lunes, 29 de enero de 2024

Mis primeros 90 años, Calarcá

 

Calarcá en el 23 Congreso del Partido Comunista. Foto Gabriel Ramón Pérez

Por Arles Herrera 

Siempre espero anheloso que llegara el día miércoles para ver la edición de VOZ, para ver cuál es la orientación, solía decir siempre un compañero cuando abría sus páginas.

Esta vez al abrir la edición 3206, fue para mí una grata sorpresa y alegría por palabras del compañero director de VOZ, Zabier Hernández, consignadas en la página VISIÓN.

La calidez por sus fraternas líneas no me queda otra cosa que decirle al camarada Zabier, a VOZ, y al consejo de redacción, gracias a nombre de mi familia y mía, por tan fraternal gesto. Gesto que no lo considero un adiós, sino un hasta luego, porque sigo con el lápiz firme en mi mano para cuando Uds. requieran de mí alguna ilustración, retrato o caricatura.

Aprovecho este espacio para agradecerle al camarada Nelson Lombana, quien hizo una cálida narrativa sobre mi modesto trabajo como comunista y obrero del quehacer artístico, trabajos que tengo que reconocer de manera autocrítica que no pocos trabajos tuvieron fallas estéticas y conceptuales. También agradezco a mis colegas y camaradas que expresaron con cálidas palabras mi labor de 60 años en VOZ y como militante comunista 67 años.

Vivir 90 años es una aventura y no sé si es una buena idea. Me ha permitido ver cambios sociales, tecnológicos y culturales desde el siglo XX. También me ha hecho ver la miseria de la condición humana, especialmente de quienes han manejado el mundo. Estos cambios no son solo un episodio de un imperio.

He sentido y lamento aún el derrumbe de la Unión Soviética, perdimos la humanidad trabajadora y quedamos a merced de la canalla capitalista, señores de la guerra que sin ningún pudor despilfarran la riqueza que producen los trabajadores en la más aterradora y monstruosa   construcción de armas nucleares poniendo a la humanidad al borde del abismo.  Poco o nada se habla del creciente armamentismo, raro tanto silencio incluso desde la izquierda.

Vivir largo también hay tiempo para celebrar con alegría conquistas populares lideradas por comunistas. Pero al lado de la vida acecha  muerte, con tristeza a Colombia le ha tocado pasar por el dolor de ver como a miles de sus mejores hijos, de la Unión Patriótica,   fueron asesinados por orden de una casta ruin, cuya madrina ha sido la muerte, que no se inspira en lo bello, sino en lo más sórdido de su mentalidad, el crimen, el robo, la corrupción, la explotación, el saqueo y la mentira.

Hoy a mis primeros 90 años tengo motivos para sentir alegrías: una maravillosa familia vinculada al cambio en el "país de la belleza".

Otro motivo de alegría haber tenido la oportunidad de ser un comunista, seguramente no el mejor militante, pero he procurado ser consecuente con lo que expreso ante mi entorno social.

Gran alegría de ver nuevos artistas de la caricatura exponiendo su arte en las páginas de VOZ, sobre todo que haya una caricaturista mujer, como "NANI", a la cual estimo y admiro profundamente. 

Gracias compañeras y compañeros, seguiremos en la brega por defender la vida como el valor más alto de la existencia humana, por la defensa de los derechos de la naturaleza donde está incluida la humanidad.

Un abrazo Calarcá

Con información de la página web www.pacocol.org

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