martes, 11 de marzo de 2014

La pantomima del debate electoral

Obra de arte. Foto Nelosi
Por Nelson Lombana Silva


Causa vergüenza saber la forma como la burguesía maneja el debate electoral en Colombia. Produce asco, rabia e indignación. No se convence al elector, se compra.



Durante el lánguido circo electoral presentado el domingo 9 de marzo, preguntamos a los pregoneros de las distintas campañas quien era el candidato que estaba promocionando. Increíble: Más del 80 por ciento de las personas interrogadas no sabían. Predominó la misma respuesta: “Me estoy ganado unas “Luquitas” (Dinero)”.


Una muestra de la forma como circuló el billete bien se puede dimensionar en los candidatos de otros departamentos distintos al Tolima que vinieron y cosecharon votos en cantidades, al extremo de quedar dos senadores del establecimiento por fuera: Guillermo Santos y Juan Mario Laserna, liberal y conservador, respectivamente. Alguien dijo socarronamente: “Si no cumplen los que son del Tolima mucho menos los que no son de acá; al fin y al cabo cada quien tira para su región”.


Un representante  a la cámara electo en este debate electoral por el Tolima, desde luego de la cruda “mermelada” Jaime Yepes, natural del municipio de Icononzo, dice que tiene más de cuarenta testimonios, escritos y grabados, de electores que estarían dispuestos a atestiguar de la compra descarada de votos en este departamento. “Compra de votos – dijo un conocido periodista – en las narices de las autoridades”.


A un candidato de la Unión Patriótica a la cámara por el Tolima, le borraron parte del número y le escribieron: “21 frente de las Farc”. Un agitador de esta candidatura fue víctima de un atentado recibiendo cuatro tiros que lo tienen al borde de la muerte. La incomunicación de los medios para los candidatos de la izquierda, especialmente de la Up, fue prácticamente total.


Una pauta publicitaria de la Up, curiosamente, comenzó a sonar en algunas emisoras una vez culminó el debate electoral. Nos haríamos interminables en la enumeración de las triquiñuelas de la burguesía para barrer a la auténtica oposición. A eso, por supuesto, hay que sumar nuestros propios errores, que infortunadamente no son tan pequeños y veniales.


Un balance crítico y autocrítico fundamentado en la realidad concreta de los acontecimientos acaecidos en la región y en la misma capital de la república, nos permitirá proyectar la lucha con nuevos bríos y entusiasmo. Un análisis encaminado no a justificar los yerros, sino a descubrirlos para corregirlos con criterio dialéctico marxista – leninista, permitirá avanzar y afrontar con decisión la candidatura presidencial de la compañera Aída Avella Esquivel.


Se trata de luchar contra esa corrupta maquinaria del establecimiento. Comenzando por el alfabetismo político, por cuanto la masa no ha comprendido el valor político del voto. Sumado a la necesidad económica, pues le resulta fácil venderlo por 50 y hasta 100 mil pesos como sucedió este domingo en muchas regiones del país.


El pobre busca la solidaridad del pobre, es decir, de su propia clase social. Pero, cuando llega las elecciones acude mansamente a respaldar a los candidatos de la oligarquía. ¿Cuándo se ha visto que un rico le sirva a un pobre? En cambio sí es frecuente que un pobre hasta dé su vida por un rico, el cual no agradece. Por ejemplo: Los pobres que votaron “copiosamente” por los candidatos de la burguesía, recibirán como agradecimiento cascada de impuestos, menos salud, menos educación, más desempleo y seguramente más violencia.


Casi más de doscientos años el país nacional manejado unas veces con el sello rojo y en otras con el sello azul, sin embargo, el pueblo al parecer no asimila esa dura realidad y sigue apoyando con su voto esa política de terror para millones y millones de colombianos en beneficio de unos cuantos burgueses.


Alguien escribió para la reflexión: “No es la política la que hace a un candidato convertirse en ladrón, es tu voto el que hace a un ladrón convertirse en político”.[i]


La tarea de politizar al pueblo no es de poca monta. No es suficiente con la lucha sindical, hay que trabajar en la formación ideológica de las masas para que predomine la lucha política. La lucha política es la forma más elevada de la masa por cuanto no apunta exclusivamente al economicismo, sino a transformar la realidad, que no es otra cosa que destruir el capitalismo y construir el socialismo. La lucha política predomina sobre la lucha sindical, desde luego, sin desconocer la importancia de ésta.


Se trata pues de mirar el panorama político con amplitud, conciencia social y de clase. Se trata también de aprender de los errores y de asimilar las derrotas. Muchos insistieron en el propósito de llegar a la mayor altura del mundo, el monte Everest, muchos se rindieron, pero muchos, finalmente, llegaron a la cúspide. La lucha continúa y ahí estará siempre nuestro camarada Carlos Arturo Lozano Guillén.


[i] Periódico No 6 La Inconquistable. Periódico de contrainformación y denuncia. Cajamarca, Tolima, marzo 2014. Página consultada 5.





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