Lideresa Ruth Mery Pinzón Navarro.- Foto: Nelosi |
Conversar con la lideresa Ruth Mery Pinzón Navarro, resulta agradable, sobre todo productivo en cuanto al conocimiento de esta vasta región del Cañón del Combeima, el principal pulmón y estrella hídrica, a su vez, de la ciudad de Ibagué (Tolima).
El pasado 13 de marzo visitó en horas de la mañana la biblioteca El Cañón del Combeima, la cual está ubicada en el corregimiento 8, Villa Restrepo. Estuvo presta a participar de la campaña de aseo de este cañón.
La amena conversación nos permitió conocer más la región, sus organizaciones, las fortalezas y las debilidades, lo mismo que las proyecciones.
Ruth Mery hace parte de la junta administradora local (Jal). Conoce su entorno a la perfección. Por lo tanto, tiene autoridad para hablar.
Al terminar el diálogo formuló un cálido llamado a la comunidad para que asista a la biblioteca, la conozca, la valore y la defienda. “Venga a la biblioteca – dijo – conozca los programas que tiene el señor bibliotecario en este cañón”. Agregó: “El sitio es muy acogedor”.
Subrayó: “Hay de todo para que los niños, los jóvenes y los adultos, hombres y mujeres, la visiten, la utilicen y la valoren”.
Al recordar su infancia dijo que era época en donde había inocencia en los niños, los juegos eran muy diferentes a los de hoy, hoy los niños se encuentran atrapados por el celular. “La tecnología ha acabado mucho con la niñez buena e inocente que había”, señala.
Aprecia la lectura. “Leer es cultura, es la forma de adquirir conocimientos”, destaca.
Dijo que el corregimiento de Villa Restrepo consta de 17 veredas. Nombró algunas: Pastales, Villa Restrepo, El Retiro, El Secreto, Llanitos, El Corazón, María Combeima, La María, Astillero, Ramos y Astilleros, Tres Esquinas, Berlín, Puerto Perú, Chapetón una parte, entre otras.
La conversación está contenida en la siguiente entrevista:
- ¿Usted nació en este corregimiento 8 de Villa Restrepo?
Sí señor. Soy nacida y criada en Villa Restrepo, orgullosamente.
- ¿Por qué el nombre de Villa Restrepo?
El nombre de Villa Restrepo se remonta al momento del descubrimiento del Cañón del Combeima, viniendo el señor Martín Restrepo. De ahí se tomó este nombre de Villa Restrepo.
- ¿Quién era Martín Restrepo?
Lo poco que sé de este señor, es que era un hacendado, no sé si compró o invadió estas tierras. Lo cierto fue que se hizo propietario de todo el Cañón del Combeima, incluyendo Juntas, Villa Restrepo, todo esto que era una finca gigante, una hacienda grande.
- ¿Usted comenzó a estudiar en esta región?
Sí claro. Hice mi primaria y parte del bachillerato en la escuela Manuel Antonio Bonilla, que quedaba frente al parque y al lado del templo de Villa Restrepo. De igual manera, en el colegio Técnico Ambiental del Combeima que funcionaba en este corregimiento, hoy funciona en Chapetón, una avalancha obligó su traslado. Fue lo más fácil que hizo el gobierno nacional: Declarar esta zona en zona de riesgo y quitarse así su responsabilidad con la educación de esta comunidad. Era instituto Técnico Femenino, dependiente de Ibagué. Ahí estudié parte del bachillerato.
- ¿Qué recuerda usted de su infancia, de esa época de estudiante?
Recuerdo sobre todo la tranquilidad, la paz, lo bonito que es y era Villa Restrepo, la inocencia de los niños, los juegos. En la actualidad nadie interactúa con nadie, porque está el celular, instrumento que no deja en paz a nadie.
Era la lleva, la pega. Había una pileta en el parque de Villa Restrepo, donde nosotros jugábamos con el agua todo lo que quisiéramos. Jugábamos fútbol. No era la cancha que hay hoy en día, pero era un potrero donde nos divertíamos mucho.
- De esa infancia a esta época, ¿Ha cambiado mucho Villa Restrepo?
Uf, sí. Primero, obviamente como le estoy diciendo los niños éramos niños inocentes, que jugábamos con la canica, con el trompo, con la rueda, los juegos tradicionales. La televisión no era tan importante. Igual, no la teníamos. Ahorita, como le digo, el celular tiene a los niños atrapados. Él ya no va a jugar la lleva, un cogido, un escondite. No hay con quien. La tecnología ha acabado mucho con la niñez buena e inocente que había.
- ¿Recuerda usted a algunos líderes de esa época?
Sí, claro. Muy conocida la señora Mercedes Henao, la mamá del docente rector del colegio donde estudié, el profesor Orlando Henao, muy querido, con un sentido de pertenencia único. Gracias a él cuando hubo el evento de la avalancha, el colegio no lo perdimos, porque él con su sentido de pertenencia, su guerreo, no dejó que se lo llevaran. Lo que hizo él fue llevarse a los niños a estudiar a Pastales, a la plaza de mercado que había allí; ahí los niños recibían las clases. Luego, volvieron a subirlos al colegio, pero en la segunda avalancha él ya no estaba y la rectora que había no le interesaba porque no era de aquí, ella fue una de las que más hizo para que se llevaran el personal y para que levantaran el colegio y lo cerraran.
