martes, 7 de marzo de 2023

Despertar de la comunidad en Villa Restrepo


 Por Nelson Lombana Silva

Un amplio sector de la comunidad del corregimiento de Villa Restrepo, ha roto la quietud e indiferencia y con decisión asume el compromiso de capacitarse para enfocar con más claridad y autonomía el desarrollo de su entorno.

Sin lugar a dudas, el desarrollo comunitario es real solo en la medida en que la misma comunidad sea autónoma y consciente de su devenir histórico. Nadie va a hacer por ésta, lo que ella tiene que hacer por su porvenir. Y la única manera de ser posible es mediante la organización, la capacitación, la concientización y la actuación. Es decir, decir y hacer en conjunto, en comunidad.

Desde esta perspectiva, un grupo de habitantes de este corregimiento, ha emprendido con mucho entusiasmo este proceso, comenzando por la capacitación a través del Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena) seccional Tolima.

Hombres y mujeres de la turística región se están reuniendo con frecuencia con el propósito de adquirir conocimientos básicos con visión empresarial y microempresarial. Hay un ambiente de entusiasmo y deseos de aprender y practicar estos conocimientos para mejorar la convivencia y, sobre todo, el desarrollo comunitario, sorteando con grandeza las adversidades propias del imponente cañón del Combeima.

En esa noble tarea que con sapiencia viene desarrollando el Sena con el vivo interés de los aprendices, la biblioteca Cañón del Combeima, se ha sumado a esta cruzada tan importante en la cual está metido este grupo de quijotes emprendedores.

“No hay una contradicción entre el sueño de ustedes y la labor de la biblioteca, por cuanto todo el conocimiento que está transmitiendo el instructor Fabián Bernal, se encuentra en los libros y los libros en las bibliotecas. En el caso particular de la biblioteca Cañón del Combeima está abierta de par en par para ustedes y toda la comunidad”, dijimos.

Una de las lideresas clave en todo este proceso es sin lugar a dudas, Lucy Reyes, quien no solo coloca su casa, sino todo su interés en el proceso comunitario que hace rato viene desarrollando. No se ha dejado amilanar de las dificultades. Por el contrario, se ha agigantado en éstas, venciéndolas con arrojo y coraje. “Estamos tomando conciencia poco a poco”, dijo ayer en una de sus intervenciones durante el ameno e importante taller.

Más adelante, señaló la importancia del sentido de pertenencia y la necesidad de mejorar las condiciones de vida, aprovechando lo que ofrece la región. Insiste en la necesidad de cambiar de mentalidad, pasando de la pasividad a la acción, del paternalismo a la iniciativa.

Por su parte, el instructor destacó la importancia de mirar las actividades y acciones con un espíritu empresarial, asociativo, sentido de innovación y con las mejores relaciones humanas. Así las cosas, la finca hay que mirarla como empresa y esto implica una organización, una contabilidad, una planeación, etc.

Una comunidad se desarrolla cuando toma la iniciativa, se organiza y es autónoma; piensa y actúa por sí misma, con criterio y conocimiento propio.

Deseamos a esta iniciativa larga vida y frutos a granel…

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