Por Nelson Lombana Silva
El pueblo tolimense, especialmente ibaguereño le dio el adiós postrero al sindicalista, Ricardo Varón Fandiño, víctima de las EPS y el cáncer, a la edad de 62 años, casado con Paula Andrea Espinosa y padre de tres hijos: Sergio, Juan Camilo y Samuel.
Su cuerpo fue velado en la funeraria Los Olivos y cremado en el parque cementerio de esta funeraria, después de las tres de la tarde, del domingo 11 de septiembre de 2022, bajo un sol espléndido en Ibagué (Tolima).
“Recibí la noticia con mucha sorpresa, teniendo en cuenta que Ricardo era una persona joven de 62 años de edad”, dice Mario Nel Mora Patiño, presidente del sindicato de la salud, Sindes Tolima.
Seriamente afectado por el deceso del compañero Ricardo Varón Fandiño, Mario Nel recuerda la lucha que se libró para que ningún hospital del Tolima fuera privatizado o liquidado. “Libramos, juntos, peleas enormes en el departamento de Tolima para que no se liquidara ningún hospital del departamento, cuando él era presidente de Anthoc, yo era miembro de la junta directiva de esta organización sindical. Fueron luchas que dimos en defensa de los trabajadores de la salud del Tolima y las instituciones hospitalarias”, señala.
Al pedirle al dirigente sindical que hiciera una descripción de la personalidad del compañero Ricardo o Richard, como se le solía decir, indicó: “El compañero Ricardo Varón era una persona luchadora, seria, humilde; para él primaba los Derechos Colectivos sobre los Derechos Individuales. La partida del compañero Ricardo Varón es una pérdida inmensa para el movimiento sindical, no solamente del Tolima, sino a nivel nacional”.
“Tuve la oportunidad de entregarle la presidencia de Anthoc Tolima, cuando él venía de ser miembro de la Junta Nacional y yo ingresaba a ésta. Se lograron cosas justas, muy importantes para los trabajadores y prueba de eso es que, en el departamento del Tolima, no tenemos ni el primer hospital liquidado, porque independientemente, con los compañeros de Anthoc y yo que estoy en Sindes, hay unidad de materia, hay unidad de acción, con el fin de defender los derechos colectivos y los derechos de los trabajadores de las instituciones hospitalarias”.
Ricardo se vinculó muy joven al hospital Federico Lleras Acosta y a la lucha sindical, señala Mario Nel Mora Patiño. “La lucha la trae uno en la sangre. Ricardo ingresó joven al hospital Federico Lleras Acosta, ingresó a la lucha sindical, donde se fue formando. Prueba de esa formación es que hizo parte de la Junta Nacional de Anthoc. Era devoto a las creencias religiosas. Se graduó como diácono. Él ofrecía misa con los sacerdotes en la ciudad de Ibagué. Yo lo vi en la Catedral, ofreciendo misa con los sacerdotes. Pero, él sabía deslindar, tenía la capacidad de combinar la lucha social con la parte religiosa. Es decir, más o menos tomando de referencia lo que hizo Nuestro Señor Jesucristo, que él estaba de parte de la gente más desposeída de este país”.
“Yo admiraba mucho a Ricardo, era un gran líder. Dios quiera que la Virgen Santísima lo tenga en el seno de los reinos y Dios que lo cubra con su manto y decirles a los trabajadores de la salud del departamento del Tolima que Ricardo no ha muerto, Ricardo vive en los corazones de cada uno de los trabajadores de la salud, que lo vimos crecer luchando hombro a hombro con todos nosotros como dirigentes de la salud”.
No se “arrugó” ante las crudas amenazas del militarismo y paramilitarismo durante la era criminal del uribismo. Se mantuvo enhiesto y combativo. “Sí, efectivamente, nos tocó vivir una era muy tenaz. Por ejemplo, en el caso mío, era muy incómodo andar con cuatro escoltas para medio preservar el derecho a la vida. A Ricardo también le tocó eso. Recuerdo cuando hicimos la toma de Picaleña, el puente José Ignacio Andrade de Honda y el puente de Saldaña. Nos correspondió con Ricardo en Picaleña, cuando Andrés Pastrana estrenó el esmad y nos dieron muy duro, pero se logró en ese entonces con el compañero Yesid Hernando Camacho, una negociación en el ministerio del Interior y en ese entonces, sacamos 5 mil millones de pesos para cancelar a los compañeros del Espinal que le debían doce meses de salario. Le dimos flujo de caja al hospital Federico Lleras Acosta y hoy seguimos teniendo las instituciones abiertas, gracias a la persistencia de cada uno de nosotros”.
La lucha del compañero Ricardo Varón Fandiño como la de cualquier sindicalista consecuente, no fue estéril. Dice Mario Nel: “Al lado de él aprendimos muchas cosas, prueba de eso aquí estamos sus alumnos, siguiendo el mismo camino porque lo hacemos por convicción”.
Su trabajo, su ejemplo, la persistencia y decisión en la lucha sindical que caracterizó al compañero Ricardo Varón Fandiño, seguramente seguirá presente en la conciencia de quienes con firmeza y convicción se inclinan recogen la bandera sindical y siguen la marcha.
Hay que decir también, que Richard fue amigo incondicional del Partido Comunista, compraba, leía y distribuida el semanario VOZ La verdad del pueblo. Durante su presidencia en Anthoc se leía semanalmente allí, el periódico de los comunistas y de la clase obrera, campesina y popular.
¡Paz en su tumba, mi hermano Richard!
