Sin Esmad, gobierno conjura paro empresarial

Foto: EFE

Por Nelson Lombana Silva

De una manera civilizada, dando todas las garantías constitucionales, el Gobierno del Pacto Histórico conjuró el paro empresarial, paro de la gran oligarquía que proponía que el gobierno los exonerara de pago y la carga cayera sobre los hombros del pueblo.

Además, la trama golpista azuzada por el centro democrático y lo más espurio de la clase política de la burguesía, se vino abajo, porque de alguna manera, el pueblo supo rodear al Gobierno del Cambio y entender el juego sucio y maquiavélico de la trasnochada oligarquía.

Se impuso la política del gobierno del cambio, es decir, el diálogo civilizado y argumentativo, lo cual agiganta este gobierno del cambio. No hubo gases lacrimógenos, ni Esmad asesinando, ni heridos y contusos, ni amenazas de confiscar los vehículos como en otros tiempos. Tampoco conductores que hayan perdido un ojo, un brazo.  Nada de eso. Se impuso la plena libertad para expresar el inconformismo y buscar soluciones.

Eso es lo que más le duele a esta oligarquía narco mafiosa. Razón tiene el camarada Martín Sandoval al decir: “Cómo le quedó el ojo a la malévola oposición golpista, no pudieron avanzar en sus intentos desestabilizadores, se impuso el diálogo y la negociación, agenda prioritaria del gobierno del cambio”.

Un problema que dejó el triste célebre ex presidente Iván Duque Márquez, lo ha conjurado con sabiduría el gobierno del cambio que lideran Gustavo Petro y Francia Márquez. Una lección para asimilar y enseñar en las bases populares. Así, es la mejor manera de comprender con exactitud “quién es Dios y quién es el diablo”, como dice el famosísimo cantante Leonardo Fabio.

Hay que destacar la postura de los pequeños camioneros que lograron imponer su propia agenda reivindicativa y no la extraña que los grandes quisieron imponer a rajatabla, dijo el presidente Petro.

Acuerdo: El ACPM sube 800 pesos hasta diciembre. Es decir, 200 pesos cada mes en los próximos cuatro meses, de septiembre a diciembre. El paro dejó muchas enseñanzas positivas que hay que interpretar correctamente para avanzar en esta dura lucha de clases.