Luis Alberto González. Foto Nelosi |
El anuncio de la administración municipal de la ciudad de Ibagué (Tolima) de Luis H. Rodríguez a través del Instituto Ibaguereño de Acueducto y Alcantarillado (Ibal) de que se daría inicio a cambio de micro medidores del agua a cargo del usuario, contrariando la norma constitucional, el veedor ciudadano de los servicios públicos domiciliarios y a su vez, Juez de la República, Luis Alberto González, dijo que la medida era ilegal, infame y corrupta, por cuanto se estaba violando la norma constitucional que señala que el micro medidor se cambia solo cuando esté dañado, no marque y, en el eventual caso, que la administración quiera cambiar para implementar nueva tecnología debe costearlo en su totalidad.
Ante el apuro de la campaña electoral seguramente, los concejales vienen diciendo a través de los medios de comunicación que la iniciativa no fue aprobada, pero según Luis Alberto González el alcalde dijo por estos días que la iniciativa estaba en marcha.
Según el veedor ciudadano no hay necesidad de cambiar los micro medidores, sospecha que detrás de esta iniciativa hay un negociado multimillonario. Al parecer cada usuario sería obligado a cancelar la suma de $200 mil pesos. En ese sentido reflexiona el líder comunitario sobre la crisis social y económica que vive la ciudad donde muchos usuarios no tienen con qué pagar la factura, menos para cancelar el valor de un micro medidor.
Se pregunta por qué el Ibal no le informa ni al concejo municipal, menos al usuario quienes son los verdaderos morosos en la cancelación del agua en esta ciudad. Luis Alberto González sospecha que los verdaderos morosos son los más ricos de Ibagué.
Propone el veedor ciudadano de los servicios públicos domiciliarios de que la comunidad se organice y en cada barrio o vereda se constituya un comité de los servicios públicos domiciliarios. Señala también que el Ibal se encuentra envuelto en la cruda corrupción y que ha sido considerada como la caja menor de los politiqueros de oficio.
Señala que hay crisis de agua en la ciudad y en ese sentido no se explica por qué caducó el proyecto del acueducto alternativo o complementario. Nadie responde, ni las autoridades que debieran investigar lo hacen. En vez de medidores se debe aprobar el mínimo vital de agua, señala Luis Alberto González.
La entrevista exclusiva para la página web: www.pacocol.org es la siguiente:
- Proyecta el alcalde municipal de Ibagué hacer cambio de micro medidores del agua. ¿En qué consiste esta iniciativa?
Esto es un programa de la empresa Ibal aliada precisamente con unas organizaciones de contratistas que tiene la empresa y que vienen saqueando las arcas del Ibal. Este caso fue donde planificaron cambiar los medidores de agua sin tener en cuenta su socialización con los usuarios, con la comunidad Ibaguereña.
Hay que recordar que los que existen son propiedad de los usuarios porque ellos los han comprado, pero ahora piensa la administración cambiarlos por otros supuestamente de nueva tecnología sin tener en cuenta la ley 142 de 1994, donde reza que los contadores deben ser cambiados cuando estén dañados y si la empresa quiere cambiarlos por otros de nueva tecnología, lo debe hacer con el consentimiento del usuario y sin costo alguno. Es la empresa la que debe costear hasta la mano de obra.
Pero acá no se está hablando de eso, miremos cuánto le quieren cobrar al usuario por un medidor de agua. En Ibagué se tiene establecido, según los cálculos, que va el gobierno municipal a cobrar $200 mil.
Si aquí tenemos tanta gente que no ha podido pagar la factura porque no tienen empleo, no tienen dinero para hacerlo, por qué no pensar mejor en un mínimo vital de agua para estas personas que ya está establecido por ley.
Recordemos que Colombia con 33 países más, en la Organización de Naciones Unidas (Onu), firmó un pacto donde fue declarado el agua como un derecho fundamental, como tal ya en Colombia hay varias ciudades donde ya existe el mínimo vital, ¿Por qué en Ibagué no existe? Aquí la gente también está aguantando hambre, tenemos mucha gente que no tenemos ni empleo, ni tiene con qué comer.
- Los concejales en apuros por la actual campaña vienen diciendo que esta iniciativa fue archivada. ¿Será cierto?
Eso es lo que venimos escuchando por radio, pero la realidad como lo explicaba en estos días el gerente del Ibal, ya había comenzado el cambio de medidores.
La verdad es que ellos imponen las condiciones así la norma diga lo contrario. Con la contraloría departamental invitamos a los fabricantes de contadores para que nos explicaran cuál era la vida útil de un contador. Según el fabricante, la vida útil de un contador es mientras esté funcionando bien y esté marcando, no hay necesidad de cambiarlo.
Incluso, por la misma economía, por la misma situación económica que tenemos los usuarios, no hay necesidad de cambiar esos medidores. Esto es un negociado.
