sábado, 5 de diciembre de 2020

Fajardo, la otra cara de Uribe

 

                                                     Foto captura Instagram y Pulzo
Por Nelson Lombana Silva

Hace rato venimos diciendo que Sergio Fajardo Valderrama, es la otra cara del narcotraficante número 82, Álvaro Uribe Vélez. No lo decimos por prurito, lo decimos porque hemos venido haciéndole seguimiento a este personaje que aparentemente “no es agua, no es pez”; aparentemente, quiere estar a la vez con la derecha y con la izquierda, con el mal y el bien.


En realidad, Sergio Fajardo Valderrama es el que es: Un hombre de derecha que tiene el criminal Uribe Vélez como su as bajo la manga. Diríase claramente que este personaje que posa de “izquierdoso”, no es más que el rostro “amable” de Álvaro Uribe Vélez. Coloquialmente podría decirse: “Es la misma perra con las mismas tetas”.

Además del grado de consanguinidad que existe con la mujer del mafioso ex presidente, le asiste su identidad política e ideológica, camuflada en un discurso incierto, vago e intrascendente. No hay situación más incierta y aburridora que oír hablar a Sergio. Dice y dice y no dice nada. No tiene coherencia y menos sentido de clase sus lánguidas intervenciones. De alguna manera, tiene un acento “cantinflesco”.  

Nunca ha sentado posición clara y concreta en relación con los grandes y graves problemas que aquejan al país por obra y gracia de la rancia oligarquía en alianza con el imperialismo. No ha salido, por ejemplo, a rechazar la política criminal de Iván Duque Márquez de pretender acabar con el proceso de paz entre la entonces Farc – Ep y el Estado Colombiano, tampoco a condenar la política de intromisión de Colombia en los asuntos internos del hermano país de Venezuela, tampoco el rechazo a las nueve bases militares gringas en Colombia, mucho menos el grado exacerbado de corrupción en las altas esferas del Estado. Ha guardado cómplice silencio.  

Hidroituango una vergüenza nacional

El anuncio que ha hecho la Contraloría General de la Nación en cabeza del doctor Felipe Córdoba de sindicarlo de posible detrimento patrimonial en la controvertida obra de Hidroituango, corrobora el talante de “personaje” que hace rato venimos denunciando y, sobre todo, alertando al pueblo ingenuo que cree que es de izquierda y podría manejar el estado con transparencia en una posible y remota presidencia.

Naturalmente, no lo estamos condenando por anticipado, pues la constitución dice que toda persona es inocente hasta que se le demuestre lo contrario. Además, la justicia en Colombia está en manos de los corruptos, de esa inmensa minoría que históricamente ha venido usufructuando los réditos de la nación y que solapadamente el señor Sergio Fajardo Valderrama hace parte. ¿Quiénes les financiaron la pasada campaña presidencial? Los “cacaos de Medellín”, mejor dicho, los grandes empresarios.

El detrimento patrimonial estaría tasado en más de 4.1 billones de pesos, una suma astronómica en un país en el que muchos de sus habitantes vienen muriendo de física hambre en vastas regiones, el desempleo resulta galopante, los pacientes vienen muriendo en las puertas de clínicas, hospitales y centros de salud y miles de estudiantes no pueden estudiar en escuelas, colegios y universidades de calidad y cobertura general. De ser cierto esta denuncia que hace la Contraloría y que vincula, personajes siniestros de la talla de Luis Alfonso Ramos, Aníbal Gaviria, Juan Esteban Calle, entre otros, el caso podría calificarse de “crimen de lesa humanidad”.

Pero, además, del detrimento patrimonial, estaría latente la violación de los Derechos Humanos, las masacres y los desplazamientos forzados de que fue objeto la comunidad del entorno. De igual manera, el horroroso crimen contra la naturaleza y el medio ambiente. ¿Quién responde por estos seres humanos cobardemente asesinados, desplazados y amenazados? ¿Quién responde por los enormes daños contra la madre naturaleza, los ríos, etc.?   

Ojalá, el señor Sergio Fajardo Valderrama y compañía, respondan con la verdad y sean acogidos por la justicia y no el simple amiguismo o cálculo politiquero. Amanecerá y veremos, dijo el ciego… Solo la movilización social y la solidaridad directa con el pueblo antioqueño, será garantía de que brille la verdad y la justicia en este caso tan doloroso y lamentable.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario