sábado, 13 de enero de 2024

Fortalecer la Unidad alrededor del Pacto Histórico

 


Por Nelson Lombana Silva

El Estado Colombiano, obra de la gran burguesía, está concebido para que la clase dominante, la clase burguesa, usufructúe las riquezas en detrimento del pueblo humilde y trabajador, generador de riqueza. Los poderes públicos, se sostienen en leyes ortodoxas que benefician a la gran oligarquía y reprimen en grado sumo el interés colectivo del pueblo.

El presidente del cambio, Gustavo Petro Urrego, se mueve en ese ambiente hosco y retrógrado, impidiéndole desarrollar sus iniciativas enumeradas ampliamente durante la campaña electoral. Quizás, no se acogió el vehemente llamado que hizo a tomar mayorías en el Parlamento, por cuanto es allí, donde se aprueba constitucionalmente las grandes iniciativas del Gobierno Nacional.

Debe ser una experiencia que se debe asimilar crítica y autocríticamente, al desarrollar futuras confrontaciones electorales. El pueblo colombiano no puede cometer los mismos errores y seguir eligiendo a esa caterva de “vacas sagradas” que solo saben legislar en favor de la gran oligarquía.

Mientras en el Congreso Nacional hacen toda clase de malabarismos para que fracasen las grandes iniciativas del gobierno del Pacto Histórico, esos mismos siniestros personajes, utilizando sus medios masivos de comunicación, señalan que están en defensa de los intereses del pueblo. Infame mentira, repetida mil veces, que termina siendo “verdad” en la mente alienada del pueblo colombiano.

Los tentáculos de la derecha y extrema derecha están en los tres poderes públicos, luchando para que fracase el Gobierno del Cambio. Todos contra uno, como en fuente ovejuna, se ensañan minuto a minuto contra el Gobierno de Petro y Francia Márquez.

Sin embargo, a pesar del inmenso poder económico mafioso y mediático, la gran burguesía no ha podido ocultar los extraordinarios logros que ha venido cosechando el Gobierno Nacional en tan poco tiempo y en qué condiciones de adversidad. La universidad pública gratuita, 79 mega colegios en zonas consideradas marginales de Colombia, más de 300 colegios remodelados, hospitales de alta complejidad para la comunidad de la Guajira, lucha frontal contra el hambre en varios departamentos excluidos por la gran burguesía, la entrega de numerosas hectáreas de tiene fértil para los campesinos con la ayuda para hacerlas producir, la proyección de entregar más de 800 mil hectáreas de tierra en 2024, el aumento duplicado de carga en el 2023, gracias al tren que se puso en actividad en la Dorada – Chiriguaná, el decomiso de toneladas de marihuana y cocaína, golpeando duramente a los comerciantes reales de este comercio ilícito y mortal, son hechos claros e inocultables que no aparecen en las rotativas y canales de televisión de la gran burguesía.

Al no aparecer allí, nos corresponde a nosotros hacer la difusión casa por casa, barrio por barrio, vereda por vereda. Informar tal cual está aconteciendo y de paso llamando al pueblo a organizarse y hacer uso de la democracia real participativa. El mismo Gobierno lo ha dicho en reiteradas oportunidades: Si el pueblo no se apersona del cambio, no pasará nada en Colombia. La burguesía sedienta de poder, volverá al gobierno y la violencia e injusticia social, volverán a ser el pan nuestro de cada día.

La unidad es el camino, proceso que debe liderar el Pacto Histórico zanjando escollos como el maldito personalismo y el “yoismo”. El Pacto Histórico no es de una persona gritona, arrogante y mezquina, es de un colectivo multicolor que se debe respetar, permitiendo su desarrollo con entera libertad y profunda solidaridad. Del proceso, nadie puede ser excluido, ejercer la práctica, porque es allí donde se materializa los procesos. No hacerlo así es condenar a Colombia a otros cien años de soledad, como diría Gabriel García Márquez.

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