martes, 4 de agosto de 2020

Matarife a la casa por cárcel

Por Nelson Lombana Silva

Histórico: Por primera vez un ex presidente colombiano recibe la pena de casa por cárcel, una vergüenza internacional y una realidad inexorable en un país como Colombia tomado por la mafia y el paramilitarismo hace rato. Se trata del narcotraficante número 82, el matarife, es decir, Álvaro Uribe Vélez. La decisión la toma la sala de instrucción de la Corte Suprema de Justicia.

Conocida la decisión de la Corte Suprema de Justicia, el pueblo humilde villanamente martirizado por este gran alfil de la mafia colombiana, levanta su voz no con espíritu revanchista del ojo por ojo y diente por diente, simplemente expresa serenamente un juicio justo con todas las garantías para el procesado, pero con toda la contundencia que contempla la Constitución Nacional y el Código Penal. Además, exhorta a respaldar la Corte que siempre ha estado en la mira de la mafia y de este ex presidente y senador de la república.

Como era de esperarse, lo más atrasado política y éticamente del país, condensado en el Centro Democrático, sale a defender a su patrón de una manera absurda e irracional. La senadora Paola Holguín Moreno sale a llamar “a la reserva activa en defensa de Uribe”. ¿Cuál reserva activa? ¿El militarismo? ¿El paramilitarismo? ¿El binomio militar-paramilitar?



Los medios de comunicación, siempre fieles al matarife, presentan la tesis de que el país está dividido y polarizado. Les siguen mintiendo a Colombia dichos medios de una manera demencial y deliberada. Muchos creyeron que con la detención de este bandido de siete suelas, como dice el dicho popular, el sol dejaría de alumbrar, el curso de los ríos se invertiría y las estrellas se estrellarían unas con otras. Pues no ha sido así. El sol sigue alumbrando, los ríos siguen su curso normal y las estrellas también continúan su ciclo normal.

Álvaro Uribe Vélez no es solamente la mafia. Es una parte de ella, quizás bien importante. Incluso, podría decirse que no es la cabeza principal, pero sí el líder visible más importante. Es de suponer que los peces gordos de la mafia colombiana están en la sombra, en la penumbra, actuando de bajo perfil. Hay que saber que la mafia colombiana es como un dragón de mil cabezas.

Ante este suceso, de todas maneras trascendental, el pueblo colombiano, está en el deber de movilizarse, no cruzarse de brazos. Inicialmente a respaldar decididamente a la Corte Suprema de Justicia y a los Magistrados en su totalidad. En segundo lugar, a asimilar el coletazo. La mafia no admite más que su ley. Así, no es descabellado lo que dijo un líder comunitario tolimense al conocer la noticia: “Con esta noticia no sé si darme alegría o terror, mi hermano, porque usted sabe la represalia y el poder enorme que tiene este señor Álvaro Uribe”. 

Resulta fundamental en estos momentos levantar la bandera de la unidad del pueblo colombiano en su totalidad, el cumplimiento pleno del acuerdo de paz concebido en la Habana (Cuba) y firmado en Bogotá y la movilización nacional. Insistir en la utopía de la justicia social, en la erradicación del paramilitarismo y la galopante corrupción que hoy se enseñorea en todo el país, especialmente en las altas esferas del Estado capitalista mafioso. Además, persistir en la independencia total de Estados Unidos.

La detención del ex presidente por manipulación de testigos, es un triunfo del pueblo villanamente explotado, engañado, asesinado y atemorizado que demuestra en la práctica que sí se puede. Además, que los pueblos son eternos y los tiranos efímeros. Como dice un meme: “Hay que rodearlo, para que no se escape.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario