Biblioteca Cañón del Combeima: Espacio para la ciencia y la investigación

 Por Nelson Lombana Silva

Diana Díaz Moreno y Johan Romero García, dos biólogos egresados de la universidad del Tolima, visitaron ayer la biblioteca Cañón del Combeima, con el fin de conversar con los niños y las niñas sobre una especie de ranita que al parecer se ha extinguido, con una remota esperanza de existir algunos ejemplares.

Hablarles de este sapito llamado Arlequín Camuflado, o más técnicamente Atelopus Simulatus, con la esperanza de que los chicos y las chicas, que son tan curiosos y observadores, según Diana de pronto puedan hallar un ejemplar y dar aviso inmediatamente a este grupo de investigades, del cual también hacen parte Andrés Viuche y Carlos Galindo.

Fue un taller ameno, didáctico y entretenido que permitió conocer datos sobre esta ranita que al parecer ya no existe o está en franca línea de extinción. Suele vivir cerca de las quebradas, son de tamaño pequeña, son delicadas y lentas, indicaron los profesionales como pistas a los niños presentes.

Al término del taller, conversamos con Diana y Johan, quienes respondieron algunos interrogantes formulados:

 

Diana Díaz Moreno y Johan Romero García. Foto: Nelosi

-         ¿Cuál era la idea de esta conversación con los niños y las niñas de Villa Restrepo?

Diana Díaz Moreno: “La idea era que los niños aprendieran a identificar parte de la fauna que hay en este lugar, por ejemplo, esta ranita que se encuentra en estado crítico y supieran reconocerla, porque si los niños no conocen lo que hay acá, cómo pueden protegerlo, cómo pueden saber que se debe cuidar, cuál es su función en el ecosistema”.

-         ¿Esta ranita qué características especiales tiene?

Johan Romero García: “Es una ranita que por lo menos hace veinte años no se ha vuelto a registrar para la región; es del grupo de los sapos. Se le llama Rana Arlequín por sus características y colores muy vistosos, se llama Atelopus Simulatus. La gente la conocía mucho porque decía que era la mamá cargando al niño. Pero, en realidad, se trata del macho que abraza la hembra en un abrazo nupcial que se llama plexus, cuyo abrazo puede durar días y hasta meses, en algunas especies. Era muy característica de la zona montañosa en el Tolima, hacia la parte del cañón, Toche, Juntas y parte de Anzoátegui. Pero, por los cambios que ha habido en las dinámicas de zona ganadera y agricultura, la introducción de la trucha a los cuerpos de agua, pues esto ha afectado y se dice que esta especie podría llegarse a catalogar como extinta, sino se llega a encontrar otra población”.

-         Es decir, ¿Ustedes están haciendo un esfuerzo investigativo por hallar este tipo de ranitas en la región?

Diana Díaz Moreno: “Sí, la verdad es que aún no se ha encontrado más población de estas ranitas y, pues la idea, es que la gente comience a conocer esta ranita, porque nosotros no podemos estar todo el tiempo muestreando y buscando esta ranita, pero ustedes que viven en la región sí, entonces si alguno la llegara a ver, pues dejamos también el cartel con los números y la información, por si alguno lo llega a saber, nos lo haga saber, nos informe”.

-         Bueno, ¿Esta ranita es propia solamente de la región que acabó de nombrar?

Johan Romero García: “La rana tiene un rango muy restringido. Se encuentra hacia el norte del departamento del Valle y parte del Tolima, que solo cobija la parte hacia el cañón, Toche, esta parte de los cerros. Solo existe en estas poblaciones o existían, porque el resto no se han vuelto a registrar. Existe solo acá, ninguna otra parte del mundo”.


-         ¿Por qué esta campaña, principalmente con los niños y las niñas?

Diana Díaz Moreno: “Porque los niños, digamos, siempre están con esa curiosidad y son las próximas generaciones que son los que van a heredar todo este ecosistema, todas estas tierras. Si los niños comienzan a generar esa conciencia de que se debe cuidar el ecosistema en el que viven, esperamos que en un futuro todos estos niños puedan tener y disfrutar los bosques y toda la biodiversidad que hay acá, empezando por este tipo de animales que solo se encuentra acá”.  

-         ¿Han desarrollado este taller en otros sitios del Cañón del Combeima?

Johan Romero García: “No, es la primera vez que lo hacemos aquí en el cañón del Combeima, la idea era haberlo hecho en Anzoátegui y en Toche, pero, por condiciones climáticas no se pudo. Lo hicimos en la biblioteca de Villa Restrepo, porque nos dieron la oportunidad, mañana (hoy), lo haremos en la biblioteca Darío Echandía y ya.