El pueblo tolimense, especialmente ibaguereño le dio el adiós postrero al sindicalista, Ricardo Varón Fandiño, víctima de las EPS y el cáncer, a la edad de 62 años, casado con Paula Andrea Espinosa y padre de tres hijos: Sergio, Juan Camilo y Samuel.
Su cuerpo fue velado en la funeraria Los Olivos y cremado en el parque cementerio de esta funeraria, después de las tres de la tarde, del domingo 11 de septiembre de 2022, bajo un sol espléndido en Ibagué (Tolima).
“Recibí la noticia con mucha sorpresa, teniendo en cuenta que Ricardo era una persona joven de 62 años de edad”, dice Mario Nel Mora Patiño, presidente del sindicato de la salud, Sindes Tolima.
Seriamente afectado por el deceso del compañero Ricardo Varón Fandiño, Mario Nel recuerda la lucha que se libró para que ningún hospital del Tolima fuera privatizado o liquidado. “Libramos, juntos, peleas enormes en el departamento de Tolima para que no se liquidara ningún hospital del departamento, cuando él era presidente de Anthoc, yo era miembro de la junta directiva de esta organización sindical. Fueron luchas que dimos en defensa de los trabajadores de la salud del Tolima y las instituciones hospitalarias”, señala.
Al pedirle al dirigente sindical que hiciera una descripción de la personalidad del compañero Ricardo o Richard, como se le solía decir, indicó: “El compañero Ricardo Varón era una persona luchadora, seria, humilde; para él primaba los Derechos Colectivos sobre los Derechos Individuales. La partida del compañero Ricardo Varón es una pérdida inmensa para el movimiento sindical, no solamente del Tolima, sino a nivel nacional”.
“Tuve la oportunidad de entregarle la presidencia de Anthoc Tolima, cuando él venía de ser miembro de la Junta Nacional y yo ingresaba a ésta. Se lograron cosas justas, muy importantes para los trabajadores y prueba de eso es que, en el departamento del Tolima, no tenemos ni el primer hospital liquidado, porque independientemente, con los compañeros de Anthoc y yo que estoy en Sindes, hay unidad de materia, hay unidad de acción, con el fin de defender los derechos colectivos y los derechos de los trabajadores de las instituciones hospitalarias”.
Ricardo se vinculó muy joven al hospital Federico Lleras Acosta y a la lucha sindical, señala Mario Nel Mora Patiño. “La lucha la trae uno en la sangre. Ricardo ingresó joven al hospital Federico Lleras Acosta, ingresó a la lucha sindical, donde se fue formando. Prueba de esa formación es que hizo parte de la Junta Nacional de Anthoc. Era devoto a las creencias religiosas. Se graduó como diácono. Él ofrecía misa con los sacerdotes en la ciudad de Ibagué. Yo lo vi en la Catedral, ofreciendo misa con los sacerdotes. Pero, él sabía deslindar, tenía la capacidad de combinar la lucha social con la parte religiosa. Es decir, más o menos tomando de referencia lo que hizo Nuestro Señor Jesucristo, que él estaba de parte de la gente más desposeída de este país”.
“Yo admiraba mucho a Ricardo, era un gran líder. Dios quiera que la Virgen Santísima lo tenga en el seno de los reinos y Dios que lo cubra con su manto y decirles a los trabajadores de la salud del departamento del Tolima que Ricardo no ha muerto, Ricardo vive en los corazones de cada uno de los trabajadores de la salud, que lo vimos crecer luchando hombro a hombro con todos nosotros como dirigentes de la salud”.
No se “arrugó” ante las crudas amenazas del militarismo y paramilitarismo durante la era criminal del uribismo. Se mantuvo enhiesto y combativo. “Sí, efectivamente, nos tocó vivir una era muy tenaz. Por ejemplo, en el caso mío, era muy incómodo andar con cuatro escoltas para medio preservar el derecho a la vida. A Ricardo también le tocó eso. Recuerdo cuando hicimos la toma de Picaleña, el puente José Ignacio Andrade de Honda y el puente de Saldaña. Nos correspondió con Ricardo en Picaleña, cuando Andrés Pastrana estrenó el esmad y nos dieron muy duro, pero se logró en ese entonces con el compañero Yesid Hernando Camacho, una negociación en el ministerio del Interior y en ese entonces, sacamos 5 mil millones de pesos para cancelar a los compañeros del Espinal que le debían doce meses de salario. Le dimos flujo de caja al hospital Federico Lleras Acosta y hoy seguimos teniendo las instituciones abiertas, gracias a la persistencia de cada uno de nosotros”.
La lucha del compañero Ricardo Varón Fandiño como la de cualquier sindicalista consecuente, no fue estéril. Dice Mario Nel: “Al lado de él aprendimos muchas cosas, prueba de eso aquí estamos sus alumnos, siguiendo el mismo camino porque lo hacemos por convicción”.
Su trabajo, su ejemplo, la persistencia y decisión en la lucha sindical que caracterizó al compañero Ricardo Varón Fandiño, seguramente seguirá presente en la conciencia de quienes con firmeza y convicción se inclinan recogen la bandera sindical y siguen la marcha.
Hay que decir también, que Richard fue amigo incondicional del Partido Comunista, compraba, leía y distribuida el semanario VOZ La verdad del pueblo. Durante su presidencia en Anthoc se leía semanalmente allí, el periódico de los comunistas y de la clase obrera, campesina y popular.
¡Paz en su tumba, mi hermano Richard!
Paz en su tumba
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