domingo, 3 de abril de 2016

Con más pena que gloria marcha para – uribista en Ibagué

Por Nelson Lombana Silva


Con más pena que gloria se realizó la marcha para – uribista en la ciudad de Ibagué ayer bajo una llovizna pertinaz. Un grupito de viejitos y niños marcharon presionados de que si no lo hacían perderían programitas que le rinden culto a la pobreza como “familia en acción” o “familia guardabosques”.



También lo hizo una parte del militarismo reaccionario y atrasado políticamente en uso de mal retiro, acosado por el estigma de los falsos positivos, la corrupción y la violencia contra el pueblo. Hubo plata al parecer para contratar algunos “carroñeros” del periodismo con la única misión de darle vida y grandeza a una montonera anarquizada lanzando vivas a la muerte y a la guerra, sin tener plena conciencia de lo que estaba haciendo. Por una sucia moneda directores de noticieros se hicieron mojar y faltando a la ética profesional no tuvieron inconvenientes en decir una y otra vez que habían desfilado 3.500 personas. Hasta el tonto de la ciudad rió de semejante cálculo matemático. ¿Qué dirá Pitágoras en su tumba?


Miles de panfletos inundaron la ciudad musical de Colombia. Llama poderosamente la atención una consigna consignada allí que dice: “Crisis hospitalaria y paseo de la muerte”. ¿Quién fue el generador de esta crisis? Pues la lay 100 de 1993, cuyo ponente fue el entonces senador, Álvaro Uribe Vélez. Cómo aprovecha de bien el analfabetismo político y la peste del olvido del pueblo, el narcotraficante número 82, como dice el título de un libro, para lavarse las manos y responsabilizar a su supuesto oponente, que ciertamente también tiene la culpa como lo es el señor Juan Manuel Santos Calderón.


Habla también el citado panfleto de “extorsión y entrega del país a las Farc”. ¿Cuál entrega del país a las Farc, si Uribe entregó a Colombia íntegramente a los Estados Unidos, permitió la instalación en el país de siete bases norteamericanas, aplaudió la total impunidad y de paso montó el show más vergonzoso con sus “muchachos” de “yo con yo” en Ralito.   “Impunidad a los narcoterroristas”, dice. ¿Quién más terrorista que Uribe y su patota? ¿Dónde están los casi 60 mil desaparecidos durante sus dos oscuros mandatos? ¿Cuántos son los crímenes de lesa humanidad durante su gobierno? ¿Cuántos falsos positivos? ¿Cuántos niños asesinados durante su reinado? También habla el panfleto de “Desempleo e inseguridad”. ¿Quién acabó con la estabilidad laboral en Colombia? ¿Quién acabó con empresas nacionales a través de la privatización? ¿Quién precarizó el salario en Colombia? ¿Quién incrementó el desempleo en el país del sagrado corazón de Jesús? ¿Quién disparó impuestos para financiar la violencia contra el pueblo?


Nos volveríamos cansones recordando hechos horripilantes del ex presidente Uribe, único personaje de marras cuyos acompañantes cercanos y no tan cercanos están presos, otros huyendo como ratas de alcantarilla y otros en antesala de ir la cárcel, unos por narcotráfico, otros por paramilitarismo, otros por corrupción y otros por todo lo anterior. Qué bien aprovecha el inescrupuloso Uribe el analfabetismo, la peste del olvido, el sectarismo y el oportunismo de un pueblo esclavo y engañado secularmente.


Esta fue una lánguida marcha salpicada de odio, violencia y guerra que el pueblo debe rechazar con decisión, defendiendo los diálogos con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (Farc – Ep) y el Ejército de Liberación Nacional (ELN). Todo esfuerzo por la paz con justicia social es poco y mucho a la vez. Los violentos no pasarán. Qué viva los diálogos de paz con la insurgencia colombiana, que viva la unidad del pueblo, que viva Colombia con soberanía nacional.


No hay comentarios.:

Publicar un comentario