talla de Germán Vargas Lleras, Andrés Pastrana Arango y algunos otros, en su desespero, formarán un verdadero cartel de muerte, desolación y violencia, contra un pueblo que se va sacudiendo de la alienación sometida durante más de doscientos años.

La respuesta popular a estos conspiradores de mala muerte, será sin lugar a dudas la unidad del pueblo y el fortalecimiento cualitativo y cuantitativo del Pacto Histórico. Desarrollar con más vehemencia la lucha de clases, derrotar el analfabetismo político y levantar la bandera inmaculada del cambio y la justicia social para todos y todas en Colombia.

Se trata de continuar la lucha que desde 1930, planteó con certeza el Partido Comunista, y a partir de allí, todos los esfuerzos unitarios que se han sucedido en nuestra lacerada Patria. Esta longeva oligarquía buscará sumergir al país nuevamente en la violencia, pues ha sido su modus operandi, pero ya el pueblo colombiano tiene una formación política mucho más avanzada y desarrollada. Esta dispuesto a luchar por la paz, como producto de cambios estructurales.

Foto: Iván cepeda 

El camino está despejado: Tenemos precandidato presidencial: Iván Cepeda Castro, un hombre cristalino, sosegado, pero inflexible ante el crimen, la explotación, la corrupción y la mentira. Un dirigente forjado en la lucha popular, en la defensa de los Derechos Humanos, un hombre con perfil de estadista, que no le temblará la mano para continuar y profundizar la obra del presidente Gustavo Petro Urrego. Además, tenemos una lista para el senado pletórica de auténticos cuadros comprometidos con el cambio, valga recordar a manera de ejemplo, a la profesora María Eugenia Londoño Campos.

Foto: PCC

El pueblo ganará nuevamente la presidencia en el 2026 y seguramente, cogerá mayoría en el Parlamento. Desde luego, esto no ocurrirá por suerte, ocurrirá por el trabajo organizado, planificado y radical de las distintas fuerzas que integran el Pacto Histórico y el mismo Frente Amplio. En esa dinámica, esperamos el liderazgo de los comunistas hormonales y leales a la causa noble de los pueblos. No debemos engolosinarnos con la burocracia inconsciente, porque ésta nos divide y nos achica.

Que los vejestorios de Uribe, Gaviria, Lleras, Pastrana y demás yerbas sigan haciendo convenciones, eso debe resbalarle al pueblo consciente, organizado, politizado y revolucionario. Al carajo cumbres de estos depredadores de la dignidad colombiana, siempre dispuestos a entregar la soberanía nacional a los Estados Unidos. Paso de vencedores.