Por Nelson Lombana Silva
Entrevistar al camarada Darío Eccehomo, director regional Caldas del ministerio del trabajo era una prioridad que teníamos en nuestra agenda y que, gracias a la intermediación del poeta, escritor e historiador, Edison Peralta González, fue posible. Fue un encuentro efusivo y fraternal, en el que el doctor Darío Eccehomo, señaló que está cumpliendo el mandato de la ministra, Gloria Inés Ramírez, con generosidad y responsabilidad. “Quiero dejar huella”, agrega.
Es consciente que el país está viviendo una metamorfosis gracias a la propuesta del presidente de la república, Gustavo Petro Urrego y que él como representante del gobierno en este territorio, debe estar a la altura, respondiendo con grandeza a esa confianza depositada en él. El cambio se debe sentir desde el comportamiento al frente de la cartera, su compromiso, transparencia y honestidad para hacer las cosas bien de tal manera que se note la diferencia.
Trabaja incansablemente, al parecer no descuida detalle, sentando cátedra sobre la puntualidad y la forma afable de recibir al usuario que llega a la oficina en busca de una solución a su problemática e inquietud. Despacha desde una oficina sencilla, recién refacturada. Es de puertas abiertas, pues comprende que el funcionario se debe, precisamente, al usuario. Hay dos cuadros: Gustavo Petro y Gloria Inés Ramírez.
Después de una larga conversación en la que participa el poeta, escritor e historiador Edison Peralta González, el abogado Darío Eccehomo, responde los interrogantes formulados. La entrevista es la siguiente:
-Doctor Darío Eccehomo director regional Caldas del ministerio del trabajo, ¿Qué balance puede presentar a estas alturas al frente de esta oficina?
Nelson, muchas gracias por esta oportunidad. Creo que el primer balance, es el reconocimiento a los cambios que estamos viviendo en el país, producto de varias cosas: Lo primero, creo yo, todo lo que está viviendo el país es producto del acuerdo de paz que suscribió el Estado colombiano en el gobierno de Juan Manuel Santos y la extinta guerrilla de las Farc, hoy partido político, que de alguna manera abrió compuertas democráticas para poder avanzar en la propuesta política que finalmente se vino a aterrizar con el compañero presidente Gustavo Petro y que dio advenimiento realmente a un gobierno democrático. Yo creo que eso es producto de eso, producto de la lucha de tantos años. Siempre lo he manifestado, el honor que tengo director territorial del trabajo de Caldas, es un homenaje a los trabajadores, a la lucha social, a la lucha popular y al servicio público que creo que, como humanistas, hemos sido los defensores de los Derechos Humanos.
- ¿Cómo es esa experiencia, precisamente, entre esa teoría que usted maneja con tanta propiedad y la práctica, al estar al frente de un cargo de esta naturaleza?
Es una experiencia muy compleja. La verdad es que es muy diferente estar uno en la calle haciendo oposición, gritando abajo y protestando continuamente a hacer parte de un gobierno democrático. Gobernar, definitivamente, es una ciencia, la que hay construir día a día, hay que aprender todos los días este manejo, hay que hacerlo con mucha responsabilidad, porque estoy convencido de que la oportunidad histórica que nos permite hoy la vida, es la oportunidad de hacer las cosas muy bien, para que el pueblo pueda entender se puede gobernar de otra manera. Nosotros tenemos que ser lo más transparente, los más humildes, pero, ante todo, los más responsables; es la posibilidad de generar los cambios que el pueblo y el país necesitan. Desde esta territorialidad, desde el ministerio del trabajo, yo creo que estamos conociendo las dificultades que se viven en el país en esta materia, sin desconocer, obviamente, que, para armar el trípode del trabajo, se necesitan los tres elementos naturales que son los empresarios, los trabajadores, el Estado, el Gobierno como tal, que es el que regula las relaciones laborales, muchas de ellas acompañadas hacia los trabajadores en la representación sindical. Es un reto muy bonito, vuelvo y reitero: Complejo, de inmensa responsabilidad, pero que hasta ahora en la territorial creo que hemos tratado de llevarla a la altura. Vuelvo y repito: La vida me ha permitido construir y, reitero nuevamente, las gracias al cambio que hoy vive el país en cabeza de Gustavo Petro y ante todo, pues, la confianza que una ministra como Gloria Inés Ramírez, nos ha permitido generar y desarrollar aquí en el departamento.