- ¿Cómo analiza usted el comportamiento hoy de la comunidad del cañón del Combeima?
¿Cómo analizo la comunidad hoy? Está dividida. Primero, los líderes que habemos, puede que trabajemos bien, puede que no, no nos entendamos entre sí.
Segundo, el presidente es un buen presidente, pero de pronto no ha sabido llegarle a la comunidad. No es de acá. No es que no tenga sentido de pertenencia, porque es muy bueno también, pero no se ha entendido al respecto.
- ¿Cómo ve usted el ambiente cultural, artístico, en Villa Restrepo?
El ambiente es bueno, es bueno porque aparte de eso, los bibliotecarios que ha habido, aunque ha sido una sola, ha sido muy buena en la parte cultural.
Ha habido buenas concursantes a los reinados cívicos de Ibagué, hemos tenido virreinas, reinas, señorita Ibagué, que ha sido del cañón del Combeima, muy querida, muy recordada.
Inclusive, una sobrina mía también fue segunda en el reinado cívico. Hay un instructor de danzas, ha habido artes plásticas, audiovisuales, hay videos que están rodando en las redes sociales y que son de los niños que actuaron en esa época. Estos niños ya están grandes, ya están pensando en otras cosas.
- ¿Qué le hace falta al Cañón del Combeima?
¿Qué le hace falta? Que la administración mire más hacia acá, hacia el cañón, que tenga más protegido al campesino. En la parte cultural no es que estemos mal, pero sí le falta. Pero mire una cosa: No es tanto la administración, es la comunidad en sí que no se interesa por lo que tiene.
Digamos: La biblioteca está disponible y la gente no acude sabiendo que aquí encontramos libros, computadores, videos, posibilidades de leer; ahí está el secreto de la superación, en la lectura. Usted sabe que leer es cultura. Es la forma de adquirir conocimientos.
- Un factor influyente en la región es la religiosidad. ¿Cómo lo analiza?
El cura Fredy ha influido en la parte económica muchísimo. ¿Por qué? Porque Villa Restrepo, no es que no haya tenido el auge que tiene ahorita, pero la actividad turística ha sido muy buena.
Había puestos pequeñitos de venta de arepas, digamos. Ahora, estos puestos se han crecido, se han multiplicado; la gente ha fluido más, aparte de que el padre Fredy atrae mucha gente, no se puede negar.
Pero, también el turismo es bastante acentuado en la zona. El primer domingo de cada vez, viene la gente a la misa, almuerza y se va, otros se quedan, pero ya después de las tres de la tarde, llega el turista en masa a tomarse su agua de panela con queso, almojábana y bizcocho, a instalarse en el parque para que los niños la pasen sabroso, a tener una tarde de esparcimiento muy tranquila en cualquier domingo.
- En Villa Restrepo hay una serie de organizaciones comunitarias, ¿Como cuáles?
En el cañón está Asocombeima, que es una organización inclinada a la defensa del medio ambiente. Los niños pagan horas empresariales o las horas sociales ahí, los niños de once y de décimo; está Senderos, que es también una organización que se interesa por el joven líder, encaminado a crearles interés por el campo, les tiene un espacio donde ellos cultivan, los ayudan con becas; está la policía cívica y de turismo que es donde ellos también pagan horas empresariales; está la asociación de vendedores del parque de Villa Restrepo; Asocombeima, es una asociación que ahora mismo nos está dando filtros para llevar a la casa, que se llama agua sana, el programa; está la corporación Cañón del Combeima, es la parte de reciclaje y la junta administradora local (Jal). Esas son las que yo tengo conocimiento.
- ¿Cómo viene funcionando, precisamente, la Junta Administradora Local (Jal)?
En este momento, la junta administradora local, está enfocada en lo que es el presupuesto participativo. El alcalde está haciendo unas cosas importantes en cuanto a la distribución de estos presupuestos.
Se está priorizando en cada corregimiento unos proyectos para ser ejecutados. En eso está metida la Jal.
- ¿Esta es una región bastante pacífica?
Sí. La paz que se vive aquí es muy sabrosa, lo mismo el clima. Si llega alguna persona a llevarse algo es porque viene de otro lado y roba, porque la gente del cañón nunca se lleva nada. Al contrario. Usted deja algo en la puerta y ahí lo encuentra porque nadie quita nada.
- El turismo no es solamente regional o nacional, también es internacional…
Sí señor. Acá llegan europeos, argentinos, mejicanos, uruguayos, panameños, españoles, etc. Aquí hay un alistamiento de aves. Hay gente del Japón, gentes de muchas partes que pagan, solamente para ver ciertas clases de aves que hay, que solo las hay en el cañón del Combeima. Ellos vienen a eso.
- Usted como lideresa de este importante sector, ¿Qué invitación haría a la comunidad para que visite la biblioteca?
¿Qué le diría yo? Primero, que venga a la biblioteca, que conozca los programas que tiene el señor bibliotecario en este cañón, que venga que el sitio es muy acogedor. Hay programas de audiovisuales, está el señor de las danzas, hay lectura, hay computadores, hay Tablet, hay de todo para que los niños, los jóvenes y los adultos, hombres y mujeres, la visiten, la utilicen y la valoren.
Hay el espacio para que vengan los adultos y sean capacitados en el manejo de los computadores para que el Sena venga y nos den algunas clases.
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