viernes, 21 de agosto de 2020

Marcha por la vida, la paz y la esperanza en Ibagué

 Por Nelson Lombana Silva

Hoy, 21 de agosto, a partir de las 2:00 p.m. se realizará en Ibagué, la Marcha por la vida, la paz y la esperanza. El punto de concentración será la calle 37 con carrera 5ª. De allí, se marchará al centro de la ciudad musical de Colombia. Se espera la masiva presencia de todos y todas, en rechazo a la racha de asesinatos contra niños y jóvenes que se ha disparado en los últimos días, una vez se supo la detención del narcotraficante número 82, el matarife, Álvaro Uribe Vélez.

Qué razón tenía el maestro Carlos Gaviria Díaz, entonces candidato a la presidencia de la república por el Polo Democrático Alternativo, cuando afirmó que si ganaba la presidencia Álvaro Uribe Vélez, el país regresaría al siglo XVI, es decir, a lucha por la vida. Dicho y hecho. Hoy nos vemos en la penosa necesidad de movilizarnos para demandar del gobierno nacional de Iván Duque Márquez, que pare el baño de sangre contra los niños y los jóvenes colombianos.

A esta criminal dictadura disfrazada de “democracia” no le es suficiente la cacería humana contra ex miembros de las Farc – Ep, sindicalistas, indígenas, campesinos y dirigentes de izquierda; para aumentar su sevicia, ahora arremete el aparato militar-paramilitar contra niños y niñas. Así lo ha venido registrando el país en los últimos días en distintas regiones de Colombia.

Y mientras esto sucede, el gobierno nacional, mantiene engolosinado con su jefe prisionero, pidiendo ayuda a Estados Unidos, criticando la postura de la Corte Suprema de Justicia y exhortando a la violencia en toda la nación. Se encuentra acorralado. Sabe que tiene rabo de paja y que en cualquier momento ésta puede arder y de qué manera.

Lanza cortinas de humo de una manera escueta e irresponsable. Ayer, dijo por ejemplo, que el presidente de la hermana república bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro Moros, está adquiriendo misiles de corto, mediano y largo alcance. De igual manera, que se estaría triangulando para llegarle armas al ELN desde Rusia.

Esta cortina de humo, cumpliendo órdenes de Estado Unidos como perro faldero, la presenta como un peligro para Colombia y el continente. Duque Márquez, repite maquinalmente el mismo discurso imperialista de Donald Trump, ni una coma le cambia.

La situación del país resulta bien compleja. Se emplea la pandemia del coronavirus para inmovilizar al pueblo y de paso hacer reformas abiertamente letales a los intereses de los colombianos, muy especialmente de los trabajadores y trabajadoras. El país está manga por hombro. Es un Estado fallido, incapaz de resolver las más elementales necesidades del pueblo colombiano. La criminalidad alcanza índices dramáticos, lo mismo la impunidad.

El pueblo no puede seguir sumiso e inmóvil. Debe reaccionar de una manera contundente. En el afán de exacerbar el terrorismo de Estado para inmovilizar aún más al pueblo, se han venido lanza en ristre contra los niños, las niñas y los jóvenes. Lo que estamos viviendo es puro fascismo.

Así, no podemos cruzarnos de brazos o dejarnos acorralar por el miedo o quizás, la indiferencia. Hay que salir a rechazar el terrorismo de Estado, condenar esta política criminal y exigirle al presidente Iván Duque Márquez que pare este baño de sangre contra el pueblo, ahora contra los niños y las niñas. Salgamos y digamos simplemente Sí a la vida, a la paz y a la esperanza, no al asesinato de pueblo y menos de niños inocentes. ¡A la calle!


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