¿Cómo contrarrestar la crónica de un magnicidio anunciado?

Por Nelson Lombana Silva

Durante la magna asamblea popular desarrollada en las instalaciones de la universidad nacional en Bogotá, el presidente de la república, Gustavo Petro Urrego, dio detalles del plan en marcha para asesinarlo e instó al pueblo a la organización, unidad y movilización para contrarrestar la violencia y aclimatar la paz con justicia social.

No es un prurito, ni una paranoica del mandatario como lo viene diciendo los grandes medios de la oligarquía, es una cruda realidad, cada vez más evidente. El país nacional está notificado del plan. Por lo tanto, debe asumir una postura beligerante.

Es una especie de crónica de una muerte anunciada, obra del nobel Gabriel García Márquez. Pero, más allá, está la experiencia histórica. Por denunciar la entrada de la mafia a las oficinas altas del Estado, fueron asesinados, entre otros: Jaime Pardo Leal, Bernardo Jaramillo Ossa, Pizarro León Gómez, Luis Carlos Galán Sarmiento, Álvaro Gómez Hurtado, más de cinco mil miembros del Partido Comunista y la Unión Patriótica, Defensores de Derechos Humanos, intelectuales, sindicalistas, estudiantes, indígenas, campesinos, etc.

!Si a la democracia, no al golpe!, es el clamor popular, en el segundo día de la #AsambleaDelCambio. Foto.CUT

No hay oligarquía más criminal que la colombiana, dispuesta a anegar de sangre el suelo en toda su extensión, con tal de no perder su ilegítimo poder mafioso, paramilitar y narcotraficante. Para nadie es un secreto que uno de los fieles exponente de este estilo criminal y sucio, es el ex presidente Álvaro Uribe, una criatura hecha de maldad impuesta por esa oligarquía mafiosa en contubernio con Estados Unidos.  

Sin embargo, este siniestro personaje, obedece a la dinámica del capitalismo salvaje, no es una criatura aislada que actúa por criterio propio; más bien es un engendro de un modelo criminal. Por lo tanto, hay que destruir el régimen capitalista inhumano y construir un sistema socialista humano, un sistema que cuente con la capacidad de asombro.  

No es matando como se resuelve la tragedia que vive Colombia, es uniendo la conciencia del pueblo colombiano alrededor de valores de libertad, justicia y democracia. Por eso, debemos salir masivamente el 19 de septiembre a ratificar el respaldo a los proyectos del presidente, a denunciar el magnicidio y llamar la atención de la comunidad internacional.

Los criminales no se pueden salir con la suya, ni seguir caminando libremente con impunidad. El Estado debe responder a esta amenaza con dignidad y contundencia. No más magnicidios en Colombia.