- Según su criterio, ¿Quién está detrás de ese multimillonario negociado?
Ese negociado es siempre la administración. Recordemos que la empresa hace parte de la administración municipal, algo tiene que ver el alcalde de Ibagué Luis H. Rodríguez; todos sabemos que el Ibal es la caja menor de los politiqueros de oficio. La verdad es que necesitamos que el nuevo gobernante de la ciudad tenga muy en cuenta a las empresas de los servicios públicos domiciliarios, porque vienen haciendo con los usuarios lo que ellos quieren.
Ellos y los contratistas vienen llenando sus bolsillos con el dinero de los usuarios, pareciera que no hubiera control. Mejor que se hiciera una investigación a todos los administradores anteriores, para establecer qué manejo le han dado al Ibal.
También tenemos que censurar a los vocales de control y a los representantes de la comunidad en la empresa Ibal porque no vemos que nos estén informando qué es lo que están haciendo o que se estén oponiendo – por ejemplo – a cosas negativas como esta que estamos analizando y que perjudica seriamente el bolsillo de los usuarios ibaguereños.
- Tengo entendido que el usuario es autónomo para cambiar su micro medidor y libre para definir a quién se lo compra. ¿No es una arbitrariedad que la empresa se quiera abrogar esos derechos?
No son nuevas acá en Ibagué estas arbitrariedades. Esas empresas contratistas de la administración municipal, entre ellas las del Ibal, con unas veedurías que han montado por parte de ellos mismos. ¿Qué control tienen ellos, si ellos mismos nombran a quienes los van supuestamente a fiscalizar? Es como poner el gato a cuidar el queso. Eso no tiene ningún sentido. En Ibagué también trataron de cambiar los medidores de la energía hasta que le demostramos que no deberían cambiarlos porque no había necesidad.
La empresa cuando se dio cuenta que tenía que ser ella la que tenía que hacerse cargo de los costos, paró la iniciativa en todo el departamento. Eso es corrupción. Lo que quieren hacer ahora también es corrupción, es una manguala entre las empresas y los contratistas llenándose así de plata a merced de los usuarios.
- ¿La salida sería que los usuarios se unieran para rechazar este atraco abierto y descarado por parte de los contratistas que le copian al alcalde Luis H. Rodríguez?
Sí, lo único que tenemos que hacer las comunidades es montar los comités de usuarios de los servicios públicos domiciliarios en los barrios como está estipulado en la ley. En cada barrio debe haber una casa que se llame: “La casa del usuario”, también exigir de la administración municipal el nombramiento del Defensor del Usuario, porque la verdad es que el usuario no tiene quién lo defienda.
Únicamente con los asesores de los servicios públicos domiciliarios y el Defensor del Usuario, sería la figura que estaría representando a los usuarios. De lo contrario, nosotros no tenemos ninguna administración que se atraviese en contra de los abusos que vienen cometiendo las empresas.
Fuera de eso, nosotros planteábamos lo siguiente: Nosotros como usuario todo se inicia por los estratos bajos. ¿Por qué no comenzar por el estrato industrial, el comercial, estrato seis, cinco hacia atrás?
Es más: Si es que quieren recuperar cartera, miremos quiénes son los morosos del Ibal. En el Ibal nunca nos han querido decir quiénes son los que no pagan el servicio de agua y quienes son los morosos.
También estamos planeando que se debe sancionar al gerente y a los empleados del Ibal, que cuando se les reporte un reguero de agua como viene sucediendo en Ibagué, que por todas partes hay regueros de agua, no acuden en forma inmediata a reparar el daño. Esa cantidad de agua se pierde, mientras que en otros barrios no tienen agua.
En Ibagué estamos sufriendo un racionamiento de agua permanente. Todos los días nos quitan el agua, ¿Por qué? Porque se disparó la construcción en la ciudad, se están dando licencias para construcción a diestra y siniestra sin la viabilidad de los servicios públicos domiciliarios. No sé para dónde va esta administración de Luis H. Rodríguez. Primero hay que mirar cómo surtir la necesidad de agua y después dar licencias de construcción. La verdad es que el agua que tenemos en Ibagué no es suficiente. Nos hace falta el acueducto complementario.
No sé por qué anularon ese contrato del acueducto complementario, dónde estás esas “ías” que no investigan a ver qué hicieron con esos dineros. En todos los contratos está sucediendo lo mismo: Quedan las obras inconclusas, el dinero se esfuma, pero no aparecen los responsables.
- ¿Quiénes son los verdaderos morosos en el pago del agua en Ibagué?
Según tengo entendido son los amigos y muy adinerados los morosos del Ibal, porque cuando ya el Ibal no nos quiere ni al concejo, ni a los usuarios decir quienes son los morosos, esto resulta muy sospechoso y mucha complicidad del gerente y de la administración municipal. El principal responsable de los servicios públicos domiciliarios es la administración municipal.
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