Brote de tuberculosis en la cárcel de Picaleña, Ibagué

Cárcel Picaleña de Ibagué. Foto: Defensoría del Pueblo

Por Nelson Lombana Silva

Reclusos de la penitenciaria Picaleña de la ciudad de Ibagué (Tolima) denuncian inminente epidemia de tuberculosis. Según los detenidos son varias las personas afectadas sin que las autoridades sanitarias hayan actuado oportunamente para conjurar la posible epidemia en este centro reclusorio. No hay plan sanitario para conjurar esta y otra epidemias en la cárcel de la ciudad musical de Colombia.

Los reclusos señalan sus múltiples dificultades para tener acceso a los servicios médicos, al parecer se han presentado casos en los que los pacientes han sido llevados al médico demasiado tarde. “Sufro de hipertensión – dijo un recluso – hace rato se me acabó la dosis y no ha habido poder humano que me permita conseguir las pastas que las debo tomar de por vida. En la guardia siempre encuentro la misma respuesta: Espere”. 

El grado de hacinamiento en este centro carcelario es aberrante. Prácticamente, unos sobre otros deben dormir los detenidos en los estrechos pasillos. Un patio – por ejemplo – pasó en seis años de 60 a 170 prisioneros en las peores condiciones. La alimentación no es la mejor. El agua llega por la mañana media hora, al medio día media hora y por la tarde media hora. Sin embargo, no es fijo. Generalmente no hay agua en la cárcel.

Muchos detenidos se ven precisados a hacer sus necesidades fisiológicas en bolsas plásticas porque los pocos sanitarios no tienen capacidad para esta población carcelaria. El drama carcelario causo horror. Se viola a diario los más elementales derechos humanos, según testimonios de los reclusos.

Mientras esto sucede en esta prisión, el ex presidente Andrés Pastrana Arango, guarda cómplice silencio, mientras tanto se preocupa supuestamente por los traidores y reaccionarios golpistas venezolanos detenidos, con todas las garantías, según informan las autoridades.

Pastrana le hace el juego a las pretensiones imperialistas de Estados Unidos de invadir de nuevo la patria de Bolívar para robarse el petróleo. Obsecuente lame las botas del tío sam. ¡Qué vergüenza!

Los reclusos demandan de la sociedad ibaguereña y tolimense solidaridad. Si bien están pagando una pena, son seres humanos que tienen derecho a un mínimo trato humano, expresaron varios detenidos.

Dijeron también que es alto el número de personas detenidas injustamente, personas que nada deben, pero que gracias a la lentitud y la falta de ética de las autoridades, están pagando penas inventadas en lo que se suele llamar popularmente “falsos positivos”.

La cárcel vieja se encuentra en precarias condiciones. Al parecer se llueve más por dentro que por fuera. Mientras esto sucede en Colombia, el ex presidente Pastrana recorre el mundo hablando bestialidades del proceso revolucionario que se desarrolla con éxito en la hermana república bolivariana de Venezuela. Mientras tanto, cientos y cientos de compatriotas se “pudren” en las cárceles injustamente.