Por Nelson Lombana Silva
Apreciados habitantes del corregimiento de Villa Restrepo y Cañón del Combeima, Niños, jóvenes y adultos mayores, hombres y mujeres:
Pocas horas nos separan de la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús en una pesebrera, ignorado por los gobernantes y acosado por las vicisitudes. Un acontecimiento que iluminó la nueva concepción de la humanidad. Antes de su nacimiento, predominaba la fuerza bruta del más fuerte, se imponía la ley del Talión, del ojo por ojo y diente por diente.
Jesús, irrumpe con un mensaje distinto, el cual revoluciona las costumbres de la humanidad. El mensaje del perdón y el mensaje de la paz, se materializan en su prédica permanente. Ese llamado fervoroso: “Amaos los unos a los otros”, recobra singular vigencia en un país sacudido por la violencia y la pandemia del coronavirus.
Hagamos que el Niño Jesús nazca en nuestros corazones, en los hogares de esta comunidad y en los pueblos del mundo. Al lado del pesebre, renovemos la esperanza, la alegría y la sana convivencia en el más amplio marco de compartir, antes que competir; dar antes de recibir; dar el paso adelante a perdonar antes de esperar que sea el otro.
La solidaridad que emerge del pesebre y de la bella tradición navideña, nos debe permitir compartir con el necesitado, los enfermos, los presos en las cárceles y elevar una oración por todos los que el año anterior nos acompañaban con qué alegría y hoy se encuentran en los brazos de la eternidad.
Bienaventurados los que hacen esfuerzos por no dejar morir la esperanza y asumen con responsabilidad el desafío del momento. Son responsables con sus actos y contribuyen a conjurar la peor crisis de salubridad de los últimos cien años. Es hora de fortalecer lasos de fraternidad y compromiso con todos y todas.
La biblioteca pública Cañón del Combeima, la red municipal y nacional de las bibliotecas públicas de Colombia, la secretaría municipal de cultura, desean una feliz navidad y un venturoso año nuevo. Que la paz, la unidad de la comunidad, el progreso y la alegría de vivir, estén presentes en cada hogar con entusiasmo. Que los niños y las niñas sean muy felices, que los jóvenes puedan estudiar, hacer deporte y desarrollar su vocación con amplitud; que los adultos mayores, reciban su merecido reconocimiento por su heroísmo y abnegación. Honor y gloria a todos los campesinos y campesinas de la región y de Colombia.
Que la paz, la concordia y la armonía reinen en estos hogares por los siglos de los siglos. Amen.
Gracias.
Pocas horas nos separan de la conmemoración del nacimiento del Niño Jesús en una pesebrera, ignorado por los gobernantes y acosado por las vicisitudes. Un acontecimiento que iluminó la nueva concepción de la humanidad. Antes de su nacimiento, predominaba la fuerza bruta del más fuerte, se imponía la ley del Talión, del ojo por ojo y diente por diente.
Jesús, irrumpe con un mensaje distinto, el cual revoluciona las costumbres de la humanidad. El mensaje del perdón y el mensaje de la paz, se materializan en su prédica permanente. Ese llamado fervoroso: “Amaos los unos a los otros”, recobra singular vigencia en un país sacudido por la violencia y la pandemia del coronavirus.
Hagamos que el Niño Jesús nazca en nuestros corazones, en los hogares de esta comunidad y en los pueblos del mundo. Al lado del pesebre, renovemos la esperanza, la alegría y la sana convivencia en el más amplio marco de compartir, antes que competir; dar antes de recibir; dar el paso adelante a perdonar antes de esperar que sea el otro.
La solidaridad que emerge del pesebre y de la bella tradición navideña, nos debe permitir compartir con el necesitado, los enfermos, los presos en las cárceles y elevar una oración por todos los que el año anterior nos acompañaban con qué alegría y hoy se encuentran en los brazos de la eternidad.
Bienaventurados los que hacen esfuerzos por no dejar morir la esperanza y asumen con responsabilidad el desafío del momento. Son responsables con sus actos y contribuyen a conjurar la peor crisis de salubridad de los últimos cien años. Es hora de fortalecer lasos de fraternidad y compromiso con todos y todas.
La biblioteca pública Cañón del Combeima, la red municipal y nacional de las bibliotecas públicas de Colombia, la secretaría municipal de cultura, desean una feliz navidad y un venturoso año nuevo. Que la paz, la unidad de la comunidad, el progreso y la alegría de vivir, estén presentes en cada hogar con entusiasmo. Que los niños y las niñas sean muy felices, que los jóvenes puedan estudiar, hacer deporte y desarrollar su vocación con amplitud; que los adultos mayores, reciban su merecido reconocimiento por su heroísmo y abnegación. Honor y gloria a todos los campesinos y campesinas de la región y de Colombia.
Que la paz, la concordia y la armonía reinen en estos hogares por los siglos de los siglos. Amen.
Gracias.
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