- Podría decirse que la izquierda colombiana está proceso de transición de ser simple oposición a ser poder, gobierno. ¿Es muy duro este proceso?
Sí, es complejo, Nelson. La verdad que ser gobierno y aspirar a ser poder, son dos momentos muy diferentes, máxime cuando nosotros llevamos doscientos años de vida republicana y siempre hemos estado en la palestra de soñar con un cambio. Hoy, lo tenemos e inclusive, me atrevo a pensar que mucha parte del pueblo colombiano no lo ha podido entender, porque defender una propuesta democrática, defender una reformas sociales como las plantea el gobierno nacional, incluida dos de ellas que tienen que ver con el ministerio del trabajo, como son la reforma laboral y la reforma pensional, requiere de mucho estudio, de mucho compromiso, pero ante todo de un acercamiento al pueblo para que pueda entender que otras maneras también se puede construir una alternativa. Es una experiencia muy bonita, pero que requiere de mucho esfuerzo, de mucho sacrificio y de estar día a día, en el trabajo continuo con la gente, día a día en el trabajo continuo con todo el sector popular, que es al que finalmente, las tesis, los objetivos y las propuestas del gobierno del cambio, del gobierno Colombia potencia de la vida, están apuntando. Es comprometer todo el esfuerzo, el ejercicio y el desarrollo de un gobierno hacia los cambios más profundos y necesarios que requiere la mayoría de colombianos.
- ¿Cómo recibió la clase política del departamento de Caldas su nombramiento?
Yo pienso que, con mucha reserva, porque es la primera vez que un hombre de izquierda, de pensamiento alternativo, llega a una instancia como ser director del ministerio del trabajo en la territorial de Caldas. Pero, como bien lo mandata el compañero Gustavo Petro y como lo ordena y lo ha esbozado nuestra ministra de trabajo, venimos con toda la disposición de hablar con todos los sectores de la sociedad para a través de ese diálogo social, ir potenciando las posibilidades de una gran juntanza que permitan aterrizar las propuestas del gobierno para beneficio de las grandes mayorías.
- ¿Ha tenido sustos, amenazas durante el tiempo que lleva al frente de esta oficina?
Desde hace que estoy en este cargo no he recibido amenazas y ya cumplo ocho meses. Usted es conocedor de que cuando estuve al frente del Comité Permanente por la Defensa de los Derechos Humanos, fueron muchas, bastantes, de todas ellas conoce la Fiscalía General de la Nación, conoce las autoridades locales y departamentales. Ahora no, esperemos que la cosa continúe así, porque la verdad es que deseo hacer un importante trabajo, deseo dejar huella en el ministerio del trabajo en el departamento de Caldas, porque vuelvo y lo repito: Para mí es un orgullo, pero creo que para la clase trabajadora, para el movimiento popular, para el pueblo de Caldas también es una especie de homenaje, porque finalmente es para ellos que uno ocupa estos cargos y es para intentar generar las propuestas que el gobierno está proyectando y, obviamente, desde un cargo de estos, tratar de hacer las cosas de la mejor manera con toda la autoridad, con el cumplimiento de la ley, pero siempre con la actitud de servicio al público, porque desde que llegué, quiero es que esto sea un oficina de puertas abiertas, he tocado no solos sindicatos, las organizaciones populares, indígenas y campesinas, sino también el empresariado. Ese es el mandato que tengo de la ministra y estoy intentando cumplirlo con mucha generosidad, con mucha responsabilidad y con mucho compromiso.
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