lunes, 5 de septiembre de 2022

El poder mágico de la autonomía


 Por Nelson Lombana Silva

¡Cuidado! No se puede desnaturalizar la esencia y fundamento de la autonomía con el único pretexto de justificar lo injustificable. La autonomía es fundamental para el desarrollo de cualquier organización social, cultural, económica, política o ambiental, etc.



La autonomía es una conquista que tiene por supuesto unos requisitos básicos y fundamentales a su vez, que hay cumplir a cabalidad para que ésta sea una realidad concreta.

La autonomía implica conocimiento, práctica y ética. Cualquier organización, por grande o pequeña que sea, debe luchar por su autonomía y hay que respetarla, aplaudirla y si podemos contribuir con su desarrollo, excelente.

En ese sentido, hay dos escenarios que contribuyen objetivamente al desarrollo dialéctico de la autonomía: Un escenario interno y un escenario externo. Diríamos que el escenario interno es definitivo para sostener la autonomía dialéctica de cualquier organización dependiendo de tres elementos claves ya enumerados: Conocimiento, Práctica y Ética.

En lo relacionado con el escenario externo, tiene que ver con la orientación, consejo o asesoría que bien le pueda ofrecer cualquier ente interesado en la autonomía de esa organización determinada. En otras palabras, que esté interesada en el desarrollo correcto y dinámico de esa autonomía en determinada organización.

Hay quienes afirman que un consejo, asesoría u orientación a tiempo tiene un valor incalculable, para bien o para mal, por cuanto nadie tiene la verdad revelada.

Cuando creo una organización con su junta directiva, sus estatutos y su plan de trabajo, mi tarea básica es estar pendiente de su desarrollo, orientar, dar una asesoría o una opinión, la cual es tomada por esa organización no para implementarla a manera de copia y calco, sino que debe analizar desde distintos ámbitos dicha opinión u orientación para captar lo positivo y desechar lo negativo.

Lo que no puedo hacer es actuar como si perteneciera a dicha organización desautorizando al equipo directivo, desacreditándolo, dando contra órdenes con el cuento que está orientando correctamente. Eso no se puede hacer. Si, realmente, quiero el desarrollo de esta organización y veo que las opiniones no son tenidas en cuenta, pues acudo a los estatutos mirando qué acciones puedo emprender. Incluso, pasar de simple orientador a ser miembro activo de la organización.

El otro aspecto básico de tener en cuenta, son los canales ideales de comunicación y las opiniones colectivas. Si cada uno va a dar una orientación, el resultado de antemano es un fiasco, un fracaso. La centralidad es fundamental, lo mismo la argumentación.

Muchas veces se hacen críticas por hacer críticas. Son subjetivas y con sesgo personalista encaminadas a desacreditar la organización y poner su directiva en contra de los afiliados de esa organización. Aquí, la honestidad, la conciencia de clase, son fundamentales para acertar en la orientación.

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