sábado, 9 de octubre de 2021

Sentido adiós a Ana Mabel Fajardo de Anzoátegui

 


Por Nelson Lombana Silva

La señora Ana Mabel Fajardo de Montes, fue cremada ayer en el parque Los Olivos de la ciudad de Ibagué (Tolima). Sus honras fúnebres se realizaron en el templo del Carmen, ubicado en la carrera 5ª con calle 19 de esta ciudad, con masiva presencia de habitantes del municipio de Anzoátegui, de donde era oriunda. El oficio religioso estuvo a cargo de un sacerdote también de este municipio ubicado en la parte norte del Tolima, a 72 kilómetros de la capital tolimense, se trata del padre Guarín.



Durante la homilía el levita hizo una descripción detallada y bastante emotiva de la señora Ana Mabel, destacando ampliamente las virtudes que le caracterizaron en sus 85 años de vida. “Madres como Mabel nunca mueren”, dijo. Destacó la forma abnegada como la señora Mabel acogió la maternidad y respondió a carta cabal con sus seis hijos. “El cariño de mamá es siempre fiel”, agregó.

“Fue una mujer que amó la verdad”, subrayó el padre Guarín, señalando la forma generosa como lo trató siendo un joven estudiante del colegio Carlos Blanco Nassar de esta población. “A este mundo venimos a servir y eso hizo la señora Ana Mabel, siempre tenía los brazos abiertos para servir”, destacó el religioso.

La verdad es que la señora Ana Mabel Fajardo de Montes perteneció a una generación de empuje y desarrollo comunitario. Una generación que le preocupaba las obras para el municipio. Las comitivas para levantar el templo, el colegio Carlos Blanco Nassar, la carretera Cruce de Palobayo – Anzoátegui, el acueducto comunitario, la pavimentación de las calles, etc, seguramente contó con el apoyo de esta mujer que se caracterizó por su sencillez y su alto grado de religiosidad. Era costumbre cada ocho días asistir a la misa de siete de la mañana, casi siempre acompañada de su esposo, el comerciante Héctor Montes y sus hijas.

Las huelgas que desarrollamos en el colegio Carlos Blanco Nassar, demandando maestros y obras para la institución siempre las apoyó. No vaciló un instante en colocarse de lado de los estudiantes. Rechazó las medidas represivas y siempre abogó por la razón y la solución de la problemática de la institución.

Vivió con valentía y estoicismo uno de los períodos más aciagos del país con espíritu pacífico: La violencia en Colombia. Fue política, pero no sectaria. Estudiamos con una de sus hijas: Gloria Consuelo. Gracias a ella, estuvimos varias veces en su casa haciendo tareas y preparando la semana cultural. La señora Ana Mabel siempre estaba pendiente de nuestra presencia allí. Nos acogía con especial deferencia.

Lamentamos su muerte. Al parecer la diabetes puso fin a su existencia, dejando un cúmulo de recuerdos y anécdotas bien interesantes. Un matrimonio de más de 60 años, con un hombre extraordinario: Héctor Montes, persona amable, conversadora y animosa.

Expresamos a su distinguida familia, especialmente a sus hijas y a Héctor Montes, nuestra más sentida expresión de solidaridad. Es un momento duro, pero queda la satisfacción que fue una mujer buena, generosa, emprendedora que supo enfrentar los retos con donaire y alto grado de responsabilidad y compromiso social. Su obra seguirá brillando en el amplio firmamento.  ¡Paz en su última morada!

4 comentarios:

  1. Gracias Nelson Lombana Silva, sus palabras nos llena de aliento, fortaleza y orgullo, Dios le benduga

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  2. Amigo Nelson,que bonita descripción de doña Mabel Fajardo de Montes, hermosa mujer, ejemplar esposa y madre, gran amiga de todo sus paisanos quienes lamentamos su ida, pero sabemos que es un Ángel más que tenemos en el cielo, nuevamente gracias y mi admiración como su paisana y amiga,

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  3. Exelente descripción, para despedir una gran mujer, Que ha dejado una llama encendida e inapagable.
    Gracias por tanto señora Mabel.

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