De acuerdo a medios de comunicación la administración municipal que preside el señor Luis H. Rodríguez, dejaría de percibir por lo menos $35 mil millones de pesos para la construcción del acueducto alterno en la ciudad de Ibagué (Tolima). Al parecer su ineptitud y el interés de privatizar el instituto ibaguereño de acueducto y alcantarillado (Ibal) habrían sido las razones fundamentales para dejar perder esta suma de dinero que el gobierno nacional había presupuestado.
La noticia cayó como un baldado de agua fría entre los 600 mil habitantes de esta ciudad capital ubicada geográficamente en el corazón de Colombia. Ibagué viene padeciendo gravemente del preciado líquido por cuanto se viene construyendo a diestra y siniestra sin un plan de ordenamiento territorial debidamente estructurado y de otro lado, el cañón del Combeima, donde se encuentra el acueducto, se encuentra prácticamente concesionada la zona a transnacionales que vienen a hurtarse los minerales a través de la megaminería, entre ellas, Anglo Gold Ashanti.
Es decir, la ciudad musical de Colombia está abocada a una crisis por falta del preciado líquido de gran magnitud. Incluso, ya se está sintiendo con severidad por cuanto prácticamente todos los días se va el agua. Si hace sol se va, si llueve lo mismo.
Mientras tanto el mandatario municipal sale a decir cínicamente a los medios de comunicación que no se ha perdido el dinero y que no hay razones para preocuparnos por el agua en esta ciudad. Esta afirmación la repite una y otra vez en forma descarada sin sonrojarse.
Hay que recordar la necesidad del acueducto alterno que hace rato se viene planteando. Sin embargo, por física desidia administrativa se viene consumiendo en el abandono tubería al parecer por algo más de 23 millones de pesos. La hierba ya prácticamente tiene cubierta dicha tubería. Al parecer se viene cancelando una fuerte suma por la tenencia de estos en ese sitio.
Allí, precisamente el doctor Guillermo Alfonso Jaramillo, lanzó su candidatura a la alcaldía de esta ciudad con el propósito de llamar la atención y despertar la conciencia del pueblo ibaguereño arrasado por la politiquería y la corrupción reinante que lidera abiertamente la actual administración, lo mismo que las anteriores.
Al parecer el mandatario más que preocupado por gobernar se encuentra dedicado a encontrar a su sucesor, seguramente alguien que le cubra su espalda para que todo siga como está actualmente. La maquinaria electoral de la clase dominante se mueve descaradamente, mientras los organismos de control guardan silencio e indiferencia. Es como si nada estuviera pasando.
Mientras la crisis agobia a la ciudad, el alcalde Luis H. Rodríguez se da el lujo de dejar perder la suma de $35 mil millones de pesos para una obra de gran valor como es el acueducto alterno. Ahí, está pintada la clase dirigente de la derecha, que solo se preocupa por el interés personal en detrimento del interés colectivo. Por eso, las propuestas de la Unión Patriótica y el Partido Comunista, cobran singular valor. Es una necesidad urgente que sean implementadas, de lo contrario estamos condenados a otros cien años de soledad como diría nuestro nobel Gabriel García Márquez.
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