Comienza huelga de hambre y desobediencia civil en la cárcel Doña Juana de la Dorada (Caldas), la protesta es indefinida y según se pudo establecer, otros centros carcelarios podrían participar en las próximas horas y días.
Así lo indicó, Helver Penagos Tavera, prisionero político, representante de Derechos Humanos en el pabellón 5 de este penal. Cerca de 300 detenidos comenzarían la protesta hoy 30 de abril, la cual sería indefinida. El pliego reivindicativo contempla 6 puntos centrales: 1. Salud, 2. Pleno derecho a la visita íntima conforme al decreto 1709 de 2014, 3. Bajar el costo de las llamadas pues en la actualidad para hacer una llamada nacional cuesta $280 pesos e internacional $750 el minuto; 4. Adecuación digna y humana de las duchas, al parecer estas se encuentran cerca a los orinales en precarias condiciones; 5. Mejoramiento de la alimentación y 6. Hacer efectiva las 685 tutelas que los presos han ganado pero que no se han hecho efectiva hasta estos momentos, la mayoría relacionadas con la salud.
Según Penagos Tavera, el hacinamiento en este penal es del 2 por ciento. En cada pabellón hay un promedio de 164 reclusos para un total aproximado de 686. El principal grado de hacinamiento se encuentra en el patio 9, indicó Penagos Tavera.
El prisionero político en esta mazmorra del régimen señaló que pocos conocimientos tienen sobre los acuerdos que se vienen concretando en la mesa de la Habana (Cuba), el Estado los ha marginado casi que totalmente de los hechos de paz que se vienen concretando allí, entre las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia, Ejército del Pueblo (FARC – EP) y el presidente, Juan Manuel Santos Calderón.
La situación de los detenidos en las cárceles de Colombia sigue siendo deplorable y lamentable. Seres humanos literalmente se “estarían pudriendo” sin las mínimas garantías que ofrece tradicionalmente un Estado Social de Derecho. Inocentes y personas víctimas de crueles montajes están allí, lo mismo que los prisioneros políticos y los luchadores sociales. La sociedad nacional e internacional no puede ser indiferente ante este aberrante drama que viven miles de colombianos y colombianas sin el más elemental respeto por los derechos humanos y la dignidad humana. Es dramático y vergonzoso lo que viene sucediendo en las cárceles del país.
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