martes, 18 de febrero de 2025

Por una Colombia Agraria, ¡vamos a Chicoral!


Por Nelson Lombana Silva

Tal como lo confirma el camarada Nicolayev Castiblanco, el nuevo Chicoralazo, esta vez a favor del campesino colombiano, se realizará los días 21 y 22 de febrero en Chicoral (Tolima), con la presencia del presidente de la República, Gustavo Petro Urrego, varios ministros y delegaciones de campesinos de todas las regiones del país.

Cincuenta y dos años después, el Gobierno del Cambio, se empecina en la teoría obvia de que la tierra debe ser de quien la trabaja y no de quien egoístamente la tiene concentrada en sus manos sin hacerla producir. En esta población el gobierno del triste célebre Misael Pastrana Borrero, quien anocheció perdiendo y amaneció ganando las elecciones, se confabuló con la clase política liberal – conservadora y los terratenientes o latifundistas, para asesinar el sueño de los campesinos, garantizándoles a “las vacas sagradas” del campo la tierra, prácticamente, en su totalidad. Dicho encuentro se realizó el 9 de enero de 1972, en una finca aledaña a este corregimiento de Espinal (Tolima).

El encuentro nacional del próximo sábado y domingo, reviste, por lo tanto, singular valor, porque se trata de enfrentar nuevamente a esos terratenientes mafiosos, paramilitares y criminales que pretenden que la tierra siga siendo propiedad de ellos. No será fácil derrotarlos, pero tampoco imposible, por cuanto hoy Colombia cuenta con un campesinado más organizado e instruido políticamente para enfrentar a esta recua de avaros y desalmados. Es la lucha de clases, cuya vigencia no admite discusión.

El proceso de la Reforma Agraria, la impulsó el presidente liberal, Alfonso López Pumarejo, sancionando la ley 200 de 1936, buscando con tal iniciativa solucionar los conflictos de la propiedad de la tierra y reducir la desigualdad del campesino colombiano. Posteriormente, la ley 135 de 1961, fortalecía esta crucial iniciativa.

El campesinado consideró necesario la organización. Es así que, se creó mediante Decreto 755 de mayo de 1967, la Asociación Nacional de Usuarios Campesinos (ANUC), con tres objetivos centrales: 1. Inscribir a arrendatarios y aparceros para que se convirtieran en propietarios de la tierra; 2. Liderar el movimiento campesino más grande de la historia colombiana y 3. Recuperar haciendas y latifundios que estaban sin ser trabajados, generar propuestas de crédito, supervisado y asociativo y que fuera un canal entre los campesinos y el Estado para el fomento y la utilización de los servicios que éste brindaba al agro colombiano.

Por medio de la Resolución 061 de mayo de 1967, se creó la división de organización campesina dentro del ministerio de Agricultura. La ANUC, asociación de tercer grado de derecho privado sin ánimo de lucro con carácter de Confederación, a través de la cual se agremiaban los campesinos de toda Colombia y se confederaban las diferentes formas asociativas, que tuvo presencia por lo menos en 800 municipios y 28 departamentos, con una estructura Local, Departamental, Regional y Nacional.

El 7 de julio de 1970, se llevó a cabo el primer congreso nacional con una inmensa expectativa a nivel nacional e incluso, internacional. Eso desesperó a los terratenientes, iniciando una verdadera masacre de líderes en el país, con la complacencia de los gobiernos reaccionarios y latifundistas, quienes no dudaron en crear escuadrones de la muerte, hoy llamados paramilitares.

Conocer la historia es importante para entender y dimensionar el presente, destacando el heroísmo del campesino por tener tierra, condiciones mínimas de hacerla producir y transitar caminos de paz. Además, entender la importancia del encuentro del sábado 21 y domingo 22 de febrero de 2025. Todos los caminos de Colombia deben conducir al Tolima, concretamente a Chicoral, durante estos dos días, pues la unión hace la fuerza. Que nadie se quede por fuera de este histórico pulso, entre el Campesinado y el sucio binomio terrateniente – oligarquía. Su presencia define.

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