Aída Avella: fórmula vicepresidencial

Aída Avella Esquivel como fórmula vicepresidencial

Por Nelson Lombana Silva

La presentación de la camarada Aída Avella Esquivel como fórmula vicepresidencial constituye una decisión clara de contribuir a la unidad de la izquierda. Se constituye en gesto histórico que hay que dimensionar en este largo y escabroso camino que hay que recorrer aún en la perspectiva de construir un país democrático y decente al alcance de todos y todas.

Una decisión madura y consecuente con el momento histórico que debe hallar reciprocidad y comprensión uniendo las distintas izquierdas hacia objetivos claros y precisos diseñados por la misma dinámica de la lucha revolucionaria.

El momento lo exige. El palo no está para hacer cucharas. Las fuerzas dominantes del capitalismo salvaje y neoliberal, si bien están en el ocaso histórico, aún vienen haciendo mucho daño. Por lo tanto, la victoria está en la unidad.

Hay razones suficientes para apoyar el proceso de unidad que dos mujeres colombianas vienen proponiendo con lealtad y decisión. Apoyar los diálogos de la Habana (Cuba) y exigir los diálogos con el ELN y el mismo EPL, son propósitos de alto calado que concita la más amplia convergencia nacional.

Luchar contra este modelo económico, la defensa de la soberanía nacional y alimentaria; rechazar los tratados de libre comercio, rechazar la megaminería a cielo abierto, apoyar el sector agropecuario, el medio ambiente, lo mismo que la salud, la educación pública y de calidad, son prioridades que se visualizan solo en la medida en que la izquierda vaya ganando terreno a través de la unidad.

Es deber de todos los colombianos y colombianas defender a capa y espada los procesos democráticos y revolucionarios que se vienen dando en América Latina, la lucha de los pueblos por independizarse de la égida imperial de los Estados Unidos, abrazando con donaire la libre autodeterminación de los pueblos. Apoyar los gobiernos democráticos de Venezuela, Ecuador, Bolivia, Argentina, Nicaragua, El Salvador, Brasil y Cuba.

Todos estos desafíos exigen de madurez política y espíritu unitario. Desde esa perspectiva objetiva saludamos la vicepresidencia de la compañera Aída Avella, quien una vez más ha dado cabal compromiso a su palabra empeñada. Durante el V congreso de la Up celebrado en Bogotá en noviembre del año pasado dijo claramente que su candidatura presidencial era una candidatura unitaria.

Todo esfuerzo encaminado a unir es bienvenido. Los revolucionarios de verdad no guardamos rencor, simplemente tenemos memoria histórica y asumimos los compromisos con amplitud, coraje y decisión.

Vamos a llevar la buena nueva a todos los rincones del Tolima y de Colombia: Hay una fórmula presidencial para llegar al gobierno con la perspectiva de ser poder, esa fórmula es clara y con hondo calado social y contenido de clase.

Es además, un paso gigantesco en la construcción del frente amplio por la paz y la democracia en este país. Principio tienen las cosas. Todo problema teórico se resuelve en la práctica, dice Carlos Marx. El país nacional espera gestos en esa dirección de otras fuerzas democráticas que hoy luchan en Colombia con conciencia social y de clase. Es hora de la unidad.